El Rally París-Dakar es sin lugar a duda una de las competiciones de automóviles más exigentes que existen, y desde su primera edición en 1979 han participado vehículos de todo tipo, aunque quizá de larga lista de coches que han hecho historia a su paso por el desierto el más peculiar sea el caso del Rolls-Royce Corniche que participó en 1981.
Al igual que un esmoquin no se usa para hacer deporte, tampoco se debe utilizar un Rolls-Royce para un París-Dakar, y lo que empezó como una broma entre amigos en referencia al lujoso coche de un amigo y la absurda idea de llevarlo a correr por el desierto terminó, sorprendentemente, haciéndose realidad.
También ayuda que uno de esos amigos fuese Thierry de Montcorgé, piloto de rally amateur, y que además tuviese grandes contactos para encontrar a un buen patrocinador para su aventura. Una de sus primeras opciones fue Dior, quienes financiaron la mitad del presupuesto casi sin pensarlo aprovechando el Rolls-Royce como espacio publicitario perfecto para una nueva fragancia masculina llamada Jules.
CHASIS JAPONES Y MOTOR AMERICANO PARA UN COCHE INGLÉS
Estaba claro que el Rolls-Royce averiado jamás iba a completar el desafío del París-Dakar en estado original. Por esta razón hubo que buscar un donante de chasis para adaptar a la bella carrocería del Corniche, optando por un robusto Toyota Land Cruiser HJ45 cuya distancia entre ejes tan solo variaba un centímetro respecto al coche original.
Por lo demás la transformación fue bastante sutil, ya que el Rolls-Royce contaba con el espacio suficiente en el vano motor como para alojar la poderosa mecánica V8 de 5,7 litros de un Chevrolet de 350 CV de potencia. Sorprende saber que componentes como la carrocería y el interior apenas sufrieron modificaciones estéticas, conservando incluso la calandra original.
Este llamativo participante logra con creces cumplir los objetivos de los patrocinadores, ya que en el propio inicio de la competición en París es el centro de atención. Pero el equipo al volante de tan peculiar aparato no se daba por satisfecho con eso, y aunque un accidente con un camión produjo su descalificación decidieron completar la prueba hasta Dakar, donde fueron recibidos como héroes.
EL ROLLS-ROYCE “JULES” A SUBASTA
Tras completar la hazaña el coche hizo algunas apariciones públicas más, aunque a la marca del Espíritu del Éxtasis no les hizo tanta gracia que uno de sus productos participase en el París-Dakar sin su respaldo. Por esta razón recibieron un aluvión de peticiones desde Oriente Medio suplicando a la marca que fabricasen un 4X4, algo que no sucedió hasta 2018.
Este próximo domingo día 1 de diciembre esta curiosa creación que fue fruto del más puro aburrimiento saldrá a subasta de la mano de Aguttes. Las estimaciones sobre su precio se sitúan entre los 400.000 y 800.000 euros, pero siempre cabe la posibilidad de que el protagonista de esta curiosa anécdota del París-Dakar pueda sorprender gratamente.
Imágenes: Aguttes