Una gran escultura de metal ha sido inaugurada en la localidad suiza de La Chaux-de-Fonds en honor a ese gran piloto y constructor de automóviles que fue Louis Chevrolet. Se trata de su ciudad natal, también conocida por ser un centro de fabricación de relojes.
Este reconocimiento es la culminación de una serie de iniciativas que han marcado el centenario de Chevrolet, que arrancó en 2011.
Para el diseño de la cabeza gigantesca el Chevrolet Centennial Artwork escogió al artista suizo Christian Gonzenbach, cuya propuesta resultó ganadora ante un jurado internacional. Con una altura de cinco metros, la espectacular escultura se ha convertido en el mayor busto de acero de Suiza.
A la presentación asistieron representantes del gobierno de la ciudad y del de la marca estadounidense, así como también los residentes que viven cerca de Parc de l’Ouest, donde la efigie fue erigida hace unos días. Siempre es bueno que las Administraciones Públicas estén al corriente del valor de la Historia de la Automoción y que la comunidad disfrute de su patrimonio.
Sin embargo, al hilo de esta noticia diremos que la historia del citado Louis Chevrolet no parece tener mucho que ver con la de la casa a la que da nombre. L. Chevrolet era ante todo un piloto, que se hizo famoso corriendo para Fiat y Buick en Estados Unidos antes de meterse en el negocio de la producción de automóviles de la mano de William Crapo Durant, fundador de la General Motors, a la altura de 1910.
Durant quería principalmente hacer con la nueva Chevrolet la competencia a Ford, mientras que el propio Chevrolet lo que deseaba era diseñar y vender coches de lujo. Así las cosas, su sociedad no duró más de dos años, momento en que el piloto suizo la abandonó para fundar una nueva estirpe de deportivos -Frontenac- y correr las 500 millas de Indianápolis.
La crisis de los años treinta acabaría con él, obligándole incluso a trabajar como mecánico raso durante una temporada en su antigua empresa. Murió solo y en el anonimato sin que nadie se acordara de sus aportes.
Chevrolet ha sido y es actualmente el corazón de la General Motors, pero la historia nos revela que su origen es mucho más complejo del difundido oficialmente y que su pionero fundador le dio poco más que su nombre.
[su_spoiler title=’CRÉDITOS DE FOTOGRAFÍA’ show=’true’]
• Imágenes cedidas por Chevrolet
[/su_spoiler]