Se acerca el invierno y con el mismo una temporada donde el cuidado de los clásicos pasa a ser especialmente crítico según dónde nos encontremos.
Una época donde el frío y la humedad pueden hacer estragos no sólo con el óxido sino también con ciertos elementos del sistema eléctrico, deteriorando rápidamente a los vehículos más veteranos para desgracia de sus propietarios.
Así las cosas, desde La Escudería les vamos a dar una pequeña lista de consejos breves con los cuales sobrepasar mejor la estación invernal.
Eso sí, siempre presididos por la mejor de las indicaciones en relación a poseer un automóvil histórico: úsenlo. Úsenlo no sólo para asistir a concentraciones eventuales sino también para viajes recurrentes e incluso algunos pasajes del día a día.
MANTENGA LA BATERÍA EN ORDEN DE USO
Cuando hablamos de automovilismo histórico hemos de tener una serie de cuidados innecesarios en los modelos más actuales. En este sentido conviene realizar un arranque cada dos o tres semanas a fin de mantener la batería. No obstante esto resulta del todo imposible para determinados usuarios, quienes incluso guardan su automóvil clásico lejos de su residencia habitual.
Para este caso aconsejamos un cargador de mantenimiento capaz de mantener el nivel de carga constante. Obviamente mantenerla limpia y en buen estado -así como comprobar siempre el buen estado del alternador- también ayuda al cometido, siendo igualmente del todo necesario comprobar cómo hemos apagado convenientemente todos los elementos eléctricos del vehículo.
CUIDADO CON EL DEPÓSITO Y LOS LÍQUIDOS
Puede parecer un sinsentido pero si vamos a dejar inmóvil nuestro clásico durante varias semanas de invierno conviene hacerlo con el depósito de gasolina totalmente lleno. No en vano esto es el antídoto perfecto para la corrosión en el interior del tanque de combustible, lo cual puede traernos no pocos problemas y quebraderos de cabeza.
Eso sí, en este caso recuerde cómo no resulta nada conveniente dejarlo parado y lleno por más de seis meses debido a la eventual degradación del líquido. Ah, y hablando de líquidos no olvide emplear un aceite especial para clásicos así como comprobar el estado del líquido refrigerante; el cambio del aceite justo al final del verano -sobre todo tras un uso intenso- es también una cuestión de lo más recomendable.
USE PLATAFORMAS
Todo el peso del vehículo va a parar finalmente a los neumáticos, los cuales no sólo sufren en movimiento sino también en parado especialmente si vamos a dejar inmóvil nuestro clásico durante varios meses. Meses que, además, suelen estar caracterizados por suelos fríos y húmedos capaces de incapacitar las virtudes de los neumáticos una vez queramos recuperar la conducción de nuestro histórico llegada la primavera.
En suma: use borriquetas, Es un invento tan sencillo como práctico a la hora de procurar el buen estado de unos neumáticos sin deformaciones ni deterioros en estático.
ATENCIÓN A LOS FRENOS
Como ya le hemos dicho varias veces la falta de movimiento es el principal enemigo para una máquina concebida por y para el moverse. De esta manera el almacenamiento de su clásico en invierno será mejor si de vez en cuando baja al garaje para accionar los pedales de freno y embrague; siempre es bueno hacer esto con todas las partes móviles.
Además no resulta en absoluto aconsejable dejar el freno de mano accionado puesto que las pastillas se oxidarían junto al disco de freno llegado el caso; mejor deje engranada la primera marcha.
LAVAR, PULIR Y ENCERAR
Dejar la carrocería -atención especial a los pasos de rueda- sin ningún tipo de residuo con capacidad de ser corrosivo es primordial. Una operación con muy buen remate en la aplicación de una cera especial con la cual cuidar la apariencia de nuestro clásico, teniendo también la precaución de aplicar vaselina en ciertas partes móviles.
Por último le recomendamos dejar ligeramente ventilado el interior del vehículo, un punto tan importante en contra de los efectos de la humedad como el guardarlo en un emplazamiento sin humedad.
Imágenes de Gooding & Company / RM Sotheby’s.