Para 1959, Sir Alec Issigonis, presenta un modelo compacto que revolucionaría el mundo del automóvil, y que se convertiría en uno de los coches clásicos populares más famosos de todos los tiempos, el Mini.
El coche fue rompedor por su implementación de la tracción y motor delantero en un tamaño mínimo, además de ser pionero en el uso del motor transversal, lo que permitía contar con un amplio habitáculo que podía acomodar a cuatro adultos cómodamente.
Llegan los años 60, una década marcada por la influencia cultural del Reino Unido por todo el mundo, y los Beatles son el máximo exponente de lo que se denominó la British Invasion. Uno de los muchos iconos de este movimiento fue el Mini, que triunfó en todo el mundo, un coche que los cuatro chicos de Liverpool tenían.
El Mini era un coche para todo el mundo, desde el utilitario económico del día a día, el coche de las estrellas de la música. el campeón del Rally de Montecarlo, o el protagonista de la frenética persecución de la película “The Italian Job”.
Es probable que Issigonis no esperase la enorme influencia que tuvo su pequeño coche, pero más allá de lo cultural, o incluso como la fórmula del Mini se sigue empleando en la industria a día de hoy, el Mini tuvo un papel muy importante en el mundo de la moda.
LA MINIFALDA
El éxito del Mini era apabullante, algo en lo que se fijó la joven diseñadora de moda londinense Mary Quant, que también tenía uno de estos coches. A principios de los 60 solo había dos tiendas de ropa enfocadas para los jóvenes, con colores y diseños muy atrevidos, y Quant regentaba uno de estos dos establecimientos.
Su joven clientela le pedía a Quant que hiciese faldas cada vez más cortas, creando en el proceso una prenda de ropa tan representativa de los años sesenta como el Mini o los Beatles. La diseñadora afirmó haberse inspirado en el pequeño coche para hacer estas faldas tan pequeñas, y como homenaje al Mini bautizó a su creación como minifalda, aunque cabe mencionar que Quant no inventó el prefijo “mini”.
Mary Quant adoraba al coche, y no es para menos, pues su prenda de ropa tuvo en éxito comparable al del automóvil sobre el que se inspiró. La diseñadora llegó a decir sobre el Mini:
El Mini era un complemento idóneo para la minifalda, ambos son bonitos, optimistas, exuberantes, jóvenes y coquetos.
Así pues, el Mini no solo dejó su importante huella en el mundo del automóvil, pues el icónico compacto sirvió también para inventar las modernas minifaldas, que al igual que el coche, no han pasado de moda después de tantos años.
Fotografías: Austin, Morris, Innocenti