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Dos Hispano-Suiza en América, subastas de la marca en los Estados Unidos

La oferta de los Hispano-Suiza en Estados Unidos de cara a una subasta a comienzos de este octubre nos despierta el recuerdo de lo importante que el mercado americano fue para la histórica marca.

Si hubo una empresa capaz de dominar el mercado automovilístico en sus inicios ésta fue Ford. Caracterizada por incrementar su producción en base a reducir costes y precios gracias a su novedosa cadena de montaje, la empresa estadounidense dio el pistoletazo de salida al automovilismo masivo con su Model T a la par que inauguraba fábricas en lugares tan dispares como Cádiz, Buenos Aires o Yokohama.

No obstante, su apuesta por lo relativamente popular dejó a un lado el lucrativo segmento de la alta gama; ni más ni menos que el nicho de mercado más importante para la industria del transporte privado durante aquellos primeros días del automovilismo junto con el relativo a las bicicletas.

Una disparidad capaz de hablarnos sobre los severos contrastes sociales de una época aún sin clases medias; aquellas que -a la postre- habrían de convertir al automóvil en un objeto de masas a partir de los años cincuenta según aumentaba el crecimiento de las ciudades, el sector servicios, las posibilidades crediticias y el consumo en general.

Así las cosas, las marcas de lujo relativas a los comienzos del siglo XX vieron un campo abierto tanto en Europa como en los Estados Unidos. Es más, exceptuando varapalos como las crisis financieras de 1907 o 1929 todas ellas crecieron de forma general en su facturación; de hecho existen ejemplos tan llamativos y paradójicos como el de Duesenberg, la cual llegó a aumentar sus ventas tras el Crack de 1929.

ESTADOS UNIDOS, UN MARCADO CLAVE PARA LA HISPANO-SUIZA

Fundada en Barcelona el 14 de junio de 1904, La Hispano-Suiza Fábrica de Automóviles S.A experimentó un rápido crecimiento a pesar de lo limitado del mercado español. Situación por la que muy poco después puso sus miras en Francia, donde de las naves alquiladas en Levallois-Perret se saltó en 1914 a las modernas instalaciones de Bois-Colombes.

Una referencia clave para La Hispano-Suiza, siendo fabricados allí buena parte de sus mejores y más exclusivos modelos mientras en Cataluña la factoría de La Sagrera ponía sus afanes en omnibuses y sucesivos modelos a los cuales hoy en día podríamos calificar como “de acceso”.

Con todo ello los primeros años de La Hispano-Suiza fueron realmente satisfactorios, contemplando un crecimiento tanto en capital como en ganancias a la par que la excelente labor técnica a firma de Marc Birkigt aupaba la fama de la marca al nivel de Rolls-Royce o Isotta Fraschini. Justo el contexto propicio para pensar a lo grande, anhelando la entrada en el mercado estadounidense como un medio perfecto a fin de asentarse plenamente.

Algo acaecido en 1912 cuando un conjunto de empresarios radicados en los Estados Unidos no sólo realizaron un primer pedido a La Hispano-Suiza -la cual sirvió los chasis desnudos a fin de ser carrozados al gusto del cliente-, sino que incluso anunció su interés por convertirse en distribuidores de la marca. Hecho éste que, al poco, lograba hacer del estadounidense uno de los principales mercados para La Hispano-Suiza.

DOS LOTES OFRECIDOS POR RM SOTHEBY’S

Dicho lo dicho uno no puede sorprenderse lo más mínimo ante la aparición de unidades Hispano-Suiza entre los coleccionistas estadounidenses. Es más, de cara al próximo mes de octubre la casa de subastas RM Sotheby’s ofrecerá dos lotes en este sentido dentro de su evento en Hersey, Pensilvania.

El primero de ellos es un Tipo 16T “Roadster” de 1923 relativo a la producción de La Sagrera. Dotado con un motor cuatro cilindros cubicado en 2.951 cc de éste llegaron a producirse unas 950 unidades entre 1916 y 1924. Un vehículo pequeño, ligero y hoy en día realmente escaso del cual se especula que precisamente ésta sea la única unidad depositada en los Estados Unidos.

Hispano Suiza Estados Unidos Detalle

Asimismo, el segundo hace referencia a un mucho más imponente H6B Tourer de 1926; éste ya sobre un chasis a firma de la factoría de Bois-Colombes para posteriormente montar una carrocería londinense a firma de Hooper & Company.

Por cierto, a modo de llamativa curiosidad este chasis 11582 se entregó originalmente en Kenia, donde sirvió como automóvil de todo uso al menos hasta los años sesenta -merece la pena contemplar las fotos de época expuestas en el catálogo de RM Sothebys’s-.

Tras esto el vehículo ha permanecido en los Estados Unidos, donde no se le repusieron unas llantas acordes al tamaño de su paso de rueda tras haberse sustituido en los años sesenta por otras más pequeñas y aptas para los neumáticos de aquellos años. Quien sabe, quizás con algo de suerte este Hispano-Suiza experimente un adecuado proceso de restauración. Estaremos atentos.

Imágenes: RM Sotheby’s

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Escrito por Miguel Sánchez

A través de las noticias de La Escudería, viajaremos por las sinuosas carreteras de Maranello escuchando el rugido de los V12 italianos; recorreremos la Ruta66 en busca de la potencia de los grandes motores americanos; nos perderemos por las estrechas sendas inglesas rastreando la elegancia de sus deportivos; apuraremos la frenada en las curvas del Rally de Montecarlo e, incluso, nos llenaremos de polvo en algún garaje rescatando joyas perdidas.

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