La búsqueda de una nueva sede para el departamento de vehículos antiguos de BMW, BMW Classic Group, ha llevado a la adquisición de unos terrenos de 13.000 metros cuadrados en el distrito Milbertshofen de Münich. Entre los inmuebles incluidos en la operación -cuya contraparte es Knorr-Bremse AG, importante empresa fabricante de sistemas de frenado para trenes y vehículos comerciales- se encuentra parte de la que fue la primera factoría de la marca alemana, en la que fabricó sus célebres motores de avión hace más de noventa años.
Próximas al complejo de la sede, el museo y el welt, la idea es destinar las nuevas instalaciones a las diferentes actividades que BMW Classic Group ha venido realizando hasta ahora por separado, a saber: talleres de reparación y restauración, servicio de recambios y mantenimiento del archivo oficial de la marca, entre otros. También se aprovecharán para materializar un nuevo proyecto arquitectónico de vanguardia -algo que ya es tradición en BMW- que aun está por determinar, para exposiciones de vehículos y para la celebración de eventos.
Arriba y ahora: Antigua fábrica de BMW en Moosacher Straße, en Münich (Cedidas por la marca)
Por lo visto, la entrada del antiguo recinto sigue en pie, y será utilizada simbólicamente como puerta de acceso a la historia de la hélice más famosa del mundo. En definitiva, BMW pretende crear un nuevo lugar de peregrinación, si bien no sólo para los amantes de dicha marca, sino también para los de Mini y de Rolls-Royce, resto de enseñas pertenecientes al grupo automovilístico alemán.
En opinión del que suscribe estas líneas, la verdad es que da gusto ver lo bien que las marcas germanas conservan y promocionan su patrimonio histórico.
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