Javier Romagosa
El Gobierno de Baleares hizo público el pasado día 31 de diciembre un nuevo régimen de tributación para las transmisiones patrimoniales de vehículos a motor. La ley de presupuestos de 2014, divulgada a través del Boletín Oficial de las Islas Baleares, establece que a partir del 1 de enero el impuesto diseñado a tal efecto atiende a una tabla de cuantías fijas en vez de a un porcentaje progresivo sobre el valor del vehículo objeto de compraventa.
Dichas cantidades fijas se calculan en función del tipo de vehículo y de su cubicaje y antigüedad. Veamos la tabla, para saber exactamente a qué atenernos (haced click para ampliarla):
Como podéis comprobar, se trata de una medida peligrosa para la conservación de los automóviles de gran cilindrada, cuyas transmisiones se gravan con nada más y nada menos que 1.280 euros -1.408 si tienen más de 10 años. Imaginemos que queremos comprar uno de esos imponentes Mercedes Clase S de los años ochenta como el que encabeza la noticia, que fueron exponente de la tecnología más avanzada de su tiempo y que hoy en día cambian de manos por entre 3.000 y 6.000 euros, aproximadamente. Encontramos uno por 4.500, y terminamos pagando entre impuestos y tasas unos 5.950 euros, de los cuáles el Gobierno de Baleares percibe el 24%. Suena bien, ¿verdad?
Más todavía si tenemos en cuenta que, según UH Noticias, los vehículos con más de 10 años han estado hasta ahora exentos de tributar en las islas en la mayoría de los casos. Fuentes de la Consejería de Hacienda regional alegan que se busca aplicar la normativa europea, con el objetivo de que paguen más los coches que más contaminan que, en su opinión, suelen ser los más viejos. Asimismo, señalan que el tiempo medio de venta de un automóvil en el mercado de segunda mano es de 7,5 años, y que entre 7 y 10 años se cobra lo mismo que antes -menos, incluso, por debajo de siete.
La realidad a ojos del que suscribe estas líneas es que los vehículos de dos litros en adelante con más de diez años van a ver fuertemente desincentivada su conservación. Si tenemos en cuenta la depreciación brutal que sufren este tipo de máquinas de alta cilindrada, que en su mayoría ya no circulan a diario debido al alza de los precio de la gasolina, nos daremos cuenta de que van a ser invendibles. Y si sus propietarios no son aficionados al automovilismo, lo más probable es que terminen deteriorándose o, directamente, en un desguace.
Y si ya no circulan, ¿por qué se hace recaer sobre ellos la culpa de la contaminación? Resulta difícil entender la justicia de la medida adoptada por el consistorio balear. Por otro lado, ignoramos si la nueva legislación será de aplicación a aquellos vehículos catalogados como Históricos -el Reglamento de Vehículos Históricos no dice nada al respecto-, pero queremos confiar en que no dada la tremenda contradicción que se establecería entre la promoción de la conservación del patrimonio histórico automovilístico y el reconocimiento de su inocuidad medioambiental por parte de la Administración central, y la negación de esta situación por parte de la autonómica.
Los medios de comunicación regionales UH Noticias y Crónica Balear califican el cambio tributario de «indignante» y «atraco a mano armada», algo que muy probablemente comparta la mayor parte de población de las islas interesada en este tipo de noticias. Uno de sus habitantes, incluso, ya ha publicado una petición de recogida de firmas en la web de defensa cívica y social Change.org. Desde La Escudería os animamos a firmarla para clarificar nuestra posición al Gobierno balear y para que su enfoque con respecto a los vehículos antiguos de gran cilindrada no sea adoptado en el futuro por otras comunidades autónomas.
*Imagen de cabecera: Mercedes 500 SEC, por M 93
*Damos las gracias a Santiago Manresa por el soplo
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