Se quiera realizar o no el trámite de registro histórico, lo cierto es que los treinta años actúan como la edad propicia para introducir a cualquier vehículo en el ámbito de los clásicos o, al menos, en el del coleccionismo. Dicho esto, si estás pensando en un primer vehículo para tu afición al automovilismo señero este Fiat Punto GT bien podría ser una opción bastante sensata.
Y sí, sabemos lo que muchos diréis en referencia a la edad de oro de los deportivos compactos y su evidente vinculación para con la década de los ochenta. Sin embargo, más allá de fetichismos con raíz juvenil lo cierto es que estos vehículos siguieron desarrollándose durante los años noventa mejorando sus prestaciones y seguridad.
En suma, hoy por hoy -como bien sabemos el mercado de clásicos siempre anda al albur de las modas- modelos GTI como el Fiat Uno Turbo de 1985 cuentan con una excelente valoración. Cierto. Al fin y al cabo tan cierto como que su sucesor ya ha entrado en una edad de vehículo coleccionable al tiempo que su bloque con 1.4 litros y turbocompresor es capaz de entregar en torno a 136 CV.
LA IMPORTANCIA DE SABER ESCOGER TU PRIMER CLÁSICO DEPORTIVO
Ya que este no es un desglose sobre el Fiat Punto GT sino una simple sugerencia de compra, se nos puede permitir un pequeño devaneo de redactor automovilístico y no simple cronista. Así las cosas, vamos a situarnos en la manida polémica sobre el comportamiento del Renault Supercinco GT Turbo.
Acusado de una entrega de potencia traicionera debido a la puesta en acción de su turbocompresor, sobre la mecánica de este modelo se han escrito ríos de tinta. Y vaya, sin ánimo de ser un abogado del diablo -este cometido se lo reservamos a Pablo Gimeno y su nueva sección– la verdad es que estos, posiblemente, deberían haberse derramado sobre muchos de sus conductores: tan jóvenes e inexpertos como atrevidos a la hora de imitar a los ases del WRC.
Dicho esto, gran parte de la leyenda negra creada en torno a la entrada impetuosa del turbocompresor en las curvas tiene que ver, más bien, con la incapacidad de manejo exhibida por aquellos compradores otrora jóvenes y hoy ya no tanto. Algo que debería hacernos reflexionar si hablamos de adquirir un primer clásico deportivo, siendo recomendable uno donde el manejo sencillo -aun a merma de las sensaciones- vaya por encima del carácter impetuoso.
FIAT PUNTO GT, LA OPCIÓN PREVIA A ALGO MÁS RADICAL
Si estás pensando en adquirir tu primer clásico deportivo seguramente los GTI de los años ochenta te seduzcan bastante. Y sí, dentro de ellos el Fiat Uno Turbo de 1985 cuenta con un estilo y un carácter realmente cautivadores. Demasiado incluso si nos encontramos en la búsqueda de un clásico con el cual iniciarse al automovilismo histórico y no a las penas de hospital.
Por ello, y hasta que te hagas al toque de un vehículo ligero y potente -no te sientas fácilmente Jim Clark ganando el BTCC– será mejor que vayas paso a paso. De esta manera el Fiat Punto GT es, a nuestro parecer, una opción mucho más adecuada -y económica- que su predecesor si estás con la idea de iniciarte a cierto tipo de automovilismo asumiendo que en la vida todo se ha de hacer paso a paso.
Asimismo, esta unidad a la venta en Benzin es de 1994 -con puja a finalizar en dos días- y, junto a una carrocería totalmente repintada, se incluyen reparaciones recientes en bielas, pistones, cojinetes, pinzas de freno e incluso unas nuevas suspensiones. En suma, todo lo necesario para que a pesar de sus 195.000 kilómetros este urbano con garra te entregue satisfacciones moderadas perfectas a modo de iniciación. Y tranquilo; ya habrá tiempo trazar las curvas a escuadra a lomos de un Alpine A110.
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