El BMW 507 es uno de esos preciosos automóviles de los que se fabricaron muy pocas unidades allá por los años 50. Cualquier noticia sobre este raro deportivo suele suscitar interés, más aún si el ejemplar en cuestión perteneció a un personaje legendario como es el rey del rock and roll.
Elvis Presley prestó servicio militar en la localidad alemana de Bad Neuheim entre 1958 y 1960, y para esa misión se hizo -parece que alquiló de una manera similar al leasing- con un BMW 507 que había formado parte de la flota de pruebas de la marca. Como es lógico, antes de entregárselo la casa germana realizó los ajustes necesarios: le instaló un nuevo V8 y una nueva transmisión.
Según se cuenta, el coche era originalmente blanco, si bien Elvis decidió pintarlo de rojo para frenar la oleada de mujeres que constantemente escribían su teléfono con barra de labios en la carrocería.
Restauración oficial
La historia del 507 una vez Elvis regresa a los Estados Unidos, y cómo se separa de él, es un tanto incierta. Por lo visto, en 1968 fue a parar en manos de Jack Castor, un ingeniero californiano que lo mantuvo durante décadas en un almacén hasta que hace unos meses se puso en contacto con la central de BMW en Munich con la intención de restaurarlo.
El coche será expuesto hasta el 10 de agosto en el BMW Museum, para después pasar a ser restaurado durante dos años en la división de vehículos históricos de la marca bávara.