Francisco Carrión
Parece que la casa de subastas Artcurial le ha cogido el gustillo a este tipo de lotes, sobre todo después del éxito de la venta en el pasado Retromobile de París (leer crónica) de la impresionante colección Baillón (ver noticia), considerada por muchos como el mayor descubrimiento acaecido hasta la fecha.
Y sin embargo, con este curioso Bugatti vemos lo que realmente son los hallazgos del Siglo XXI: Aunque todavía los hay, ya casi no se encuentran antiguos vehículos guardados por sus propietarios originales hace decenas de años. Más bien, lo que ahora va saliendo a la luz son coches que ya fueron descubiertos una vez en los años 50-70, e incluso fueron restaurados y usados por aquellos primeros aficionados.
EL PRIMER DESCUBRIDOR
Según Artcurial -que lo va a sacar a subasta en París el próximo 22 de junio- el pequeño Brescia fue descubierto y usado durante los años 60 por Bernard Terrillon, un gran apasionado de la marca del óvalo rojo que durante muchos años disfrutó de una interesante cuadra dotada de nada menos que cuatro Bugatti diferentes.
A finales de los años 70, los descendientes de Terrillon decidieron vender los otros tres restantes, pero dejaron el Brescia arrinconado tal y como se puede ver en las suculentas fotografías de esta noticia.
¿UN BUGATTI BRESCIA ESPECIAL?
El estrafalario aspecto que ahora luce se debe a que lleva una carrocería no original realizada a mediados-finales de los años 30 por la casa Maron, Pot et Cie de Levallois-Perret. Es ciertamente antiestética y exagerada para el pequeño chasis de apenas dos metros de largo, por más que Artcurial la defina erróneamente como “su carrocería original”.
Otra cuestión que nos ha sorprendido es que lo califican como “uno de los sólo 12 supervivientes de este modelo”, pues del Brescia, si sumamos los modelos “Tipo 22” y “Tipo 23” fabricados entre 1920 y 1926, se produjeron unos 2.000 ejemplares, de los que ha llegado un número razonable a nuestros días.
La explicación podría estar en que fuera uno de los solo 40 ejemplares que el propio Ettore Bugatti creó como modelos de competición y que montaban doble encendido… Pero solo son conjeturas y habrá que esperar a ver el catálogo de la subasta. Por ahora, lo que sí que sabemos es que ya tiene un precio estimado entre 170.000 y 250.000 euros. Ya veremos si este estupendo descubrimiento despierta tanto interés.
