Hace unos días, en la 2ª Parte de este especial, hablábamos de los extravagantes buggies patrios. Pues bien, en esta isla de creatividad nacional Antonio Madueño, con su Campero (1972) inspirado en el Rodeo y sobre base SIMCA 1200, construye unas 36 unidades de carrocería plástica. Madueño fue un constructor atípico y era concesionario de SIMCA…
Mientras tanto, Italia no quería perder el liderazgo del vehículo de litoral. Así, pasa a utilizar las plataformas del Fiat 126 (73) en máquinas como Le Moon, el Pick Wick de Automirage, el Tilly y el Savio 126 Jungla de 1974. Luego están las aportaciones de Bertone, como el Dune-Buggy, el Village, el campero Avon y la barqueta Runabout. Mención aparte merecen los derivados de Fissore como el Scout -que ahora comentaremos- y que fuera muy similar en concepto y estética al Midi Maxi de Moretti sobre base Fiat 127 (71), y al Hobby de bertone (73).
Volvemos entonces a nuestra historia: El fabricante nacional Emelba inicia su actividad industrial a gran escala construyendo en 1978 el derivado sobre base Seat del Scout Fiat 127 diseñado por Fissore, el estilista italiano de Savigliano, en línea con las múltiples versiones playeras italianas del momento como las que hacían Moretti, Bertone y otros carroceros.
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Trasvase de nombres
El Scout montado en España se comercializará bajo el nombre de Seat Samba y tendrá un relativo éxito, con varios cientos de unidades vendidas. Posteriormente Talbot tendría que comprar el nombre a Emelba y esta, a su vez, pasaría a utilizar la denominación Campero que había utilizado ya Madueño.
El Samba, pese su apariencia, estaba fabricado en chapa y se asentaba sobre la segunda variante del Fiat 127. Sus promotores valoraron varias opciones como Panissars y el carrocero Costa, siendo finalmente Indcar quien acometió la mayoría de unidades fabricadas. Posteriormente el industrial puso a disposición del mercado español las tres únicas variantes cabrio sobre base nacional, que fueron el Panda cabrio llamado Pandita, el Corsa y el Talbot Samba cabriolet (1982).
La oferta playera en los 80 se incrementa con la llegada del inclasificable Trabant Tramp (Ver vídeo), procedente de la antigua RDA y disponible en el mercado español por debajo del medio millón de pesetas lo que le convertía en el coche mas barato del catálogo. Se comercializan también las poco a poco cada vez más numerosas variantes descapotables ofertadas por marcas como Peugeot, con su 205 Pininfarina (previamente Emelba lo había intentado), el Opel Corsa y el Talbot Samba descapotable, pergeñados ambos también por Pininfarina.
En muchas ocasiones las casas se apoyaban en carroceros locales, tal y como hizo Emelba con la arbuciense Indcar o con la empresa helena proto-design (1986) y la estadounidense ASC Design para el diseño de los prototipos Ibiza I cabrio.
En los últimos años de la década vimos aparecer las versiones del Suzuki Santana SJ, el Samurai y el Aro, vehículos éstos todo terreno que fueron sustituyendo paulatinamente al rústico Land Rover (que ya era descapotable en su origen) y no sujetos a los aranceles ni cupos que imperaban en España hasta finales de los 80 y que impedían que los conociéramos vehículos extranjeros.
Precisamente, aparecen entonces en el mercado nacional variantes oficiales como el Marbella descapotable y el Terra (1983) (Ver prueba), con morizaciones de 903cc y 40 CV y un precio asequible poco mayor que el de su base. Coexistirían con otras opciones veraniegas lanzadas en el momento oportuno y que intentaban reavivar su mercado, como fue el caso del Ibiza del Sol, el Malaga Brisa y el Panda / Marbella del Sol.
De vuelta a la playa
Ya para terminar, los cabrios de los utilitarios del momento irrumpen a mediados de los 90. La oferta alcanza al Opel Kadett, construido por Bertone, al Golf descapotable y el Ford Escort cabrio, ambos de la Karmann.
Pero los últimos vestigios de las versiones de verano, en la línea todavía no agotada de Sol y la Playa, aunque solo sea en el nombre, fueron los Ibiza del Sol (Ver vídeo), el Golf Playa (tanto el vehículo de serie como el prototipo de salón del año 91), el Fiesta Balear y el Marbella Playa del 91.
En los años 90 fabricantes como el francés Mega, con sus modelos Ranch y Club del 93 (que podéis ver en la foto de cabecera), así como también los Gurgel brasileños, restarían como otros representantes de este movimiento que debemos mencionar y que compartieron mercado con cientos de pequeños productores de replicas de los buggies y de otros vehículos de ocio.
Por su parte Renault, tras construir como ACL varios miles de Rodeos, incluido un Rodeo 5, se pasó al modelo Tangara bajo la marca Teilhol. La década se cerraría con las versiones descapotables del Peugeot 306, del Renault Megane, del Fiat Punto y del Golf III…