El circuito urbano de Guadalope, conocido como Circuito de Alcañiz, fue testigo del resurgir del deporte del motor durante la segunda mitad del siglo XX. Todo gracias a la visión y la pasión del Doctor Repollés. La localidad turolense disfrutó de un trazado que fue conocido como el Mónaco español y se convirtió en uno de los favoritos de la afición. Lamentablemente, hace tiempo que el trazado dejó de usarse. Ahora, gracias a Guadalope Experience, podemos disfrutar de este increíble simulador del Circuito de Alcañiz. Todo un viaje en el tiempo.
¿Y por qué se dejó de usar el circuito? Principalmente porque era muy rápido. Organizar carreras en un trazado en el que el 80 % de la vuelta es a fondo, es complicado. Cualquier error se paga caro, literalmente. La factura de una salida de pista se multiplica en una pista urbana. La solución fue la construcción de Motorland, aunque en el imaginario colectivo el Circuito de Guadalope -nombre oficial- siempre tendrá un lugar especial.
Tal y como sucede con el Gran Premio de Mónaco, la carrera en Alcañiz siempre era uno de los puntos álgidos de cualquier campeonato nacional. Ya fuera el Campeonato de España de Turismos -CET-, las diferentes copas de promoción o cualquier otra prueba, la victoria en Alcañiz siempre tenía un significado especial.
LA GESTACIÓN DE GUADALOPE EXPERIENCE
Detrás de la idea de este simulador del Circuito de Alcañiz se encuentra Jorge Sánchez Royo, quien quiso saber de primera mano qué se siente corriendo por las calles de su pueblo. Decidió lanzarse a esta aventura tras comprobar que había simuladores de trazados nacionales como el Jarama o Calafat, pero no de Guadalope.
Lo primero que hizo fue ponerse en contacto con una empresa francesa especializada para digitalizar el circuito. La curva del embudo, la subida al corcho… todos los lugares icónicos fueron recreados para que la experiencia fuera lo más real posible. Inicialmente, la intención era que el simulador fuese para uso personal, pero el precio se disparó. Entonces, Jorge pensó en hacerlo accesible al público para sufragar los gastos. De paso, cualquier aficionado podría disfrutarlo.
Además, no sólo se ha recreado el circuito, sino muchos de los coches que hicieron historia allí. Hablamos de modelos como la barqueta Lola de Juan Fernández, el BMW de Pep Bassas, el Ford Sierra Cosworth, Alfa Romeo 155, los AX de la Copa, los Supercinco… Sólo así la experiencia podía ser completa.
EL SIMULADOR DEL CIRCUITO DE ALCAÑIZ
Sólo imagínate pilotando cualquiera de estos coches por Alcañiz. Te colocas las gafas de realidad virtual, te acoplas en el baquet y te pones al volante. De repente, apareces en la Avenida de Aragón, con sus vallas publicitarias incluidas. El pulso se te acelera casi de inmediato, como que fueras a tomar parte de una carrera de la época realmente. En el fondo, es un poco así. La experiencia es realmente inmersiva, incluso pilotos como Luis Villamil, que corrió en el Circuito de Guadalope en su época, así lo atestiguan.
En total, hay disponibles tres cockpit con los que disfrutar simultáneamente del circuito. Primero se hace un time attack con un coche, todos con las mismas ruedas, desgaste, etcétera. Los nueve mejores tiempos pasan a la final y de ahí se hacen finales A, B y C. El vencedor de cada una de ellas pasa a competir en la gran final.
Sin duda, este simulador es una forma diferente de honrar la historia de nuestra común afición. Especialmente en un pueblo como el de Alcañiz, que vive el motor de una forma tan única. No se nos ocurre una mejor forma de usar las nuevas tecnologías. Así que ya sabéis, si vas a la localidad turolense, no os olvidéis de visitar Guadalope Experience, en el número 8 de la calle Torrevelilla. Pero cuidado, que es adictivo.
Fotografías Jorge Sánchez Royo/Guadalope Experience