La Escudería
Los pasados 19, 20 y 21 de abril el Club SEAT 1500 llevó a cabo una concentración en Cataluña que puso fin a las actividades conmemorativas del 60º aniversario del modelo y el 25º aniversario de propio club. Como elemento más emblemático contó con una visita a la colección de SEAT Históricos situada en la ya mítica Nave A-122 ubicada en la factoría de la Zona Franca de Barcelona. Un evento histórico, pero entrañable a la vez, sólo posible gracias a la entusiasta colaboración del personal al completo de SEAT Históricos, con su responsable Isidre López a la cabeza.
El grueso de participantes acudió ya el viernes a Castelldefels a la primera cita, con la agradable cena en el restaurante Cel Blau, bien regada de coctel de cava con naranja. El ágape se complementó después por agradable paseo por la playa, desafiando el viento reinante. A la mañana siguiente, por el vestíbulo del Hotel Playafels fueron desfilando a recoger su dorsal los conductores de los 37 vehículos participantes. Estos provenían de Soria, Huesca, Madrid, Santiago de Compostela, Valencia, Barcelona, Asturias, Segovia, Lérida, Cantabria, Vitoria, Navarra, Jaén, Guipúzcoa, Málaga, Zaragoza y Cartagena.
Los coches presentes eran dos SEAT 1400 C, catorce 1500 monofaro, un monofaro familiar, un monofaro alargado, diez 1500 bifaro, siete milquinientos “maleta cuadrada” y un “maleta cuadrada” familiar, más un Fiat 2300 Lusso de 6 cilindros, gemelo en carrocería, pero más generoso en motorización.
VISITA A LA NAVE A-122
Tras un corto paseo, se llegó a la ansiada entrada a la factoría de Zona Franca de SEAT. En el control de seguridad ya nos estaban esperando Isidre López y su equipo que, con modelos de última generación nos acompañaron, callejeando entre naves antiguas y modernas hasta A-122. Antes de entrar, se efectuó el acto de homenaje a la gran labor de preservación y difusión del patrimonio histórico de la marca mediante la entrega de una gran placa de pared y una personal a su responsable, Isidre López. A continuación, por fin, el ansiado momento de abrir el portón y entrar a ese espacio luminoso y casi paradisíaco que alberga los más de 170 vehículos de la colección histórica de SEAT.
Divididos en dos grupos, con Isidre López y Valentí Fradera a la cabeza, fuimos repasando todos los vehículos producidos por SEAT. Empezando por el señorial 1400, en sus diversas versiones, incluido el que se utilizaba para las visitas institucionales a la fábrica, hasta los entrañables SEAT 600 en todas sus variantes. Allí estaban, cómo no, los SEAT 1500, con tres unidades expuestas, dos de las cuales, un monofaro, el 4º fabricado por número de bastidor y un monofaro familiar modelo 67 se incorporaron momentos después a la concentración, con los simbólicos dorsales de 0 y 00.
Por cortesía de Isidre López también pudimos visitar una zona de almacén que, a modo de joyero, esconde varias unidades pendientes de restauración, algunas tan llamativas como un 1500 bifaro pick up, un SEAT 1400 C Cabrio Serra, un alargado con seis puertas o el 1500 de bastidor n.º 1. Aún quedó tiempo para proseguir la visita con los 850, berlinas, coupé y spider, y con los 131, los 132, los 127, los Fura y los Ibiza que salvaron a la marca. Poco a poco, nos fuimos adentrando en tiempos más cercanos para sorprendernos ante los prototipos no fabricados y admirarnos ante la sección de competición, rematada con el precioso SEAT 1400 preparado en 2020 para correr el Rallye de Monte-Carlo.
MÁS ACTIVIDADES
Con semejante experiencia estética en la retina, los participantes pusieron rumbo de nuevo a Castelldefels. Allí los vehículos quedaron estacionados en el paseo marítimo y los miembros del Club SEAT 1500 fueron cordialmente recibidos por el alcalde, don Manuel Reyes López, quien no dudó en montarse en unos de los coches y conocer sus peculiaridades mecánicas y de funcionamiento, y por otros miembros de la corporación municipal como don David Solé, concejal de Seguridad y Servicios y Dña. Marian Ortega, concejala de Presidencia y Participación Ciudadana, todo bajo la impecable y atenta coordinación de Dña. Cristina González y Dña. Clara Carbonell, del servicio de protocolo del Ayuntamiento.
Las muchas emociones de la mañana se fueron sosegando con una estupenda comida en el restaurante El Quinze y sus magníficos arroces y sabrosos postres. Tras la reponedora tertulia y sobremesa, la larga comitiva puso rumbo, siguiendo el recorrido tradicional, emblemático para cualquier automovilista, del rallye de vehículos antiguos, Barcelona-Sitges por las costas del Garraf y sus inolvidables paisajes hasta llegar a Sitges. La agradable tarde permitió el paseo reposado antes de la cena, en el restaurante Amanit, del Hotel URH Sitges Playa donde se pernoctó.
Al término de la cena recibieron galardones “al estreno” Antonio Díaz Martínez, por su impecable bifaro, Javier Zacarias Jiménez por su escaso y perfecto monofaro alargado de 1964 y Alfonso González del Cura, recién incorporado al Club con un señorial monofaro. También se premió la impecable labor organizativa en la elección de rutas, hoteles y restaurantes de los socios autóctonos coordinados por Juan Altet Torné y Luis Fernández Salas.
EL CLUB SEAT 1500 EN TERRAMAR
La etapa del día siguiente se planteaba corta en kilometraje, pero muy interesante. Comenzó con un agradable paseo hasta el Autódromo de Terramar. Hablamos de una instalación centenaria, puesto que se inauguró el 28 de octubre de 1923 para el Primer Premio de Automovilismo de España. Se trata del circuito ovalado y peraltado conservado completo más antiguo del mundo que sorprendió a los asistentes a lo largo de la exhaustiva visita guiada realizada por el peralte y los antiguos talleres y graderíos del circuito. La visita, además, podrá ser complementada por los asistentes con la lectura del excelente libro del historiador del motor de Pablo Gimeno Valledor dedicado a esta histórica instalación recientemente publicado por la Federación Española de Vehículos Antiguos.
La visita terminó con una divertida sesión fotográfica a cargo de la revista Motor Clásico, representada desde el día anterior por su director Jesús Bonilla y el fotógrafo Mikael Helsing. Ambos recibieron también el cariño y homenaje del club por tantos años dedicados a la divulgación del coleccionismo de vehículos históricos. La reconocida profesionalidad de Helsing, a buen seguro, sacó el máximo partido del peralte del circuito y de las bellas líneas del SEAT 1500.
La agradable jornada culminó con la comida en la Masia Les Bras, que sirvió contundentes especialidades de la tierra y sirvió de marco para la despedida de los participantes, que pronto se rencontrarán en tierras leonesas en una nueva actividad del Club SEAT 1500.
Texto y fotos Javier Martínez Romera.
