Volkswagen tuvo que detener la producción de la Kombi icónica en Brasil el pasado 20 de diciembre, como consecuencia de una nueva normativa de seguridad que entró en vigor el 01 de enero de 2014 y que indica que todos los turismos y vehículos comerciales deben estar equipados con unos complementos de serie como son los airbags de conductor y pasajero, así como un sistema ABS.
En ese sentido, la casa alemana dijo que su emblemático modelo de los años 50 (que no ha sufrido grandes cambios a lo largo de su historia) no puede cumplir con los nuevos requerimientos, pues a nivel técnico resulta poco factible hacer la adaptación. Por ello, decidieron dar por terminada la fabricación del modelo y lo hicieron con un Last Edition, poniendo así punto y final a su largo idilio con el país carioca.
Producto de lo emotiva que resultó la noticia para los brasileños, se llegó a barajar la posibilidad de eximir a la querida Transporter T2 de las nuevas normas de seguridad, mediante unas diligencias en el plano legislativo que realizaría el ministro de Finanzas del país, Guido Mantega, para que pudiese producirse durante tres años más.
Pero, lamentablemente para los entusiastas de este modelo, todo indica que la propuesta no ha dado sus frutos; nos imaginamos que hacer la excepción con la Kombi implicaría que las autoridades debieran conceder las mismas licencias para que otros modelos «clásicos» continúen con su producción.
No nos cabe la menor duda que, de haberse producido este permiso, los clientes y aficionados al sexto vehículo más vendido en Brasil habrían quedado más que contentos. Porque para ellos se trata, más que de un medio de transporte, de un estilo de vida.
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