Uno de los mayores éxitos de General Motors es, sin duda alguna, el Opel Corsa. Aunque en la actualidad la marca pertenece a Stellantis, no hay que olvidar que estuvo ligada al gigante americano mientras este fue el número 1 mundial -y lo fue durante décadas-. Y ese éxito está íntimamente ligado a España, el Corsa se ha fabricado en España desde el principio.
El Opel Corsa A es el producto de los duros ajustes que implicaron para el sector del automóvil las crisis del petróleo de 1973 y 1979. El mercado demandaba coches más pequeños y eficientes, especialmente en Europa. General Motors estaba vendiendo un utilitario universal desarrollado con Isuzu, que tuvo muchísimos nombres, aunque los resumimos en Chevrolet Chevette y Opel Kadett C.
Pero el modelo global de plataforma T mantenía la disposición tradicional de motor delantero longitudinal y propulsión trasera, que no es idónea para coches pequeños, como demostró entre otros el Mini de BMC en 1959. El gigante americano hizo sus pinitos con la tracción delantera con la plataforma X en 1979, la base de los desastrosos Chevrolet Citation, Oldsmobile Omega, Pontiac Phoenix y Buick Skylark.
PRIMER TRACCIÓN DELANTERA DE OPEL
En paralelo, Opel sacó su primer tracción delantera en el mismo año, el Kadett D, con la nueva plataforma T de motor transversal y tracción delantera. En el segmento compacto, el Ascona de 1981 también adoptó la tracción delantera con la nueva plataforma J. Dicha plataforma se usó también para los Chevrolet Cavalier, Pontiac J2000, Oldsmobile Firenza, Buick Skyhawk y Cadillac Cimarron. En otros mercados se usó en Vauxhall Cavalier (Reino Unido), Isuzu Aska, Chevrolet Monza, etcétera.
A partir de la nueva plataforma T, se planificó una versión subcompacta para coches más pequeños, recortando la distancia entre ejes de 2.514 a 2.343 milímetros. Se bautizó como S-Car y compartió el esquema de suspensión. En el eje delantero tenía columnas McPherson con la barra estabilizadora acopada a la bieleta diagonal, como el Fiat Ritmo, y frenos de disco.
En cuanto al eje trasero, donde llevaba frenos de tambor, los muelles eran bicónicos y los amortiguadores excéntricos (no iban integrados dentro de los muelles). El motor quedaba levemente inclinado para evitar sacudidas acelerando. Erhard Schnell, diseñador del Opel GT, Ascona B, Kadett D, Calibra… le dio forma al supermini de GM.
OBJETIVO: EUROPA
General Motors entró en España al abrirse una ventana de oportunidad. En 1970, nuestro país tenía fábricas que se utilizaban fundamentalmente para abastecer al mercado local, y los fabricantes estaban obligados a que el contenido del vehículo tuviese un 90 % de origen español. Eran las rémoras del proteccionismo impulsado durante el franquismo. La falta de proveedores o la calidad de estos era una barrera de entrada adicional al mercado español, y no tenía mucho sentido como base para exportar.
Sin embargo, todo cambió al cambiar la legislación en 1972 -el primer “decreto Ford”-, que permitió un mínimo del 50 % del valor del vehículo de origen local, lo cual abrió el camino a dos gigantes del motor estadounidenses: Ford y General Motors. España, que estaba próximo a incorporarse a la Comunidad Económica Europea (CEE), se convirtió de repente en atractiva para la producción masiva de una nueva generación de utilitario subcompacto con motor transversal de tracción delantera que nada tenía que ver con los catálogos de GM.
En el caso de General Motors, la decisión de implantarse en España para producir el proyecto S-Car se tomó en 1979, cuando los Ford Fiesta ya salían en masa de la nueva fábricas de Almussafes. La subsidiaria local, General Motors España S.A., quedó constituida en noviembre. El emplazamiento elegido fue Figueruelas; en Aragón no había ninguna otra fábrica de automóviles y la economía local estaba basada en el sector primario. GM tuvo que invertir la friolera de 100.000 millones de pesetas de la época. Se da la circunstancia de que Aragón había perdido en 1972 la adjudicación de la fábrica de Ford que se quedó en Valencia.
