Os proponemos un artículo diferente, toda una serie de historias cortas sobre coches clásicos, sin más objetivo que haceros disfrutar un rato. Son las típicas curiosidades que muchas veces se comentan en los círculos de aficionados. También vamos a desmontar algún mito, la clásica historia errónea que se ha convertido en dogma a base de repetirla.
Por lo tanto, os vamos a hablar de la estatuilla arrodillada de Rolls-Royce o del “parentesco” entre el Ford T y el Ferrari F40. También hablaremos de los Renault Siete y 7 o de cómo volcar un Citroën 2CV, asunto para nada sencillo. Además, os contaremos de dónde viene la denominación salpicadero, que inicialmente no estaba dentro del coche.
No os perdáis tampoco cómo se creó el primer Polo Harlekin o qué significa la G de la caja de cambios del Porsche 959. Y hablando de Porsche, os contamos como una infidelidad disparó las ventas del 911 Turbo en los Estados Unidos. Acabaremos con la historia de cuando Volvo estuvo a punto de tener su propio S4.
EL MITO DEL ESPÍRITU DEL ÉXTASIS
Hay leyendas que permanecen en el imaginario colectivo sin que se sepa muy bien de dónde han salido. Una de ellas se refiere a la mascota de Rolls-Royce, el Espíritu del Éxtasis, y habla de su posición según el receptor del coche. Se suele afirmar que iba arrodillada en las unidades que iban destinadas a la realeza, mientras que el resto de los compradores recibían su Rolls con el Espíritu del Éxtasis de pie.
El motivo real era mucho más mundano, y es que la posición inclinada de la mascota respondía simplemente a un intento de mejorar la visibilidad del conductor.
CÓMO VOLCAR UN CITROËN 2CV
Si habéis tenido la ocasión de conducir o ir de pasajeros en un Citroën 2CV, seguro que habéis pensado que parecía que iba a volcar debido a las inclinaciones que alcanza la carrocería. Resulta que sucede todo lo contrario. La peculiares suspensiones del 2CV hacen que absorba prácticamente toda la fuerza lateral haciendo que sea casi imposible de volcar, aunque demos un volantazo a gran velocidad.
En un programa británico trataron en vano de volcar un Citroën 2CV a base de dar volantazos a mucha velocidad. Finalmente lo consiguieron, ¡circulando marcha atrás! Mejor que lo veáis en vídeo.
CUATRO COCHES PARA EL POLO HARLEKIN
En 1995, Volkswagen presentó una versión multicolor del Polo con el que se pretendía publicitar la primera carrocería cinco puertas del modelo. El coche tuvo tanto éxito que se acabó sacando una serie limitada de 1.000 unidades denominadas Harlekin. Hasta aquí la historia conocida. Lo que casi nadie sabe es que, para hacer el primer coche, se cogieron cuatro unidades de diferentes colores (rojo, azul, amarillo y verde) al final de la cadena de montaje.
Con partes de la carrocería de cada una de ellas, se montó la conocida versión. El modelo base fue el azul, del que se conservan el techo, el lateral final de la carrocería y las taloneras.
DE DÓNDE VIENE EL SALPICADERO
Hay denominaciones que se usan desde los albores de la automoción y que, con el paso del tiempo, han perdido su sentido original. Una de ellas es la de salpicadero, que, como se puede imaginar, viene de salpicar, ya que era la tabla que tapaba los pies de los conductores de carruajes y carrozas y evitaba las salpicaduras. Dicho componente, se trasladó a los primeros automóviles, cuyas carrocerías no eran sino carrozas, de ahí que se conservara la forma de llamarlo.
Con el paso de los años y una vez que la mecánica tapó lo que originalmente era el salpicadero, la denominación se conservó para la parte que daba al interior del mismo.
¿POR QUÉ HUBO RENAULT SIETE Y 7?
