A la hora de hablar del Saab Elbil tenemos que aclarar que también es conocido como Saab 99 Electric Van, aunque en realidad nada tenía que ver con el 99, más allá de su estética. Y es que la forma en la que la marca sueca terminó desarrollando este prototipo eléctrico es de todo menos convencional. Para empezar, hay que trasladarse a los Estados Unidos en la década de los 70, cuando la Crisis del Petróleo creó un clima de ansiedad en el que parecía que los días de vino y rosas de los coches de combustión llegaban a su fin.
Fue entonces cuando diversas empresas se lanzaron a desarrollar vehículos eléctricos como alternativa a los tradicionales. Todas fracasaron, incluso aquellas que lo hicieron tomando como base modelos ya conocidos como U.S. Electricar Corporation. Ésta desarrolló los Lectric Leopard 953 y 964 basados en el Renault Le Car (R5) y el Fiat Ritmo respectivamente, que tampoco pasaron de la anécdota.
Una de aquellas corporaciones fue Electro Motion, ubicada en Lexington (Massachusetts). Con la idea de lograr un contrato con el servició postal de Estados Unidos (U.S. Postal Service), se propuso crear una furgoneta de reparto eléctrica a un precio lo más competitivo posible. Para conseguirlo, pensaron en usar la mayor cantidad posible de componentes ya existentes, lo cual requeriría contactar con una marca de coches ya establecida.
ENTRA EN JUEGO SAAB
Saab América tenía entonces su sede cerca de la de Electro Motion, en el estado de Connecticut, por lo que fue acudieron a la empresa sueca en busca de ayuda. Tras firmar un acuerdo de colaboración, Electro Motion desarrolló una furgoneta que usaba numerosos componente de Saab, aunque nunca quedó totalmente claro si la firma nórdica participó activamente en su creación.
Finalmente, la conocida como Electro Motion Model T3 Van se presentó en 1974. Contaba con una capacidad de unos 350 kilos y equipaba hasta 14 baterías que se ubicaban en una bandeja en el piso. Ésta se podía extraer para efectuar un cambio rápido de baterías, una solución de lo más inteligente. La potencia era de 20 CV y la autonomía de unos 50 kilómetros, más que suficiente para el reparto diario en una ciudad en la época.
Contaba con tracción delantera, una rareza en aquel momento, y ruedas y suspensiones de origen Saab. También lucía los paragolpes del 99. Como prueba de lo bien estudiado que estaba el prototipo, el volante iba a la derecha, pensando en facilitar que el conductor se bajara y se subiera a la hora de repartir el correo. Lamentablemente, los esfuerzos de Electro Motion quedaron en agua de borrajas y la Model T3 Van no llegó a comercializarse. Peor aún, no pudieron pagar a los proveedores, así que fueron a la quiebra.
EL MISTERIOSO SAAB ELBIL
Entre los principales acreedores de Electro Motion estaba lógicamente Saab, quien se quedó con uno de los prototipos renombrándolo con su marca. También recuperaron los componentes que no se habían instalado aún. Los ingenieros suecos hicieron numerosas probaturas con la furgoneta, también pensando en usarlo como vehículo de reparto, ahora en las gélidas carreteras suecas.
En 1977, se presentó el Saab Elbil, resultado de todos esos experimentos, una furgoneta ya con aspecto de Saab que mejoraba un tanto las capacidades de los prototipos de Electro Motion. Ahora sí parecía definitivamente un Saab, pues tomaba prestada la estética, las ruedas y parte del interior del 99. El prototipo, con matrícula BRZ 659, fue construido desde cero, es decir, la marca conservó la unidad del Model T3 Van que se había quedado en propiedad.
Poco más se sabe de un vehículo que actualmente se encuentra en el Car Saab Museum en Trollhättan (Suecia). Allí aparece descrito como Saab 99 Electric Van, en lugar de como Elbil, aunque lo más probable es que nunca tuviera una denominación definitiva. En todo caso, se trata del primer coche eléctrico de la historia de Saab, y es que “Elbil”, en sueco, significa exactamente eso: coche eléctrico.