FOTOS CHEVROLET CORVETTE GSII: GENERAL MOTORS
Imagina que de repente Porsche decide colocar el motor del 911 en posición delantera. Décadas de identidad claramente definida se irían por el desagüe. Seguramente correrían ríos de tinta en los que multitud de aficionados se rasgarían las vestiduras. Porque bien, vale, objetivamente poco sentido tiene ya seguir con el motor colgado del eje trasero pero… ¡Ésa es la forma y manera que define a todo Porsche 911!
Pues bien, algo parecido es lo que está pasando ahora mismo con la nueva generación del Corvette. Y es que la octava evolución del deportivo americano por excelencia -se presentó 11 años antes que el Mustang- es la primera con el motor en posición central. Sí, has leído bien. Una herejía para muchos forofos del Corvette, los cuales sólo conciben el modelo en base a un potente motor delantero montado sobre un chasis de batalla generosa.
No obstante, aunque desde su presentación muchos se están sorprendiendo, lo cierto es que esto andaba en la mente de Chevrolet desde los años 60. Sí, seis décadas en las que General Motors ha llegado a coquetear casi diez veces con la idea de instalar motor central en el Corvette. De hecho, una de las primeras intentonas será protagonista de excepción en el inminente Concurso de Elegancia de Amelia Island. Hablamos del Chevrolet Corvette Grand Sport-IIB de 1964.
UN CORVETTE CON MOTOR CENTRAL PARA VOLVER A LAS PISTAS
Vista la polvareda mediática levantada por el primer Corvette con motor central de producción en serie, Chevrolet ha decidido sacar argumentos de su historia. Por ello, en el próximo Amelia Island General Motors presentará todos los Corvette con motor central precedentes del actual C8. Y ojo, porque son bastantes y provenientes desde el comienzo de la saga. Los que seáis más duchos en la historia del modelo ya tendréis un nombre en mente: Zora Arkus-Duntov.
Ganador en su categoría en las 24 Horas de Le Mans de 1954, este piloto e ingeniero está considerado como uno de los padres del Corvette. Sin embargo, nada más presentar la primera versión de serie Duntov se enfrascó en toda suerte de proyectos a espaldas de los directivos de la General Motors. La idea era maximizar el potencial del Corvette para las carreras. ¿Resultado? Desde 1959 comenzaron a aparecer varias versiones del modelo realmente irreconocibles respecto al que podías ver por la calle.
No obstante, Duntov no estaba sólo en esto. El ingeniero Frank Winchell también tenía en mente situar al Corvette en las carreras, más aún después de 1963, momento en el cual General Motors decide salir del negocio de la competición. Tratando de lograr un vehículo superior, capaz de convencer a los directivos, coopera con el piloto Jim Hall y su escudería Chaparral Cars para desarrollar el Corvette definitivo. Eso sí, un Corvette con motor central.
EL PRIMER GRAN CORVETTE CON MOTOR CENTRAL: GS IIB DE 1964
Intentando permanecer alejados de la prensa y las miradas inquisitivas de los directivos que intuían la operación semisecreta de Winchell, el desarrollo del Corvette GS IIB se realizó en la pista texana de Midland. Según el historiador Karl Ludvigsen, allí este Corvette con motor central llegó a puntas de 320 km/h. Un dato nada desdeñable, más aún si tenemos en cuenta que su paso por curva no debería ser nada malo gracias a su batalla corta, bajo centro de gravedad y tan sólo 658 kilos.
Vamos, un coche capaz de manejarse bien en curvas y chicanes, pero también en largas rectas gracias al empuje de su V8 con 5’4 litros y más de 400CV. Con esta combinación… Alguno de vosotros ya habrá deducido cuál era el objetivo de este Corvette con motor central. Exacto: las 24 de Le Mans. Llegados a este punto dejemos volar la imaginación. A ver, el Corvette GS IIB se ultimó en 1964, momento en el que los primeros Ford GT40 marcaban puntas no muchos mayores, mientras que los Ferrari 330 P3 se movían en las cifras dadas por el Corvette de motor central en Midway.
Obviamente una carrera como Le Mans también necesita de una gran fiabilidad en los motores, pero… ¿Quién sabe? Quizás este GS IIB hubiera sido un protagonista inesperado. Sea como fuera lo cierto es que nunca llegó a las 24 Horas, aunque sí abrió la veda para toda una larga serie de prototipos con los que Chevrolet probó la idea de un Corvette con motor central. Una idea que, casi 60 años más tarde, al fin se lleva a la fabricación en serie gracias al C8.