La implantación de las subastas de coches clásicos es relativamente nueva en nuestro país, aunque en ‘La Escudería’ siempre hemos considerado que era una buena forma de vender. Durante años se han estado celebrando con éxito en el extranjero, y actualmente se trata de un sector en alza.
Antes de seguir escribiendo, sería bueno que el lector tuviese en cuenta que, contrariamente a lo que se piensa en España, el mundo de las subastas no está reservado a clásicos de altos vuelos o, lo que es lo mismo, de precios de al menos 5 cifras. Existen multitud de casas que, como Catawiki, ofrecen al pequeño propietario la oportunidad de disfrutar de las ventajas de este sistema.
Y es que hay razones de peso para considerar la posibilidad de vender nuestro tesoro a través de este nuevo canal. Para empezar, aunque el precio de venta es propuesto por el vendedor, es el especialista de la casa subastera quien tiene que aprobarlo, produciéndose a menudo modificaciones al alza o la baja en función del grado de realismo de las expectativas del propietario y de la calidad del vehículo.
Precisamente son estos especialistas los que introducen un factor de confianza que se encuentra ausente en el mercado de segunda mano convencional: Los coches deben ser descritos con realismo y comprobados por esta suerte de inspectores a los que interesa que prime la calidad y, sobre todo, que ésta tenga una correlación con el precio. Es decir, no sólo es el dueño quien avala la veracidad de la información acerca de su coche, sino también la casa de subastas, y eso da indudablemente una mayor seguridad.
UNA EUROPA PRÓSPERA EN BUSCA DE CLÁSICOS SANOS
Por otro lado, en el caso de Catawiki, se abre la posibilidad de ampliar nuestra oferta a escala europea, algo directamente relacionado con el caso de éxito que comentamos hoy. Como sabéis, los precios de los Citroën 2CV en buen estado oscilan entre los 4.000 y los 7.000 euros, cifras que, a nuestro juicio, a menudo se encuentran hinchadas ante la previsible negociación que forzará el comprador para lograr un descuento.
Vender en España no es fácil, tal y como contábamos hace unos años. Falta de formalidad, historias rocambolescas, inseguridad acerca de la venta o precios a priori disparatados son vicios con los tenemos que enfrentarnos frecuentemente a la hora de hacernos con una máquina añeja en la piel de toro.
Sin embargo, en el resto de Europa Occidental esto no es así, o ciertamente lo es menor medida. Además, la mayor renta per capita permite a los aficionados de estos países pagar precios más altos por los clásicos que, como este Citroën 2CV Charleston, aquí llamamos populares. Obviamante, esto consitituye una oportunidad de negocio para los propietarios de este tipo de vehículos.
Catawiki nos abre las puertas de Europa y nos permite salvar las barreras del idioma. Como podéis apreciar, este 2CV se ha vendido por la nada despreciable cantidad de 9.000 euros, gracias al puente lingüístico tendido por la casa subastera y al clima de confianza generado por la misma.
Sin visitas desagradables -que las puede haber muy agradables, ojo-, sin discusiones con respecto al precio y con la seguridad que brinda una empresa de carácter internacional que avala a vendedor, producto y comprador.
Es cierto que este servicio de mediación conlleva una comisión del 12,5% + IVA que puede reducirse en función del número de coches puestos a la venta, pero también lo es que que nos permite llevar a cabo una venta relajada que, en el caso de los clásicos populares, culminará con un precio probablemente superior al que se conseguiría dentro de nuestras fronteras.
Expuesto todo esto, tan sólo nos queda pediros que valoréis seriamente la idea y contactéis con Catawiki. Tal y como demuestra el caso de éxito de la venta de este Citroën 2Cv Charleston, y si acompañáis vuestro lote de información precisa y de buenas fotos e incluso vídeo, es muy posible que merezca la pena.