Esta es la crónica de un viaje que nunca pensé en hacer. Y es que, las excursiones más inesperadas, sin apenas pararse a planearlo, son las que mejor salen. En este caso, os contaré cómo pasé tres días por Francia con un Renault 21 Turbo en una salida completamente improvisada. El jueves me avisó mi amigo Pelayo para hacer un viaje relámpago. El plan era salir el viernes por la tarde a Francia, al evento de Losange Passion International Renault en el Autódromo de Linas-Montlhéry que se celebraba el sábado.
No lo dude ni un instante y acepte la oferta, ya que, además, íbamos a ir al evento en un coche ideal para ello, en su Renault 21 Turbo, que ya tenía inscrito. Un clásico que permite rodar a buenas medias y con un confort muy similar al de automóviles modernos. Recordemos que su motor de 2 litros rendía 175 CV, a lo que se suma una estética de lo más pintona y unos acabados de nivel.
El viernes, salimos de Asturias a las 14:30 horas para llegar a dormir de madrugada a la ciudad de Orleans. De esta forma, avanzamos lo más posible el viernes y así el sábado solamente tendríamos una hora de viaje hasta el autódromo. El sábado por la mañana, salimos dirección Linas y llegamos al Montlhéry poco después. Allí nos recibe el Club des Amateurs d’Anciennes Renault, el organizador del evento, que contaba con el apoyo de Renault Classic y Alpine.
UN EVENTO POR TODO LO ALTO
En el aparcamiento habilitado para todos los asistentes, pudimos ver infinidad de modelos la marca francesa de todas las épocas. Hablamos de coches como los Renault Frégate, R4, R16, R30, Espace de las tres primeras generaciones, R21 Turbo como el nuestro, R25 V6 Turbo y un largo etcétera. En definitiva, allí había representación de casi todos los modelos Renault que se nos puedan ocurrir. Y es en el evento se llegaron a reunir cerca de 800 vehículos, incluyendo también industriales.
En dos apartados teníamos los distintos Renault 5 celebrando su aniversario con todas sus versiones, así como ejemplares de competición de época, como el Rifford de 1955, el Nervosport o el 40CV des Records, a los cuales pudimos ver en acción en el autódromo. Aunque, como suele ser habitual, centraron las miradas los R5 Maxi Turbo de rallies. Asistieron al evento pilotos como Jean Ragnotti, Jacques Cheinisse ,Julien Saunier y Jean Vinatier entre otras personalidades del motor.
La inscripción incluía dos tandas en el circuito en las que dar un poco de alegría el Renault 21 Turbo, La Turbo como le dicen en Francia, además de otras dos más tranquilas para hacer fotos a todos los asistentes. Estos llegaron de toda Europa. También había un zona mercadillo de repuestos y automobilia, como los food trucks para la comida, de forma que no teníamos la necesidad de salir del recinto. Resultó una jornada de sábado perfecta, tras la cual nos fuimos a hacer un poco de turismo. Ya en el hotel, en Tours, me llamó la atención un folleto de publicidad con un Opel Manta 400 en portada. Era un publicidad del Museo Matra, que tenía una exposición de coches de rallye de pilotos franceses. Pelayo y yo tomamos la decisión de visitarlo al día siguiente casi de inmediato.
CON EL RENAULT 21 TURBO AL MUSEO MATRA
Salimos del hotel a primera hora dirección a Romorantin, aprovechando para desayunar en un mercado de un pueblecito pequeño pegado a la carretera nacional que habíamos cogido. Al poco tiempo, ya estábamos delante del Museo Matra y su anunciada exposición de coches de rallye. Allí nos encontramos, además del Manta, máquinas como el Fiat 131 Abarth, el Peugeot 504 o el Citroën ZX del París-Dakar entre otros muchos.
Luego ya en la parte Matra del museo, existe un apartado todos los motores de competición expuestos y otro con los coches de F1 y de resistencia como el MS80 o el MS670 de las 24 Horas de Le Mans. Abajo, encontramos los Matra-Simca con los Bagheera, Murena y Rancho, además de otros tantos prototipos de la marca. Por supuesto, no faltan los dos primeros prototipos de Espace, junto a las tres primeras generaciones que se fabricaron allí. Destacan la Renault Espace F1 y la Espace Sbarro, junto al último modelo fabricado allí, el Avantime.
Al salir del museo, no nos resistimos a sacar una foto delante de la antigua fachada de la fábrica de Matra. Una vez inmortalizado el Renault 21 Turbo, salimos de Romorantin por las nacionales dirección Asturias. Una ruta en la que pudimos ver antiguas agencias de distintas marcas, pueblos preciosos y algún que otro aficionado más al motor. Sin duda, un viaje que ha sido toda una experiencia gracias al buen ambiente entre los participantes del evento, a los aficionados que encontramos por algún pueblo, así como los dueños de concesionarios que sigue viviendo con afición la marca que representan; y cómo no, por hacer este viaje en buena compañía y con el coche prefecto para ello, La Turbo…
Texto y fotos de Viejesglories.