En la actualidad tener un coche en que cuenta con un sistema de activación de cilindros es algo habitual, pero en 1981 todavía sonaba a ciencia ficción y la realidad es que Cadillac empleó la tecnología más puntera del momento para conseguirlo, aunque el resultado no fue el esperado. La firma de coches de lujo americana hizo historia en el pasado introduciendo novedades como la primera caja de cambios completamente sincronizada a finales de los años veinte, o los primeros coches automáticos -junto con Oldsmobile- en 1940.
En 1981 la intención era marcar un antes y un después en la industria, algo que llevaban años sin hacer, y decidieron introducir un sistema de desactivación de cilindros operado por un ordenador que fue anunciado como un gran avance en ingeniería que permitía disfrutar de un Cadillac de tres formas distintas.
En teoría la compañía buscaba mejorar el consumo de combustible de toda su gama, una crítica que se vio acentuada con las dos crisis del petróleo, por lo que decidieron equipar de serie esta tecnología en todos los motores de gasolina de menor cubicaje de la marca, pues cabe recordar que en aquel momento también existían los Cadillac diésel que también dieron un resultado horrible, que en aquel año era la mecánica de acceso para los Seville.
¿CÓMO FUNCIONABAN LOS MOTORES V8-6-4?
El primer sistema de selección de cilindros equipado en un automóvil de gran producción en serie se montó sobre los motores V8 de 368 pulgadas cúbicas, o 6 litros de cilindrada alimentado por inyección electrónica. Sobre los cilindros 3, 4, 5 y 6 había unos solenoides electrónicos que podían detener el funcionamiento de los balancines encargados de mover cada pistón.
De esta manera el motor podía pasar de un V8 de 6 litros a un V6 de 4,5 litros o un V4 de 3 litros. En teoría el coche emplearía sus ocho cilindros al iniciar la marcha y también cuando se pisaba el acelerador a fondo; en situaciones en las que el coche había alcanzado velocidades intermedias, como en recorridos urbanos, el motor funcionaba como V6; por último, cuando se circulaba por carretera o autopista el Cadillac usaba solo la mitad de sus cilindros. Mientras que los cilindros no se usaban se mantenían calientes para que el funcionamiento del motor fuese el adecuado una vez más necesitados.
Este complejo sistema fue desarrollado por Eaton Corporation y el ordenador que lo controlaba, llamado CCM (Computer Comand Module) se publicitaba por ser capaz de poder manejar 300.000 operaciones a la vez. Esta computadora medía factores como las revoluciones a las que giraba el motor, la velocidad del vehículo, la presión en el colector de admisión o la temperatura del refrigerante para saber cuándo debía funcionar como V8, V6 o V4, aunque el sonido de esta última configuración recordaba a algunos propietarios al sonido de un diésel.
PROBLEMAS EN LA PRÁCTICA
Todo esto sonaba demasiado bonito como para ser cierto, y la realidad era que este sofisticado sistema no dio el resultado esperado. En teoría General Motors lo había probado extensamente, pero poco tiempo después de la entrega a los clientes de los primeros coches llegaron las primeras quejas. La más habitual era la brusquedad con la que el coche cancelaba o activaba los cilindros, además el ordenador no parecía estar del todo cualificado para esta tarea, pues en ocasiones se quedaba pensando qué debía hacer después durante más tiempo de lo normal, dando unos segundos de incertidumbre para el conductor.
Durante 1981 Cadillac tuvo que actualizar este software en trece ocasiones, mientras que los clientes que habían comprado uno de sus coches buscando suavidad y fiabilidad quedaron muy desencantados con su experiencia. Para colmo, este sistema se implementó para reducir el consumo de estos vehículos, pero su sed de gasolina seguía igual que los modelos del año anterior. Hay quienes mantienen la teoría de que GM introdujo la selección de cilindros para mejorar los niveles de emisiones, pues en 1981 se endureció la normativa para los fabricantes en esta materia.
El resultado fue que la selección de cilindros en Cadillac fue una tecnología efímera que solamente se ofreció como equipamiento de serie para la gama hasta 1981, y en muchos casos los propietarios de estos coches optaron por eliminar este sistema directamente. Esta mecánica fue sustituida en 1982 por los motores High Technology, otro motor que dio un resultado nefasto que junto a los V8-6-4 y los diésel de la marca mancharon la reputación de la compañía que fue el “estándar del mundo”.
Imágenes: GM