Barn Find a la española: SEAT 124 Sport 1600

En ocasiones, un rato de esparcimiento en Facebook, puede dar para mucho. En nuestro caso, encontramos este SEAT 124 Sport 1600 en estado de descubrimiento. Óxido y polvo, pensamos para nuestros adentros, con lo que nos gusta y encima con sabor nacional… Sería imperdonable no compartirlo con vosotros, así que aquí tenéis la dosis para que empecéis el fin de semana con buen pie.

Se trata de un SEAT 124 Sport de los de ‘segunda serie’ -siempre pensando en el original de Fiat-, reconocible entre otros detalles por la calandra sin compartimentar. Porta un interesante motor de 1,6 litros de cuatro cilindros en línea y doble árbol de levas en cabeza diseñado por el mismísimo Aurelio Lampredi, exingeniero de Ferrari. La evolución de este propulsor hacia los 2 litros, si no recordamos mal, haría del Lancia Delta Integrale un coche varias veces ganador del campeonato del mundo de rallies.

Es un SEAT 124 Sport de ‘segunda serie’.

Pero para la marca española era la primera.

El 124 Sport tiene unas líneas realmente atractivas.

Sobre todo bajo el paso del tiempo.

Motor biárbol de 1.600 cc diseñado por Lampredi.

¿Qué tal está por dentro?

El Seat 124 Sport vino a sumarse a la escasa oferta española de automóviles deportivos a principios de los años 70. En un primer momento se le dotó del motor 1.600, mientras que después se introdujo el 1.800; las potencias eran de 107 y 116 CV, respectivamente. Era un coche realmente atractivo en su época, y hoy en día incluso aquellos que no son muy partidarios de la marca española lo consideran con respeto.

DESCUBRIMIENTO: SEAT 124 SPORT

Vamos con el descubrimiento, con el barn find según los inventores ingleses del concepto. Este oxidado SEAT 124 Sport parece conservarse en un estado bastante original y lleva parado probablemente desde 1990, fecha de su última ITV. El tiempo ha hecho estragos y eso le da un encanto especial; sobre todo parece que, si nos atenemos a las fotos, el interior ha sufrido lo suyo (aunque el techo sigue en su sitio!).

Esos asientos han sufrido.

Y el salpicadero también, ¡el tiempo no perdona!

El techo aguanta estoicamente.

Y los asientos traseros también.

Pasó la ITV por última vez en 1990.

Foto de los bajos.

Junto con el resto del conjunto parace listo para embarcarse en una restauración que le devuelva el imponente aspecto que tenía en sus años mozos; para que su motor vuelva a girar bien alto de vueltas delatando su pedigrí. ¿A vosotros qué os parece? 😉

Imágenes cedidas por Clásicos Rioja