Inicialmente, cuando FASA se lanzó a construir la versión sedán del popular Renault 5, en Francia no se fiaron de que el coche resultante mereciera una denominación de la casa. Por eso, en la primera versión del modelo de 1974 se empleó el “Siete” escrito. También se dijo que, de esta forma, se remarcaba el carácter 100 % español del modelo. Lo cierto es que, en segunda fase, el coche pasó a denominarse con número, integrándose con el resto de la gama Renault.
Además, hay otra leyenda urbana que dice que las lunas delantera y trasera del Renault 7 son iguales. Desafortunadamente para sus propietarios, no es cierta.
CURIOSIDADES DEL FERRARI F40
Tal y como sucedía en el Ford T, todos los F40 se vendieron pintados en un único color, en este caso rojo. El motivo no fue el ahorro, sino que ése era y es, el tono por antonomasia de la marca. Ni siquiera Diego Armando Maradona consiguió que le pintaran el suyo en negro. Un detalle que nunca ha sido explicado tiene que ver con la inscripción en relieve “F40” en su alerón, que sólo aparece en el lado derecho, no en el izquierdo.
Por último, el Ferrari F40 fue el primer coche en romper la barrera psicológica de las 200 millas por hora (321 km/h), pues alcanzaba los 324 km/h de velocidad punta.
LAS SEIS MARCHAS DEL PORSCHE 959
El hipertecnológico Porsche 959 fue uno de los primeros coches de serie en ofrecer una caja de cambios de seis velocidades. Lo curioso es que la marcha más baja está identificada como G y es una relación superlenta para uso todoterreno. De hecho, dicha G significa literalmente Gelände (terreno en alemán, de ahí el nombre de Clase G en Mercedes-Benz).
En todo caso, para iniciar la marcha se engrana la primera, que va hacía atrás, como en una caja de cambios “dog leg”. Dicha distribución se considera más deportiva porque se usaba en competición, al favorecer los cambios de segunda a tercera y viceversa.
LOS COLORES DEL FORD T
Lo decía Henry Ford, “el cliente puede elegir su Ford T en el color que quiera siempre que sea negro”, es decir, que no había mucho donde elegir. Sólo en los años 1908, 1909, 1926 y 1927 se pudo optar por colores distintos al negro. La excusa oficial era que la pintura negra se secaba más rápido, aunque la real era la reducción de costes…
Recordemos que, en su afán ahorrar, Ford usaba los listones de las cajas de madera en la que recibía algunos componentes para fabricar el suelo del Model T. Cuando uno de sus suministradores cambió dichos embalajes, le obligó a volver a las cajas iniciales.
EL PELIGRO COMO PUBLICIDAD
En Estados Unidos, una señora dejó el Porsche 911 Turbo de su marido a su amante, quien acabó accidentando el coche. El marido obtuvo el divorcio sin mayores problemas y la buena señora no tuvo otra idea que ¡denunciar a Porsche por el delicado comportamiento del coche! Sorprendentemente, ganó el juicio y la marca alemana tuvo que pagarle una indemnización, además de verse obligada de advertir a sus clientes.
Para Porsche fue una campaña de publicidad impagable, ya que el 911 Turbo pasó a ser visto como un coche casi para pilotos y no para conductores normales. Esto hizo que las ventas del modelo se dispararan en Estados Unidos. Todo gracias a una infidelidad.
LOS S4 Y F4 DE VOLVO
Acabamos esta lista de curiosidades del automóvil con Volvo. En los 90, la marca sueca decidió relanzar su gama de producto, lo que incluía nuevas denominaciones. Para los sedanes, se resolvió usar la S (saloon) y en los familiares la F (flexibility). Cada letra iría junto a un número en función del tamaño del coche. De esta forma, con los coches listos y toda la campaña publicitaria a punto, se disponían a presentar su S4… Hasta que recibieron un toque de atención de Audi, que ya había lanzado su primer S4 a principios de la década.
La solución fue añadir un 0 a la denominación inicial, de forma que los Volvo S4 pasaron a ser los S40. ¿Y los F4? Pues se convirtieron en los V40, siendo la V de versatility. Tampoco era plan de cabrear a Ferrari.