Iván Vicario Martín
Cuando hablamos de Jay Leno, no sólo lo hacemos de uno de los presentadores más famosos de Estados Unidos, sino que también estamos ante uno de los mayores coleccionistas de coches del mundo. Es más, incluso ha tenido un programa de televisión propio, Jay Leno’s Garaje en el que daba rienda suelta a su pasión. Con todo, llama la atención que en su colección no haya ningún Ferrari. A continuación, os contamos la razón de dicha ausencia.
A lo largo de los años, Leno ha reunido nada menos que 181 coches y 160 motocicletas, en la que es una de las mejores colecciones privadas que se conocen. Además, el periodista americano es un verdadero experto en vehículos clásicos, de manera que no sólo se limita a acumular coches y motos, sino que los conduce y los conoce a la perfección. Su garaje incluye vehículos de todas las épocas y de cualquier tipo, desde modelos de vapor de los albores de la automoción a los modernos hipercoches.
Por ejemplo, cuenta con Fiat Topolino de 1937, un Lagonda V12 de 1939, un Chrysler propulsado por turbinas de 1962 o un Jensen C-V8 del mismo año. Entre los deportivos, destaca el un Lamborghini Countach, un Dodge Viper, Bugatti Veyron Super Sport o un McLaren P1. Tiene hasta una réplica del Mercedes-Benz Renntransporter. Con semejante despliegue, es imposible no preguntarse por qué Jay Leno no tiene ningún Ferrari en su colección.
JAY LENO Y LOS FERRARI QUE NO HAY EN SU COLECCIÓN
El propio protagonista de esta historia ha explicado que, aunque los coches de la marca del cavallino rampante le encantan, no le gusta la experiencia de compra. Como bien en sabido, Ferrari impone férreos controles a la hora de vender uno de sus coches, especialmente si se trata de una edición limitada o especial.
Por ejemplo, en el caso del F50 incluía una venta a plazos, de forma que el comprador no era propietario del coche hasta pagar la última factura. De esta manera, evitaba que se especulara con los ejemplares como se había hecho con el F40, del que se llegaron a ofrecer los derechos de venta por el doble del precio del modelo. Incluso con modelos como el Purosangue, si quieres venderlo al poco de tenerlo, tienes que ofrecérselo primero al concesionario, nada de intentar sacar tajada por tu cuenta.
Todos estos condicionantes y las pegas que te ponen a la hora de comprar un coche, hacen que Jay Leno decidiera hace tiempo que no tendría coches de la marca italiana en su colección. Ni siquiera se ha molestado en hacerse con ejemplares clásicos o de segunda mano, lo que, no nos engañemos, deja su recopilación un tanto coja.
LA CLAVE: EL FERRARI F40 QUE NO PUDO COMPRAR
Tenemos que remontarnos a los años 80 para dar con el momento en el que lo que pudo ser una historia de amor se quebró para siempre. Como prácticamente todos los coleccionistas y aficionados del mundo, Jay Leno soñaba con tener un Ferrari F40. La marca italiana había anunciado que tendría una producción limitada, pero nunca dejó clara cuál sería la cifra final.
Así las cosas, la especulación en torno al coche se disparó, mientras que las solicitudes de compra se acumulaban en las oficinas de Maranello. Quizá por ello, como una primera forma de discriminar las peticiones se decidió que sólo optarían a un Ferrari F40 quienes ya tuviesen en su garaje otro coche de la marca. Una clausula sencilla para la mayoría, pero que Jay Leno no cumplía.
Aquí llegó el problema, porque el concesionario no podía saltarse las normas del fabricante, por lo que le propuso que comprar antes una unidad del cavallino, incluso un modesto Mondial, para poder acceder al F40. Leno no sólo se negó, sino que desde aquel mismo momento renunció para siempre a adquirir cualquier modelo de fabricante italiano.
Ese es el motivo real porque el que no hay ningún Ferrari en el garaje de Jay Leno, y es una auténtica pena, aunque nunca ha renunciado a conducirlos para su programa.
