El Conservatorio Citroën es, como solemos decir en el mundillo, la cueva del tesoro para los aficionados a la marca francesa. Se encuentra situado a las afueras de París y en él se recogen los modelos más icónicos de una firma que se siempre se ha caracterizado por la constante innovación. Por lo tanto, guarda automóviles como los Traction Avant, los 2CV o Méhari, el GS o el prototipo del SM entre muchos otros.
Depende de la asociación La Aventura Citroën, emparentada con su homóloga de Peugeot, y su lema es “Nada nos mueve como un Citroën”. Y es que la firma francesa siempre se ha caracterizado por andar su propio camino, sin imitar a nadie, eso sí, pensando en facilitar la vida a los usuarios.
Está situado en Aulnay-Sous-Bois, a las afueras de París y es un auténtico museo con toda la historia de firma del doble galón. Allí podremos encontrar más de 400 piezas, lo que la convierte en la mayor colección de Citroën del mundo. De ellas, 250 están expuestas en su pabellón principal.
Además de funcionar como Museo, el Conservatorio Citroën se ha convertido en un elemento imprescindible a la hora de realizar actividades en torno a la historia y la afición por la marca. Todo gracias a la asociación La Aventura Citroën o a Amicale Citroën Internacional, una agrupación que aglutina a clubes, coleccionistas y aficionados a la firma.
QUÉ VER EN EL CONSERVATORIO CITROËN
Fundada en 1919 por André Citroën, la centenaria historia de la marca arrancó con el Tipo A, que fue el primer coche fabricado en serie en Europa y que, por supuesto, está presente en el Conservatorio. También hay otros modelos icónicos de preguerra, como el B10 -pionero en el uso de chasis de acero- o los C4 y C6. No falta el Rosalie, modelo que rompió varios récords mundiales de resistencia en su época.
Por supuesto, la saga de los Citroën Traction Avant tiene un protagonismo especial. Fue el automóvil que popularizó el uso de la tracción delantera en el Viejo Continente, concepto mecánico que se convirtió desde entonces en santo y seña de la marca. A partir de aquí, podremos disfrutar de los grandes iconos que todos recordamos, como el 2CV, la diosa DS, el GS, el CX o el deportivo con motor Maserati SM, hasta llegar prácticamente a la actualidad. Desde 2019, la marca DS cuenta con su propio espacio.
Citroën no descuida tampoco la historia de sus vehículos comerciales, como las furgonetas 2CV o Dyane o las más recientes C15. Aunque si hay un modelo que tenga protagonismo especial es la Tipo H, de la que se guarda la unidad producida. Fabricada entre 1947 y 1981, ha cobrado nueva relevancia, pues se ha convertido en una popular food track. Además, se puede disfrutar de algunos de los coches presidenciales de la marca.
LAS CARRERAS
La competición y el espíritu aventurero forman parte del ADN de Citroën, lo cual queda meridianamente claro en el Conservatorio. Empezando por los C4 con cadenas que protagonizaron los Cruceros Negro y Amarillo en el periodo de entreguerras. El primero tuvo lugar del 28 de octubre de 1924 al 26 de junio de 1925 y recorrió de norte a sur el continente africano, en una época en la que hacerlo era una verdadera aventura. Cinco años después, se afrontó la travesía por el continente asiático, emprendiendo una ruta que enlazó Beirut con Pekín.
También podremos disfrutar del 2CV Cross, la recordada versión de rallycross o los más recientes Citroën ZX Rally Raid que ganaron hasta en tres ocasiones el Dakar en 1994, 1995 y 1996. A lo largo de su vida deportiva, se impuso en 36 de las 42 pruebas en las que tomó parte. Una de las unidades expuestas participó en la única edición del raid París-Moscú-Pekín celebrada en 1992. Allí encontraremos los recordados BX 4TC Grupo B en versión de calle y de competición.
Además, en el Conservatorio podremos contemplar numerosos concept car como el sorprendente -qué Citroën no lo es- Karin, que parece casi una pirámide. O vehículos mucho menos conocidos en la historia de la marca, cómo el tractor Tipo J o incluso un helicóptero biplaza. El desarrollo de éste responde a una idea que hoy estaría plenamente vigente, pues buscaba ser una alternativa a los atascos.
CÓMO VISITAR EL CONSERVATORIO CITROËN
Afortunadamente, y no siempre sucede, es posible visitar el Conservatorio Citroën. Hay dos formas de hacerlo: la primera de ellas es intentando programar una visita escribiendo al correo de la colección conservatoire@citroen.com o en el teléfono (+33)1-56-50-80-20.
También podemos comprar nuestras entradas a través de la web de la Aventura Citroën. El pase normal cuesta 11 euros, mientras que los niños de 7 a 17 años pagan únicamente 6 euros. Los más pequeños entran gratis. Además, hay descuentos para trabajadores de Stellantis e hijos. Algunos días, existen rebajas en estas tarifas.
El horario de visitas es de 9:30 a 12:00 y de 13:00 a 17:30 horas durante todo el año. Sólo cierra los domingos y el 1 de enero y el 25 de diciembre. Se estima que el tiempo necesario para hacer la visita guiada es de una hora y media aproximadamente. Además, está permitido hacer fotos y dentro está ubicada la tienda para conseguir recuerdos y todo tipo de material de la marca.
La dirección del Conservatorio Citroën es Boulevard André Citroën en la población de Aulnay-sous-Bois, al lado de París, y se accede por la puerta 3. Si vamos en coche, hay un aparcamiento disponible. Si, por el contrario, queremos ir en transporte público, también es posible. Desde la estación de Gare du Nord, se puede llegar cogiendo el RER B en dirección al Aeropuerto Charles de Gaulle 2 TGV. Hay que bajarse en la estación Parc des Expositions y coger el autobús 350 hacia Porte de la Chapelle. Nos tendremos que bajar en la parada André Citroën-Visiteurs.