FOTOS VAPOR CUGNOT: AVUNIXGEEK
¿Cuál es el coche más antiguo del mundo? ¿El Benz Patent-Motorwagen de 1885? Podría ser pero no. Aunque es el primer automóvil de combustión interna un siglo antes existió una bestia a vapor capaz de propulsare a 4 kms/h. Acostumbrados a las cifras de la actual F1… Seguramente esto te de risa. Pero en realidad debería causarte respeto porque estamos hablando de algo nacido en 1769. El primer “coche” del mundo es francés y se llama Vapor de Cugnot.
Bueno, obviamente lo de “coche” lo ponemos entre comillas porque entre esto y cualquiera de los automóviles que puedes ver en la calle hoy en día median enormes diferencias. Sin embargo… Dentro de poco verás cómo los problemas de este engendro son básicamente los mismos a los que se enfrenta cualquier ingeniero actual. Diferencias aparte, lo cierto es que sí se puede considerar un automóvil ya que se mueve por sí sólo.
Para ello sólo necesita de una enorme cantidad de vapor, mucha paciencia… Y un campo de batalla al que dirigirse. Y es que, al igual que otros muchos adelantos mecánicos, el coche más antiguo del mundo también es hijo de la industria militar. Aliada con los rebeldes de las colonias americanas en contra del Reino Unido, la monarquía francesa prestó soporte técnico a unos revolucionarios cuya posterior réplica gala acabaría cortando la cabeza al rey.
Y bueno, aunque el vapor de Cugnot no fue precisamente un arma clave durante la contienda… Sí pretendió al menos dar una solución viable al transporte de artillería pesada. Eso sí, a costa de devorar sin tregua cortes y cortes de madera. ¿Cómo se manejaba esto? ¿En qué se parece a tu coche? Vamos a verlo.
EL COCHE MÁS ANTIGUO DEL MUNDO: LOS MISMOS PROBLEMAS
Los primeros intentos de hacer que algo se mueva por sí solo deben más al agua que al petróleo. Y es que, hasta la llegada del motor de combustión, si alguien pensaba en cómo mover un pistón recurría automáticamente al vapor. Bajo esta premisa Nicholas-Joseph Cugnot comenzó el diseño del coche más antiguo del mundo, dotado de un sólo cilindro accionado gracias al vapor salido de una enorme caldera.
Además de tardar su buen rato en acumular la suficiente fuerza como para echar a andar, cuando lo hacía su punta era de 4 kms/h. Parece poco, pero para trasladar artillería de un campo de batalla a otro resultaba suficiente. De hecho el problema no era la velocidad, sino sencillamente llegar. Y es que… ¿Te suena lo del reparto de pesos? ¿El problema de las suspensiones? ¿Las direcciones poco precisas? Exacto, muchos de los problemas que aún a día de hoy siguen presentando decenas de modelos.
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Manejar el Vapor Cugnot no era fácil, ya que todo se confiaba a una especie de timón unido a la rueda delantera. La misma que se hacía responsable de la tracción. Imagina este “chasis” sin tipo alguno de suspensión traqueteando por los caminos confiando el avance y la dirección a una misma rueda… Un cóctel explosivo en el que el primer coche del mundo protagonizó el primer accidente automovilístico de la historia.
¿Y ESTO CUÁNTOS PUNTOS QUITA EN EL CARNET?
Viendo todos los problemas de comportamiento de su vehículo, Cugnot lanzó en 1771 una versión mejorada. Sin embargo aún ni con esto el vapor acumuló buenas críticas, quedando apresado en la historia como una rareza infortunada justo antes de la llegada del tren para el desplazamiento de mercancías. Eso sí, en 1801 la segunda unidad se estrelló contra un muro en el que es el primer accidente automovilístico registrado. Aunque chocar a menos de 4 km/h nos recuerda mucho a cierta escena de comedia…
Como es fácil de imaginar la mayor parte de los ingenios mecánicos nacidos al calor de una guerra suelen desaparecer esparcidos por ahí. Sin embargo no fue el caso del Vapor Cugnot. Adquirida por el estado francés en 1800, la primera unidad pasó a la colección del Museo Nacional de Artes y Oficios. Un lugar perfecto para reconocer la importancia de este gran desconocido. El Vapor Cugnot, posiblemente el automóvil más antiguo de la historia.
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