Una práctica más que extendida en la industria del automóvil es la de compartir un mismo modelo entre distintas marcas, un fenómeno que en los países de habla inglesa es conocido como “bagde engineering” y estrategia que General Motors, con su amplio abanico de compañías en su poder, ha aplicado en numerosas ocasiones a lo largo de los años.
El caso que hoy nos ocupa es el del coche que en gran parte de Europa fue conocido como Opel Kadett C, un claro ejemplo de automóvil global, ya que se vendió prácticamente por todo el mundo con nombres como Opel Kadett, Vauxhall Chevette, Isuzu Gemini, Daewoo Maepsy, GMC Chevette, Holden Gemini, Opel K-180, Chevrolet Chevette y la más curiosa de las nomenclaturas fue la dedicada al mercado americano, donde se vendió como Buick Opel.
BUICK OPEL, EL COCHE FABRICADO EN JAPÓN CON UNA CRISIS DE IDENTIDAD
Quizá con la excepción de los Chrysler TC by Maserati, el Buick Opel tiene que ser el modelo con el nombre de automóvil más raro y confuso. Pero lo que más curioso de todo esto es que la versión americana del Kadett era en realidad un Isuzu, puesto que se fabricaba en Japón, apareciendo a veces en anuncios como Opel by Isuzu o directamente Buick Isuzu Opel por si se podía rizar más el rizo.
Hasta cierto punto los nombres que más sentido tienen en el modelo son los de Isuzu y Opel, pero entonces ¿Qué pinta la marca americana Buick en todo este embrollo? Pues bien, los concesionarios de esta firma fueron los encargados de comercializar los productos alemanes de General Motors en Estados Unidos, y de ahí la asociación de Buick en el nombre.
Principalmente se habían encargado de traer coches más exóticos como el Opel GT al país de origen de los Chevrolet Corvette, pero también modelos más accesibles como el Opel Kadett B, que ya se comercializaban como los Opel de Buick en algunos anuncios, teniendo cierta popularidad debido al inicio de la crisis del petróleo, eso sí los coches mantenían sus insignias.
BUICK ISUZU OPEL, NI PENA NI GLORIA
Con la llegada de la siguiente generación del Kadett se optó porque la versión estadounidense fuese la fabricada en Japón, ya que la devaluación del dólar y los altos costes de fabricación en Alemania hicieron que vender el Opel no fuese rentable.
Los primeros Isuzu disfrazados se vendieron como Buick Opel desde finales de 1975 y estuvieron en el mercado hasta 1980, disponibles en carrocerías coupé y berlina. Aunque tuvieron una aceptación razonable por parte del público americano a la prensa del motor no le convenció este producto de una triple alianza en General Motors, mostrando su claro favoritismo por el Kadett original.