A través de las noticias de La Escudería, viajaremos por las sinuosas carreteras de Maranello escuchando el rugido de los V12 italianos; recorreremos la Ruta66 en busca de la potencia de los grandes motores americanos; nos perderemos por las estrechas sendas inglesas rastreando la elegancia de sus deportivos; apuraremos la frenada en las curvas del Rally de Montecarlo e, incluso, nos llenaremos de polvo en algún garaje rescatando joyas perdidas.
Antes de la Segunda Guerra Mundial la incipiente industria automovilística vivía una escalada evidente en relación a los récord de velocidad; un tipo de competición en el cual Renault tuvo un papel importante gracias a dos modelos especiales fabricados a partir de piezas extraídas de la propia cadena de montaje relativa a sus automóviles de gran serie.
Hace justo dos semanas RM Sotheby’s cerró en Mónaco la venta privada de este Ferrari 625 F1 con el cual Alfonso de Portago disputó cuatro de los cinco GP de F1 registrados en su haber. A todas luces, una interesantísima pieza histórica.
Con un motor diseñado por Ferdinand Porsche, el Wanderer W25 se ha tenido en cuenta como un rival potente frente al espléndido BMW 328. Algo que, por diversos motivos a analizar con calma, puede ser algo más alejado de la realidad de lo que se pudiera pensar.
Cuando en 1969 Fiat lanzó su berlina 130 con motor de seis cilindros lo hizo con la vista puesta en competir con las berlinas de fabricación germana; algo que, en la práctica, fue del todo imposible. De aquel fracaso comercial nació en 1971 una actualización de gama en la cual apareció esta versión coupé a cargo de Pininfarina. Posiblemente, la última pieza de la marca en relación a la alta gama.
Con tan sólo 4.000 unidades fabricadas, esta versión esconde una anécdota muy curiosa con la cual gana puntos ante los coleccionistas más interesados por las rarezas.
No lo vamos a negar: el Lancia Thesis nos encandila sobremanera. Sin embargo, contextualizado su génesis e ingeniería resulta imposible no ver en este modelo razones objetivas y bien argumentadas de cara a valorarlo como uno de los futuros clásicos más interesantes de entre todas las berlinas producidas en el siglo XXI.
Un simple paseo matutino por California puede dejar muestras evidentes sobre la excelente salud del panorama de clásicos en la zona; realmente llamativo.
Este año el óvalo de Montlhéry ha cumplido un siglo de historia, siendo así el escenario perfecto para mostrar en funcionamiento algunas de las mejores piezas de competición relativas a los tiempos más señeros del automovilismo deportivo.