Como no podía ser de otra manera, todo tiene su explicación y la clave está en las siglas PLR. Significan Poids-Lourd Rapide, es decir, camión rápido en francés. Y es que, en el caso del Citroën DS PLR Break Mille Pattes, tan importante es lo que se ve -los cinco ejes y sus correspondientes diez ruedas-, como lo que no-.
Lo que no se ve es la rueda de camión que integra en su interior y que es el motivo de la creación de este estrafalario “ciempiés” -traducción al español de Mille Pattes- que podéis ver en las fotos.
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RESPUESTA A UNA NECESIDAD
A principios de la década de los 70, Michelín, entonces accionista de Citroën, necesitaba un vehículo para testar sus neumáticos de camión y autobús a alta velocidad. Hacerlo con vehículos de serie entrañaba peligros que en la marca francesa no deseaba correr, por lo que se decidió construir uno específico, de ahí el nacimiento de nuestro protagonista de nombre kilométrico: Citroën DS PLR Break Mille Pattes.
Un nombre acorde con el resto de cifras de un coche que, en cualquier caso, no es ni siquiera un Citroën DS. Del «Tiburón”, concretamente de la versión Safari, tomaron prestados varios paneles de carrocería y parte del frontal. El resto del coche está construido desde cero, aunque se emplearon elementos de la furgoneta Citroën H, como las ruedas de 16 pulgadas, mientras que los tres ejes posteriores provienen del Peugeot 504.
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El interior también se tomó del DS, aunque lógicamente se le instaló abundante instrumentación para recopilar todos los datos de los test y ofrecer información a los pilotos de las pruebas. Contaba con un Halda Tripmaster para medir distancias recorridas.
Dos eran los pasajeros del Mille Pates, el conductor y un acompañante que se encargaba de los diferentes ensayos que se estaban llevando a cabo.
La plataforma resultante contaba con cinco ejes, dos direccionales delante y tres detrás, que eran los responsables de la tracción. Entre ellos se montó un sistema en el que se acoplaba la rueda que se iba a ensayar y que podía bajarse o subirse a voluntad. Era este sexto eje permitía hacer todo tipo de pruebas, como aumentar la presión de la rueda contra el suelo para imitar los diferentes niveles de carga de un camión.
¡DOS MOTORES DE CORVETTE!
El Citroën DS PLR Break Mille Pattes medía -y mide, pues se conserva en el museo de Michelin- nada menos que 7,2 metros de largo y 2,45 de ancho.
Para mover dicha mole, se montaron dos motores de Chevrolet Corvette en su parte trasera. Concretamente se trata del V8 small block de 5.735 cm3 y 350 CV de potencia, asociado a una caja de cambios automática de origen General Motors. El primero de ellos actuaba sobre los tres ejes posteriores del Mille Pates, mientras que el segundo transmitía su potencia a la rueda central que se estaba probando.
Por lo tanto, podemos decir que se trata de un vehículo 11×7, el único en la historia con dicha configuración. El peaje a pagar es un peso también fuera de órbita, pues aunque no llega a lo del Berliet T100, da en la báscula más de nueve toneladas, concretamente 9.150 kilogramos.
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Pese a todo, su velocidad máxima se situaba en 180 km/h y permitía hacer pruebas a 150 km/h de manera sostenida. Dichos test se llevaban a cabo en el Centro de Ensayos y de Investigación de Ladoux de Michelin, situado al lado de Clermont-Ferrand y que fue inaugurado en 1965.
CONSUMO DISPARADO
Otro asunto era el consumo durante las pruebas. Como os podéis imaginar, los dos motores V8 americanos no resultaban precisamente frugales, más bien al contrario, lo que hizo necesario la instalación de dos depósitos de gasolina de 90 litros cada uno. Se dice que el consumo se acercaba a los 100 l/100 km, lo que permitía probar durante una hora seguida aproximadamente.
Por cierto, que el acceso a los motores se hacía por la trasera, donde iría el teórico maletero en un DS de serie. En este caso, se conserva el sistema de doble puerta del DS Break y los pilotos, aunque la mayor anchura impone la presencia de una triple ventana. Una vez abierto, encontramos los dos motores V8 perfectamente accesibles.
Otro detalle curioso son las enormes entradas de aire a lo largo de la carrocería en los huecos que corresponderían a las ventanas. Y es que había que refrigerar tanto las mecánicas como la rueda que se estaba probando.
EN LA ACTUALIDAD
Nuestro protagonista se conserva en L’Aventure Michelin, el museo que el fabricante de neumáticos tiene en Clermont-Ferrand (Francia). Además, en ocasiones seleccionadas sale de la exposición para alguna exhibición.
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Para terminar, aquí os dejamos un vídeo del Citroën DS PLR Break Mille Pattes en acción. Decir que impresiona es quedarse corto.
TODAS LAS IMÁGENES DEL CITROËN DS PLR BREAK MILLE PATTES
Fotografías: Michelin