La empresa holandesa Carice Cars comercializa desde el pasado mes de junio su modelo Mk1, un pequeño descapotable eléctrico a imagen y semejanza del Porsche 356 Speedster. Si bien es más pequeño, su parecido es evidente, y además sigue a rajatabla la filosofía de prescindir de todo lo innecesario para así ahorrar el mayor peso posible.
En este caso el objetivo es optimizar el rendimiento de la gama de motores eléctricos, cuyas potencias oscilan entre los 5,5 CV de la versión Junior, para mayores de 16 años o personas que no tengan carnet de conducir, hasta los 54 equinos de la variante más potente. Teniendo en cuenta que, entre otros elementos, el chasis tubular de viga central de acero y la carrocería de plástico (supongo que fibra de vidrio) completan un conjunto de tan solo 350 Kg., lo más probable es que esta última opción proporcione unas buenas prestaciones.
1- Nuestro pequeño speedster ha cuidado los detalles
2- Bonito y básico salpicadero, a tono con el resto del coche
Según parece, el elenco de baterías disponible permite unas autonomías de entre 70 y 200 kilómetros aunque, como suele ocurrir con los coches eléctricos, todo dependerá de cómo conduzcamos. Y como no resulta nada agradable jugar a los dados con el consumo sin un enchufe cerca, y si bien cada vez son más los puntos de recarga rápida, Carice ofrece la opción de convertir su speedster en un vehículo de autonomía extendida mediante un pequeño motor de combustión interna que entrará en funcionamiento una vez se haya agotado la energía de las baterías.
Por lo visto, el Mk1 es artesanal, y está previsto que para este año la producción sea de tan solo diez unidades. Respecto a su precio, es posible hacerse con este simpático descapotable ecológico por 22.000 euros, que es lo que cuesta la versión básica equipada con el motor de 20 CV antes cargar los impuestos pertinentes.
Interés retro
Para un aficionado a los vehículos antiguos lo verdaderamente especial del Carice es su apariencia retro, la cual está bastante conseguida. Aunque plástica, la carrocería está bien proporcionada y llena de guiños a los años cincuenta; por otro lado, el interior está también logrado, desprovisto de todo lo superfluo, con el salpicadero en metal y el volante en madera y esos asientos con refuerzos laterales a la antigua y reposacabezas de pega. Es, sin duda, un producto original.
Por último, este periodista tiene que entonar el mea culpa: No pude conseguir la información de prensa enviada por Carice (supongo que se han marchado de vacaciones), por lo que he recurrido a los contenidos publicados en otros medios de comunicación como «Motorpasión Futuro», «Autoblog», «ABC» o «Movilidad Eléctrica». Al contrastarlos uno se da cuenta de que difieren en ciertos aspectos, por lo que puede que algunos de los datos ofrecidos en esta noticia no sean del todo precisos. De ser necesario, serán corregidos en cuanto reciba la documentación oficial.