Miguel Sánchez
FOTOS CITROËN «CIRILA»: CITROËN ESPAÑA
2019 se cerró con el centenario de Citroën. Una de las principales celebraciones del pasado año, la cual nos ha dejado no sólo con una larga lista de concentraciones y eventos relacionados con la marca, sino también con algunas buenas historias de restauración. Una de ellas es ésta que traemos a las páginas de La Escudería, la cual cuenta con un marcado sabor nacional. En concreto manchego, ya que Citroën ha sido la responsable de recuperar esta Cirila en Manzanares.
Muchos pensarán que, puestos a rescatar un Citroën en pleno centenario, lo suyo hubiera sido decantarse por un magnífico SM. Pero lo cierto es que hay dos cosas que, al menos para nosotros, caracterizan por encima de todo a esta marca francesa: la innovación y la practicidad. Y vaya, jugando con esas características la popularmente llamada Cirila es imbatible.
¿Por qué? Básicamente porque este derivado del Citroën 2CV fue el responsable de equipar a buena parta del campo español. Un vehículo para el día a día capaz de aguantar todo tipo de esfuerzos gracias a la rudeza de su mecánica y el sorprendente recorrido de las suspensiones. Señas de identidad propias de la marca francesa, las cuales cuajaron en la Cirila un coche grabado a fuego en el imaginario sentimental de millones de personas. También del manchego Juan Mata.
COMPAÑERA DE POR VIDA: LA CITROËN CIRILA DE JUAN MATA
Si Citroën celebró 100 años el pasado 2019… La Cirila de Juan Mata cumplió 40. Cuatro décadas desde que el padre de este conductor adquiera la furgoneta en los talleres Citroën de Manzanares (Ciudad Real). A lo largo de todo ese tiempo, el vehículo ha acompañado a Juan Mata desde sus inicios al volante. Siendo en el servicio militar donde aprendió a conducir, ya de vuelta a su pueblo convirtió a la Cirila en su instrumento de trabajo.
Un instrumento rudo y fiable, puesto que la familia lo usaba para las tareas agrícolas. Algo en lo que, cualquier persona que haya conducido un 2CV o derivado por el campo, sabe que estos vehículos dominan a la perfección. ¿Consumo? Muy bajo. ¿Mecánica? De lo más sencilla y efectiva. ¿Peso? Ni que la hubiera ensamblado Colin Chapman. ¿Comportamiento? La envidia de cualquier todo terreno, algo así como una versión “low cost” de los 4×4 más espartanos.
Sumando días y días de trabajo juntos, Juan Mata fue tomando un aprecio personal por la Cirila. Algo así como el marinero que ve su barco no sólo como su medio de vida, sino como una prolongación de sí mismo. Por ello, y aún después de la muerte de su padre en el 2006 siguió guardando la Citroën. Esa misma que había facilitado el trabajo a la familia, pero que también los había llevado por primera vez al mar desde lo más profundo del secarral manchego.
RESTAURADA HASTA EL ÚLTIMO TORNILLO
Dentro de las actividades del centenario, Citroën España decidió seleccionar algunas unidades que, por su historia, tuvieran un especial significado para sus dueños. Obviamente, tras todo lo que os hemos contado anteriormente… Imaginaréis que la Cirila de Juan Mata tenía muchas papeletas para ser seleccionada por la marca.
Una selección de lo más afortunada, ya que ha culminado con la restauración completa del vehículo. Hasta su más pequeño detalle, interviniendo en el proceso chapistas, pintores, mecánicas y especialistas en electromecánica. Básicamente toda la plantilla de la Citroën de Manzanares, la cual desmontó pieza a pieza la furgoneta para dejarla como nueva.
Y sí, has leído bien, porque para rizar el rizo de esta bonita historia el proceso de restauración lo ha realizado el mismo concesionario en el que el abuelo Gabriel adquirió la Cirila en 1979. Un final de lo más afortunado para un Citroën que lo mismo trasladaba por caminos llenos de baches a ocho apretados jornaleros, como llevaba a toda una familia desde La Mancha al Mediterráneo.
