Han pasado ya cuatro décadas desde que el primer SEAT Ibiza salió de la fábrica en Barcelona un 27 de abril de 1984. Había muchas esperanzas puestas en el nuevo modelo, pues de su aceptación en el mercado dependería la supervivencia de la marca que atravesaba una de sus peores épocas tras la ruptura con Fiat.
SEAT contó con un gran equipo para diseñar un utilitario de nueva generación que solo podía haber nacido en los ochenta, y cuyos objetivos comerciales trascendían más allá de las fronteras españolas. La marca estaba entonces en el punto de mira del exitoso grupo Volkswagen, por lo que en el nuevo modelo trabajaron los ingenieros de Porsche, y los trazos de la carrocería fueron obra de Giorgetto Giugiaro inspirado en un diseño descartado para el Golf MK2, mientras que el interior lo realizó Karmann.
EL ÉXITO QUE SEAT NECESITABA
Aunque el coche supuso un antes y un después en la historia de SEAT, seguía basándose en el SEAT Ronda, un producto que nació a partir de la tecnología tomada de Fiat. Inicialmente solo se comercializó en carrocerías de tres puertas y con motores de 1,2 y 1,5 litros de 63 y 86 CV respectivamente.
Hubo que esperar hasta 1986 para que la oferta se diversificase, pues no fue hasta finales de ese año cuando se introduce la versión de cinco puertas, que hizo que muchos compradores se decantasen por el modelo. Ese mismo año se incorpora a la gama el motor de 903 centímetros cúbicos que compartía con los Panda y Marbella y que era la mecánica de acceso del Ibiza.
Como para cualquier compacto económico de los ochenta que se precie al Ibiza solo se faltaba una versión deportiva, y aunque en su presentación en 1984 ya se anunció un acabado de este tipo no salió al mercado hasta 1988. El coche era el Ibiza SXI, y tenía el motor de 1,5 litros equipado con inyección de Bosch y desarrollaba 100 CV además de contar con unos acabados especiales, así como unas llantas muy atractivas.
En 1991 actualizaron el coche estéticamente en los llamados Ibiza New Style, y el coche también sirvió como imagen para los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992. La primera generación se fabricó hasta 1993 con más de 1,3 millones de unidades, y la saga continua hasta día de hoy con más de 5 millones de coches vendidas en el que es el vehículo español más vendido de toda la historia.
EL IBIZA MK1 POR EL MUNDO
Aunque el coche tuvo una infinidad de acabados y múltiples versiones, pero en otros mercados contó con unidades muy singulares. El Ibiza llegó a venderse hasta Japón, pero llaman la atención especialmente los Ibiza Brio, que contaban con un kit de carrocería muy particular que tan solo se vendió en Reino Unido. En Alemania el Ibiza SXI contó con una versión Turbo que cuenta con su propio artículo en LA ESCUDERÍA.
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