Classicauto Madrid, el Salón Internacional del Vehículo Clásico, ha celebrado su quinta edición entre el 21 y el 23 de febrero.
Este año ha regresado a su emplazamiento original, el Palacio de Cristal de la Casa de Campo -el año pasado tuvo que trasladarse a los recintos IFEMA del Campo de las Naciones, por los trágicos sucesos del Madrid Arena- donde, pese al menor espacio, los vehículos antiguos parecen lucir más.
En esta ocasión, el lema «Hecho en España» ha sido el hilo conductor de la feria, que conmemoró varias efemérides de automóviles fabricados en nuestro país. Comenzamos con Renault: el R-4 celebraba el 50 aniversario del inicio de su producción en Valladolid, mientras que el Renault Siete cumplía 40 años. El stand de Renault Classic lo recordaba de forma bastante fría con un ejemplar de cada, junto con un Dauphine, un R-8 y un R-12.
Personalmente, creo que no es de recibo que una marca se presente para conmemorar dos fechas importantes de esta manera y que además no cuide los detalles exponiendo unidades ya vistas el año pasado, u otras poco vistosas y con tapacubos o embellecedores que no les corresponden, como fueron los casos del R-8 y del R-12.
Otro modelo con medio siglo a sus espaldas es el Simca 1000. La Fundación Eduardo Barreiros presentaba tres coches de su colección, entre ellos una curiosa unidad descubierta, ejemplar único, que se empleaba en la factoría de Villaverde para transportar a las personalidades importantes que acudían de visita.
Por parte de Seat, se celebraba el 30 aniversario del Ibiza. Un GLX con el bastidor nº 1 era la estrella del stand, junto con el Bimotor de Salvador Serviá que ya tuvimos la oportunidad de ver en el mismo lugar hace dos años.
1- Tres Simca 1000. La estrella está en el centro
2- Seat Ibiza nº1, probablemente con algunas modificaciones
Ambos modelos quedaban un poco camuflados entre sus hermanos actuales, en nuestra opinión como “gallos en corral ajeno” dentro de un certamen de vehículos antiguos. Por cierto, recordamos las fotos oficiales de la Seat de 1984 en las que se mostraba al primer Ibiza saliendo de la cadena de montaje, y el coche era un GL con tapacubos de plástico y asientos con reposacabezas hueco en vez de un 1.5 GLX con llantas de aleación y butacas con reposacabezas mullido. ¿Ha sufrido cambios esta importante unidad?
Y más efemérides: el Club de Aficionados al Citroën Traction Avant de Madrid celebraba el 80 aniversario de este trascendental automóvil con una exposición de las siete carrocerías fabricadas entre 1934 y 1956, destacando entre ellas una bonita cabriolet.
En cuanto al Club Porsche España, conmemoraba el 40 aniversario del 911 Turbo, aunque la pieza mas llamativa de su stand no era precisamente un coche… ¡sino un tractor!
1- Los Citroën Traction Avant, aquí en versión cabriolet, supusieron una revolución
2- Sí, Porsche también fabricó tractores y están bastante valorados hoy en día
3- Stand de Motor Clasico/Coche del año, Golf moderno incluido
Por parte de nuestros compañeros de la revista Motor Clásico se celebraba el cincuentenario del galardón internacional «Coche del Año” («Car of the year») con un Rover 2000, el primer automóvil de la historia en ganar este premio, junto a un Citroën CX, modelo elegido por los lectores de Autopista como el mejor Coche del Año de todos los tiempos. (Recordemos que en La Escudería también llevamos a cabo una votación en la que resultó ganador su hermano pequeño, el GS).
Un poco de todo
Entre los homenajes a personalidades del mundo del motor ha destacado el dedicado a
Ramón López Villaba, pionero en la fabricación de karts en España, creador de la marca Hispakart y afamado preparador, entre otras facetas. Uno de los stands mostraba algunos de sus trabajos más significativos, como el Hispakart de Fórmula 1430.
El mundo de la competición también ha estado presente a través de Lancia, con cuatro modelos de entre 1974 y 1992 expuestos por Teo Martín, entre ellos el mítico Stratos ya mostrado el año pasado o el Delta S4 que supuso el fin de los legendarios Grupo-B.