LLEGADA AL MERCADO DEL OPEL CORSA A
El 14 de marzo de 1980, comenzó el movimiento de tierras con la asistencia del presidente de GM, Elliot M. Estes. Mientras se construía la fábrica, viajaron a Alemania Occidental (RFA) más de 500 empleados de la filial española para formarse. El proceso de construcción quedó completado a comienzos de 1982. La primera carrocería preserie se completó el 30 de abril, y el 14 de mayo estuvo listo el primer coche completo, que carecía de logotipos.
Cuando comenzó la producción en serie del nuevo Corsa (en el argot inglés, SoP o job 1), el 30 de agosto de 1982, habían transcurrido 899 días del inicio de las obras. En solo un mes, 30 de septiembre, fue primicia en el Salón de París. La inauguración oficial de la planta aragonesa fue el 5 de noviembre, cuando asistió el Rey Juan Carlos I escoltado por una nutrida cantidad de políticos. En diciembre, la fábrica estrenó su conexión ferroviaria, y antes de las campanadas de 1983 se produjeron unas 22.000 unidades del Corsa. Eso no fue más que un aperitivo, porque el Corsa fue un éxito arrollador.
Las ventas comenzaron en septiembre de 1982 para España y Francia, luego Italia, y desde 1983 para el resto de los mercados europeos. En el Reino Unido adoptó el nombre de Vauxhall Nova para evitar chanzas con Corsa, ya que en inglés “coarser” se puede traducir como tosco, maleducado o rudo. Hoy día son más del “yes, of Corsa” y se lleva con naturalidad.
GAMA OPEL CORSA DE 1982
Cuando salió a la venta sólo tenía dos carrocerías, la corta de tres puertas y la berlina de dos puertas. El primero era el Opel Corsa “a secas”, con la parrilla negra de cuatro elementos horizontales y hombros marcados al estilo del Porsche 944, con 3,62 metros de largo. Por su parte, el dos puertas de estilo notchback o Stufenheck se llamó Opel Corsa TR, con las aletas de estilo convencional, parrilla al estilo del Senator y un marcado tercer volumen. Era un poco más largo, 3,96 m, y tenía estabilizadora trasera. Únicamente tenían en común a nivel de chapa las puertas delanteras y el capó.
Las motorizaciones 1.0 y 1.2 vinieron heredadas de los modelos superiores. El 1.0 de 45 CV era una evolución del motor de válvulas laterales (OHV) del vetusto Kadett A, pero con mayor compresión y ajustes en carburador y árbol de levas. Con el cambio de cuatro marchas podía alcanzar los 140 km/h, una punta respetable con esa potencia y peso, y el consumo era muy razonable: 5,2 l/100 km a 90 km/h, una décima más que el Corsa TR 1.2 S. Ambos tuvieron opcionalmente una caja de cinco marchas.
¿Y cómo consumía más el tres puertas con un motor más pequeño? Por la eficiencia. Opel había estrenado el motor 1.2 con culata cross-flow en los Kadett y Ascona. El árbol de levas estaba en la culata (OHC) y tenía taqués hidráulicos, con distribución por correa en vez de balancines. Además, el encendido era electrónico y no por platinos. Por ello, daba mejores prestaciones usando la misma gasolina. Además, hay que considerar que el Cx del tres puertas era mejor, 0,36 contra los 0,38 del TR. De ambos modelos hubo tres versiones: S o Standard, L o Luxus, y Berlina. El modelo básico costaba en España 450.700 pesetas (precio franco fábrica).
LA VERSIÓN DEPORTIVA SR
Hubo un tercer motor 1.3 de 70 CV con cambio de cinco marchas, reservado para la versión deportiva desde marzo de 1983, Opel Corsa SR de tres puertas. Era considerablemente más rápido que los 1.0 (140 km/h) y 1.2 (152 km/h), ya que llegaba a 160 km/h. Además, su alerón trasero permitía afilar el Cx a 0,35, por lo que ofrecía menos resistencia aerodinámica. Hoy día ese Cx no sorprende a nadie, pero en ese momento era de los mejores de su categoría.
