Cuando pensamos en un dónut, lo más probable es que nos entre hambre. Se trata de un producto que lleva con nosotros desde 1962, es decir, hace más de 60 años, y que se ha convertido en un habitual de nuestra dieta. De hecho, en España se consumen ocho dónuts cada segundo, lo que da como resultado más de 250 millones al año. La propia RAE lo recoge como genérico de este tipo de elaboración.
Si hablamos del automóvil, un dónut es algo completamente diferente, pero que nos arranca una sonrisa en la cara de igual forma. No hace falta aclarar que se trata de una maniobra consistente en realizar derrapes de 360º, lo que dibuja en el suelo una forma circular. De ahí, que se les denomine en el argot popular como dónuts.
LA ÚLTIMA VUELTA
La marca Donut juega en su último spot con este concepto, al tiempo que nos lleva a revivir los rallies de los años 80. Concretamente la era de los Grupo B, pues aparecen un Audi Quattro y un Peugeot 205 T16. El argumento es el de un padre estresado que ve, por casualidad, un dónut en la mochila de su hija mientras desayuna. Al comérselo, recuerda su juventud, cuando corría con su padre en rallies como copiloto.
Es aquí cuando el vídeo nos regala imágenes espectaculares del Audi Quattro en acción, de un gran realismo y con una ambientación que nos traslada a los rallies de los años 80. Quizá el único fallo es que padre e hijo luzcan un mono de Peugeot Talbot Sport cuando conducen un Audi, pero el resto del film es una verdadera delicia. Tanto visualmente como en el cuidadísimo apartado sonoro.
El mensaje final del vídeo de Donuts, mientras el coche hace dónuts con padre e hijo en el interior, es “sigue jugando”. En una época en la que el automóvil está tan demonizado, es un lujo ver cómo alguien se atreve a poner en valor su vertiente lúdica sin cortapisas. Aquí os dejamos el spot para que podáis disfrutarlo al completo, merece mucho la pena.