1- Entre los tesoros de Ramón López hay un TVR Tuscan, un Chevron B8 y un Hispakart F1430
2- Exposición Lancia. Vehículos de la colección de Teo Martín
3- Había unas cuantas motos veteranas impresionantes, como esta Henderson tetracilíndrica
Por parte de las dos ruedas, han destacado las exposiciones dedicadas a la Bultaco Frontera -con ejemplares desde 1975 a 1982- y a la Pursang MK15. Mención aparte merecen las motos veteranas presentes, de las que Harley Davidson ha sido una marca protagonista, o el rincón dedicado a la Historia del trial en nuestro país.
LOS CABALLOS ALADOS
Lo que más nos ha llamado la atención de este salón ha sido el recién restaurado Pegaso Z102 BS2E -Berlineta Saoutchik 2ª Serie Especial- traído por Juan Lumbreras y que fue objeto de un completo artículo en el número 306 de Motor Clásico.
Un automóvil único en el mundo, diseñado por el carrocero francés de origen bielorruso Jacques Saoutchik en 1954. Este vehículo fue propiedad de Pedro Solís Laso de la Vega, duque de Osuna, quien lo trajo a Madrid en 1955 y lo registró con la matrícula M-136589. Por otro lado, uno de sus últimos dueños fue Félix Creus, hermano del caballero piloto Antonio Creus.
A unos pocos metros también destacaba un Z-102 Enasa descapotable presentado por Pueche.
1- Pegasin Z102 BS2E, un automóvil único expuesto (Cedida por el organizador)
2- Otro Pegaso, está vez con carrocería cabriolet ENASA y traído por los Pueche
Por tercer año consecutivo se ha organizado el Corcurso de Elegancia Frederique Constant, centrado en esta ocasión en tres modelos de Alfa Romeo: Giulietta, Giulia y Alfetta. Coches en un estado fantástico entre los que por ejemplo sobresalían la Giulietta Spider ganadora, un par de Giulietta SS o un rarísimo Giulia Sprint GTC cabrio; aunque en un espacio algo desangelado, eso sí.
Como siempre, los clubes han completado el certamen con su presencia, ya fuera con stands o participando en las concentraciones celebradas en el exterior del recinto, añadiendo interés al salón.
Y hablando del exterior, también ha destacado la novedad del Motorshow, una especie de slalom para aficionados en un circuito con gradas habilitado en los aparcamientos, donde hemos podido disfrutar, sólo el sábado y el domingo, de joyas en acción como Renault 5 Turbo o la presencia del campeón de carreras de camiones Antonio Albacete, el cual se apuntó con un Mini.
1- Alfa Romeo Giulietta Sprint Speciale. No ganó, pero era una preciosidad
2- Se aprovechó en aparcamiento con el slalom del Motorshow
Feria de capa caída
Este año las piezas de recambio han copado el espacio, junto con los puestos de miniaturas de restos de coleccionables de kiosco, hasta el punto de haber ocupado casi por completo la planta baja del Palacio de Cristal en detrimento de los vehículos en exposición.
Donde en años anteriores hemos podido disfrutar del mercado de particulares y de espacios de restauradores o especialistas en modelos concretos, este año nos hemos encontrado con una oferta muy escasa y poco llamativa de coches.
También la tercera planta, tradicionalmente reservada a lo más interesante, nos ha sabido a poco comparada con ediciones anteriores, ¡y hasta nos ha hecho dudar de la nota de prensa que anunciaba “más de 500 vehículos expuestos”!
Bien es verdad que el precio de los alquileres de los espacios feriales ha subido, pero ¿tanta mella está haciendo la crisis como para no acudir al que pretende ser el salón más importante de España y lucirse alquilando un stand? Y aun si es así, ¿tiene que repercutir ese precio en los expositores, haciendo que se lo piensen dos veces antes de ir, o en el precio de la entrada ofreciendo menos por más? Es una pena…
En cualquier caso, y si comparamos las dos últimas ediciones de ClassicAuto Madrid, creemos que ha habido un bajón de calidad. No nos dedicamos a organizar salones, pero desde nuestra perspectiva de asistentes creemos que para el año que viene responsables de recintos feriales, gestores de eventos y expositores deberían hacer autocrítica con vistas a presentar una propuesta mejor.
4 Comments
Leave a Reply