Dos maneras geniales de arrancar un Escarabajo

[dropcap]C[/dropcap]Con más 20 millones de unidades producidas el Volkswagen Beetle es uno de los clásicos más famosos y entrañables del mundo. En cuanto a esto último, lo cierto es que no conozco a nadie a quién un Escarabajo no le arranque una sonrisa, algo que muy probablemente tenga que ver, aparte de con su pintoresca apariencia, con el alto grado de unión entre el conductor y la máquina que permiten.

Uno tiene que hacerse cargo de sus limitaciones, pero a cambio obtiene una proverbial fiabilidad y ratos impagables. El conductor tiene que poner de su parte, cuidar de engranar la segunda marcha cuando este diseño del doctor Porsche es incapaz de encarar una cuesta; mientras sube, tiene tiempo para pensar y, sobre todo, disfrutar de las simpatías que despierta a su paso…

Los Volkswagen Beetle también son ideales para hacer nuestros primeros pinitos mecánicos; y es que, con este tipo de clásicos, dándole un poco a la sesera, es posible para un lego en la materia entender y encontrar una solución más o menos inmediata a sus problemas. He aquí uno sencillo: ¿Qué hacer si nuestro Escarabajo no arranca?

Mi Beetle no arranca, ¡no hay problema!

Obviamente es mejor aplicar una solución un poco más refinada -como repararlo-, pero no deja de resultar gracioso como arrancan estos dos brasileños sus monturas. Vamos con el primero…

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Excelente, utiliza algo así como el metodo de la peonza: Una marcha larga, un cordel alrededor de una de las poleas del motor y ¡voilà! Aunque parezca increíble el VW Beetle no tiene más remedio que despertar. Veamos el segundo caso de arraque de emergencia…

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Quién lo hubiera dicho, hace falta ser un tío fuertote pero ahí lo tenéis, lo ha arrancado a pulso entre las felicitaciones de sus compatriotas; eso sí, es un método algo más elaborado que el anterior ya que hace falta un gato… En fín, espero que el inmortal Escarabajo os haya vuelto a sacar una sonrisa.