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Penske PC21 Formula Indy (1992)
Motor Ilmor-Chevrolet V8 Turbo, 2647cc
A finales de año, el brasileño aún no había decidido qué iba a hacer en la temporada ’93. Era consciente de que si quería volver a la senda de los triunfos debía conseguir el volante de uno de los deseados Williams-Renault, pero sabía del veto impuesto por «el profesor». Por tanto, no sabía si tomarse un año sabático, si continuar en McLaren una temporada más o, incluso, si trasladarse a los EEUU para correr en la Formula Indy.
De la mano de su compatriota Emerson Fittipaldi, quien desde hacía ya tiempo se batía el cobre en esta especialidad, y de su principal patrocinador, Philip Morris (la tabaquera propietaria de Marlboro) viajó al Firebird Raceway de Phoenix para realizar unos test con el coche de la campaña finalizada.
Después de realizar unos giros de toma de contacto y reglaje del monoplaza, acabó parando el crono unas décimas antes que Fittipaldi. Era asombroso la capacidad de adaptación de Senna a cualquier automóvil. Al final de la sesión dijo que el bólido le parecía muy pesado y torpe en comparación con un Formula 1. «Ya he comprobado lo que he venido a ver», afirmó. Y se marchó.
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Foto: Anchoafoto