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También sobre nieve el Bugatti Type 35A sigue siendo efectivo

Un año después de la presentación del Type 35, Bugatti ofertó una variante de carreras más sencilla y barata conocida como Type 35A. En su época fue junto a las otras siete series del modelo uno de los modelos más importantes en el automovilismo deportivo, quedando para la historia las cinco victorias consecutivas en la Targa-Florio. Ahora, casi un siglo después de su ensamblaje, uno de estos Type 35A protagoniza un espectacular y encantador vídeo derrapando sobre la nieve.

Muchas de las mejores escenas del automovilismo deportivo se encuentran fuera de los circuitos y el asfalto. De hecho, la conducción sobre pistas de tierra suele ser enormemente exigente. Especialmente si le añadimos todos los imprevistos en ruta y problemas de navegación propios de cualquier travesía por caminos o desiertos. De esta forma, incluso el más ferviente seguidor de la F1 puede reconocer la valía de coches y pilotos en pruebas como el Dakar o el Safari. Dos carreras sobre terrenos secos en las antípodas de la circulación sobre nieve. Otra de las especialidades dadas en el mundo de los rallyes con modelos tan dominadores como el Audi Quattro.

Uno de los modelos básicos en la historia del Campeonato Mundial de Rallyes. Responsable de llamativas trazadas gracias al fantástico manejo que de su tracción tuvieron Walter Röhrl, Michèle Mouton o Hannu Mikkola. Nombres clave para la época de los Grupo B, quienes seguramente no rehusarían la oportunidad de llevar sobre nieve a uno de los vehículos de competición más aclamados de todos los tiempos. De hecho, posiblemente el que más. Siempre y cuando nos ciñamos a los primeros momentos del automovilismo deportivo, antes de la llegada de los Alfa Romeo y Mercedes de los años treinta.

Se trata del Bugatti Type 35A de 1925. Más pequeño respecto a sus competidores. Mucho más fiable gracias a un cigüeñal perfectamente estudiado. Más ligero debido al uso de materiales como el aluminio en las llantas. Y, aunque pueda romper la melodía, verdaderamente no muy potente ya que se movía en torno a los 75CV. Bastantes menos que los ofrecidos por las versiones dotadas con un motor de mayor cilindrada -35B- o las equipadas con un compresor Roots -35C-, las cuales subían hasta los 140CV. No obstante, el Type 35A supo conjugar perfectamente peso y potencia para crear una fórmula ganadora que además destacó por su buen comportamiento y robusta mecánica.

BUGATTI TYPE 35A, LA VERSIÓN DE ACCESO PENSADA PARA CARRERAS

De entre las ocho versiones que tuvo el Type 35 quizás la Bugatti Type 35A sea la más atípica de todas. Y es que, lejos de ser una mejora, su diseño es una simplificación donde elementos como el encendido, el cigüeñal o las válvulas experimentaron una rebaja sensible en su sofisticación y rendimiento. Llegados a este punto la pregunta es obvia. ¿Por qué Ettore Bugatti desearía hacer esto cuando se movía en el segmento de los coches de lujo? Pues porque su idea no era la de fabricar pocas unidades del Type 35. Sino todas las posibles. De hecho, sumando las ocho versiones se fabricaron hasta 640 de estos modelos de carreras.

Y es que ése era el objetivo: las carreras. En aquella época a la mayoría de los fabricantes no sólo les importaba ganarlas, sino también hacerlo con sus propios pilotos y escuderías. No obstante, a Ettore Bugatti le daba exactamente igual si la bandera a cuadros la bajaba un piloto de la casa u otro de algún equipo privado. Para él lo importante es que sus coches fueran los ganadores. Concretamente los Type 35. No aptos para cualquier bolsillo. Pero mucho más comunes que los Mercedes S fabricados a partir de 1926.

Por ello, aunque la cifra de casi dos mil trofeos ganados durante los años veinte y treinta por el Type 35 lo consolidan como el deportivo previo a la Segunda Guerra Mundial más laureado, la verdad es que en esto no sólo intervino su excelente rendimiento sino también la gran cantidad de unidades existentes. Una estrategia en la que tiene mucho que decir el Bugatti Type35A de 1925. Lanzado tan sólo un año después de la primera versión con un coste un tercio por debajo de la misma. Partiendo de esta cualidad comercial y la mencionada voracidad de Ettore Bugatti a la hora de ganar carreras… La respuesta a la simplificación que supuso el Type 35A está servida.

LA VENTAJA DE LA SENCILLEZ

Intentando establecer paralelismos, lo que ocurrió entre el Type 35 y el Type 35A se asemeja a lo ocurrido entre el Porsche 356 y el Porsche 356 Speedster. Al fin y al cabo, el Speedster también se planteó como una variante espartana enfocada a satisfacer las necesidades de un creciente número de pilotos-cliente. De esta forma, su sencillez redundó no sólo en un precio de venta más bajo. Sino también en una mecánica más simple y fácil de mantener. Cualidades perfectas para todo piloto aficionado. Quien además disfrutaba con el Bugatti Type 35A de una estupenda relación peso / potencia.

Sin duda la clave del buen rendimiento del modelo. Capaz de imponerse ante modelos mucho más potentes pero también más pesados. Hecho del cual sirven como mejor ejemplo las cinco victorias consecutivas en la Targa-Florio. Además, el tiempo ha dado razones sobradas respecto a la fiabilidad del Bugatti Type 35A. Siendo un modelo que aún puede verse rodando sin problema en diversas carreras como Goodwood Revival o Monaco Historique. En éste último con una posición de honor. Ya que un Type 35 fue el ganador de la primera edición del GP de Mónaco en 1929. Eso sí, no en la versión A sino en la B con motor de 2’3 litros.

Además, casi un siglo después los Bugati Type 35A son capaces de ofrecer sensaciones fuertes en terrenos tan complicados como la nieve. Muestra de ello es el último vídeo ofrecido por el concesionario Kidston. El cual nos tiene acostumbrados a una serie de producciones periódicas en las que los clásicos toman las carreteras envueltos en historias de breve cinematografía. No obstante, en este caso no se ha necesitado más hilo narrativo que una breve referencia al escritor y aviador Antoine de Saint-Exupéry. Un recurso sencillo y liviano, pues en verdad la simple visión de este mito de las carreras derrapando sobre la nieve ya dice todo lo que el vídeo desea expresar.

Fotografías: Kidston / Volkswagen

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Escrito por Miguel Sánchez

Ya son casi siete años escribiendo en La Escudería; un tiempo en el que hemos analizado el mercado de clásicos, investigado rarezas e intentado comprender no pocos aspectos técnicos.

Seguiré a este lado del teclado si usted permanece atento al otro lado de la pantalla.

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