Francisco Carrión
Sin duda el encabezamiento era interesante… pero para los que nos gusta el óxido y la herrumbre, las fotos del interior lo eran aún más. Porque efectivamente era cierto que allí había un grupo de nada menos que seis unidades del primer modelo de Porsche, pero en un estado calamitoso, totalmente comidos por el óxido y faltos de sus componentes principales.
Como se puede ver, lo que en un principio podían parecer “gangas”, tras ver las fotos pueden llegar a parecer una locura. ¡6.000 dólares cada uno! Y sin hacer diferencias. Lo mismo cuesta el más completo de los tres, un postrero 356 C blanco, que el cascarón desnudo, vacío y con el morro recortado de otro que no hemos llegado ni a poder identificar correctamente.
UNOS PORSCHE 356 DIFÍCILMENTE RESCUPERABLES
Las seis unidades se corresponden, eso sí, a las últimas variantes del 356, con la carrocería “T6” introducida a mediados de 1961, también conocidos como “doble parrilla” debido a que montaron dobles salidas de aireación en el capó trasero.
Curiosamente, las últimas series del Porsche 356 llegaron a coexistir con su sucesor, el 911, entre otras cosas por la altísima demanda que tenían en EE. UU., a donde fue a parar más de la mitad de la producción total. Precisamente en 1964, ya lanzado el 911, se llegó a una producción récord de 14.151 unidades del 356 C, modelo postrero que incluía 4 frenos de disco y tres diferentes motorizaciones de 75, 95 y 130 cv.
Sea como fuere, todos los ofrecidos en este anuncio son ya difícilmente recuperables. Como se puede adivinar tras un vistazo rápido a las fotos, todos ellos parecen estar desprovistos de su motor, a varios les faltan piezas tan importantes como las lunas o los ejes… e incluso la mayoría parecen haber sido utilizados como donantes de partes de la carrocería.
Incluso teniendo en cuenta los precios que alcanzan unidades de estos modelos en perfecto estado actualmente –ligeramente por encima de los 80.000 euros- habría que pensarse muy mucho si merece la pena invertir en estos “cascarones”.
Quizá el final de estas unidades esté en servir como base para realizar buenas réplicas del famoso y escaso Porsche 550 Spyder, utilizando plataformas, ejes y poco más. Quién sabe. Al menos, gracias a que ahora están en venta, hemos podido disfrutar de un «descubrimiento” en toda regla, algo que no sucede todos los días.