El Corsa SR se distinguía claramente por el paragolpes, la mitad inferior en negro al ras de las llantas, siendo estas de aleación de tres brazos con ruedas más anchas, suspensión más firme, asientos deportivos y una instrumentación mejorada con cuentavueltas, manómetro de aceite y voltímetro. De este modelo derivó la serie limitada Sport, hicieron 500 unidades para homologarse en el Grupo A de rallies. Preparada por Irmscher, rendía 93 CV al retocar carburación, árbol de levas, etcétera.
LA EVOLUCIÓN DEL OPEL CORSA A
En 1984, se añadieron dos carrocerías a la gama, la sedán TR de cuatro puertas y el compacto de cinco puertas, que adoptó la misma parrilla y aletas del Corsa TR. Aparte, hubo versiones Van para profesionales sin las plazas traseras. A partir de 1985, la gama estándar se reconfiguró con las denominaciones LS (ex S), GL (ex L), GLS (ex Berlina) y GT (ex SR), sin distinguir entre Corsa y Corsa TR.
En cuanto a motores, se incorporó una versión catalizada y de inyección, 1.3i, con 60 CV. De este año también data la versión descapotable, Corsa Spider, así como los Corsa Sprint C y Sprint DR tocados por Irmscher. En mayo de 1987 se incluyeron a la gama dos extremos opuestos. Por un lado, el 1.5 diésel de origen Isuzu con 50 CV de potencia sin turbo o 67 CV con turbo, y por otro, el deportivo GSi con el nuevo 1.6 de inyección de 101 CV. Este último se llamó temporalmente Nova GTE en el Reino Unido.
Meses más tarde, en septiembre, recibió un lavado de cara en el que cambiaron paragolpes, parrilla, detalles del interior, etcétera. Hubo una parrilla para los modelos normales y otra para los GT y GSi. Aprovechando el cambio, el Nova GTE inglés se renombró a Nova GSi. El Corsa LS -básico- desapareció en favor del Corsa Swing, y el GLS también fue suprimido. En algunos mercados, como el alemán, el Corsa GSi perdió 3 CV potencia con la catalización desde 1989. Asimismo, el motor 1.3 fue reemplazado por un nuevo 1.4, tanto carburado como con inyección, según mercados.
Hubo otro restyling para intentar modernizarlo en septiembre de 1990, cuando ya era un modelo un poco veterano. Le pasó como al SEAT Ibiza, varios competidores habían renovado sus modelos superventas y sus líneas estaban pasando de moda. Cambiaron casi todas las piezas exteriores y el salpicadero, ganó equipamiento, y el motor 1.2i recibió catalizador, bajando a 45 CV. Además, existió una versión ECO con ese motor en 1991, con relaciones de cambio alargadas y neumáticos de menor resistencia a la rodadura; gastaba sólo 6,1 l/100 km. El ya arcaico motor 1.0 fue retirado en 1992 al no cumplir los requisitos de la primera normativa antipolución Euro.
UN ENORME ÉXITO
Entre el 30 de agosto de 1982 y el 12 de diciembre de 1983, se fabricaron 250.000 Opel Corsa A. En noviembre de 1984, salió de fábrica la unidad 500.000, en septiembre de 1986 el ejemplar un millón, en julio de 1989, la dos millones y, en 1992, la tres millones. No sólo se convirtió en el coche más exportado de España, también en uno de los principales motores económicos de Aragón, más de la mitad del valor de sus exportaciones.
Otro hito logrado en Figueruelas fue el tercer turno: la primera planta del mundo en funcionar las 24 horas del día, desde el 27 de marzo de 1988. La producción aumentó un 20 % y se contrataron otros 1.000 trabajadores. La historia del Opel Corsa A concluyó pasados 10 años del inicio de su producción, el 1 de octubre de 1992, tras haberse completado 3.105.370 unidades. La historia continúa con el Opel Corsa B de 1993.