Baraja Coches Turismo
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Coches Turismo, así eran las cartas con las que más disfrutamos en la niñez

Heraclio Fournier lanzó en 1987 este popular juego con que pasábamos horas y horas de diversión con los amigos.

Lo reconozco, hoy me he levantado nostálgico, debe ser cosa de la crisis de los 40, aunque siempre juro y perjuro que a mí no me ha afectado. El caso es que he sacado mi baraja de Coches Turismo, que conservo como oro en paño, y me he puesto a repasar los modelos que aparecían en ella, algunos de los cuales me siguen fascinando. Heraclio Fournier, que ya había publicado en 1984 la versión Coches Rally, lanzó en 1987 este juego con automóviles de calle. Un año después, llegaría Gran Prix, basada en los bólidos de la Fórmula 1, la F3000 y la F-3. Ésa también la conservo.

Baraja Coches Turismo

Antes de proseguir, he contaros que algunas de las imágenes que veis pertenecen a la página Barajas y Naipes, una web que lleva una década recopilando todo tipo de barajas. Un trabajo titánico gracias al cual podremos encontrar casi cualquier juego de cartas que pase por vuestra imaginación. De todo tipo de temáticas, porque existieron decenas de ellas, desde aviones comerciales y de combate, a locomotoras, motos y un larguísimo etcétera. Además, también ha reunido todo tipo de bajaras españolas, francesas…

BARAJA COCHES TURISMO

Pero volamos a nuestra protagonista, Coches Turismo, que nos ofrece una fantástica selección de automóviles de calle de la época. Estos van desde los populares SEAT Ibiza, Peugeot 309 o Citroën AX, a berlinas como el Renault 25 Turbo, el BMW Serie 7 o el Jaguar XJ6. No faltan rarezas como el Emelba 7 o el Mercury Sable -qué pintarían allí- o los deportivos, tipo Ford RS200, Ferrari 328 GTS o, la joya de la corona, el Porsche 959.

¿Y por qué es la joya de la corona? Bueno, quien tuvisteis la baraja Coches Turismo no necesitáis explicación, así que se lo cuento al resto. Cada carta, además de formar parte de un cuarteto, tenía seis características de los modelos representados: motor, cilindrada, potencia, rpm, velocidad y consumo. Eran las magnitudes que servían para jugar con los amigos y, como veremos a continuación, para ganar o perder todas las cartas. Y es que en todos los aparados ganaba quien tuviera la cifra más alta salvo en consumo.

Pues bien, el Porsche 959 era el modelo más potente (331 KW/450 CV) y el más rápido (320 km/h), así que era una baza segura cuando te tocaba jugar con él. A cambio, tenía un punto débil evidente, pues con 20 litros a los 100 de consumo, era el segundo que más gastaba por detrás del Aston Martin Zagato.

CÓMO SE JUGABA

Había dos modalidades de juego, uno basado en las características de los coches y otro dedicado a reunir los cuartetos por letra, aunque tengo que reconocer que jamás probé la segunda. Normalmente, se jugaba siempre al primero de ellos, mucho más sencillo y rápido. Había que repartir todas las cartas entre los jugadores y cada cual las conservaba en el orden que las había recibido.

El primer participante, normalmente el situado a la derecha del quien ha repartido, “la mano”, da la vuelta a su primera carta y elige la característica que más le interese de ese coche. Por ejemplo, si te tocaba el Ford Escort 1.3 -en las cartas ponía Scort-, escogería consumo, pues es la magnitud en la que ibas a superar a más rivales. Si, por el contrario, el coche era el Porsche 928 S4, optarías por la cilindrada o el número de cilindros. Si ganabas, te quedabas con las cartas del resto y, si no, perdías la tuya. En caso de empate, se volvía a sacar una nueva carta, en la que elegía la característica quien lo había hecho al principio.

Las cartas que se ganaban se colocaban abajo en nuestro montón -que normalmente teníamos en la mano-. A continuación, le tocaba hablar a quien se había impuesto en la ronda anterior. Los jugadores iban quedando eliminados según se quedaban sin cartas y, lógicamente, el ganador era quien acababa por quedarse con todas las cartas. Imposible imaginar una mecánica más sencilla y que nos diera más horas de diversión, en mi caso, yendo y viendo en el autobús al colegio de Gumiel de Izán (Burgos).

TODAVÍA SE PUEDEN COMPRAR

Afortunadamente para nostálgicos como la mayoría de los aficionados a los coches clásicos, es posible encontrar todas estás barajas en portales de compraventa como Wallapop, Todo Colección o Mil Anuncios. Por increíble que parezca, hay hasta unidades que están sin abrir, con su plástico. Casi daría pena quitárselo después de tantos años.

En mi caso, la baraja Coches Turismo es sinónimo de una época en la que todo era más sencillo y conseguíamos divertirnos sin aparatos electrónicos. No digo que fuera mejor, pero sí muy diferente. A continuación, os dejo todas las cartas escaneadas y os vuelvo a recomendar que visitéis Barajas y Naipes.

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Escrito por Iván Vicario Martín

Tengo la suerte de haber convertido mi pasión en mi forma de ganarme la vida. Desde que salí de la Facultad de Ciencias de la Información en 2004 me dedico profesionalmente al periodismo del motor. Arranqué en la revista Coches Clásicos en sus inicios, pasando a dirigirla en 2012, año en el que también me puse al frente de Clásicos Populares. A lo largo de estas casi dos décadas de carrera profesional he trabajado en todo tipo de medios, incluyendo revistas, radio, web y televisión, siempre en formatos y programas relacionados con el motor. Me vuelven loco los clásicos, la Fórmula 1 y las 24 Horas de Le Mans.

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