Por cuestiones relativas a derechos de publicación no les podemos reproducir aquí la instantánea en la cual este Rolls-Royce Phantom II de 1933 aparece accidentado en las cercanías de la costa catalana. Pero créanos, resulta realmente impactante pues mientras el cuerpo de la carrocería se encuentra en el limite de la calzada el tren delantero ha sido segregado hasta el punto de haber caído en solitario a la cuneta.
Es más, aquel fue un accidente mortal para quien conducía al tiempo que por poco acaba con la propia historia de este vehículo, sin duda uno de los Rolls-Royce con carrocería Drophead Coupé más atractivos de su tiempo y a resueltas una pieza capaz de hablar por sí misma del esplendor logrado en las creaciones a firma de la casa británica.
Pero vayamos por partes. Así las cosas, lo primero a tener en cuenta es la biografía de Barbara Hutton. Conocida en España gracias a su romance tardío con el joven torero Ángel Teruel, esta multimillonaria estadounidense ocupó durante décadas las portadas de sociedad dilapidando su fortuna a golpe de mansiones, lujos y diversos divorcios entre los cuales llegó a aparecer el mismísimo Cary Grant.
Una existencia marcada por el derroche y la inestabilidad mental donde irrumpe este Rolls-Royce Phanton II a comienzos de los años treinta siendo uno de los autorregalos inherentes a su primera boda, aquella en la cual contrajo un turbulento y efímero matrimonio con el príncipe georgiano Alexis Mdivani tras el cual éste retendría la propiedad del automóvil.
ROLLS-ROYCE PHANTOM II, ACCIDENTADO EN CATALUÑA
Acuciado por llevar rápidamente a una condesa alemana hasta la estación de Figueres, Alexis Mdivani perdió el control del Rolls-Royce Phantom II dejándose la vida en el accidente mientras su acompañante quedaba malherida.
Tras esto los restos del vehículo retornaron a Barbara Hutton, quien presumiblemente lo envió a los talleres londinenses del carrocero Thrupp & Maberly a fin de someterlo a una completa reconstrucción en la cual recobró el aspecto lujoso e impecable bajo el cual salió de aquel mismo sitio en 1933.
Acto seguido, nuestro protagonista con historia de decesos en España pasó por diversos propietarios británicos llegando a recibir una nueva restauración a cargo de FLM Panelcraft; conocida y reconocida no sólo gracias a sus trabajos sobre unidades Aston Martin “shooting break” sino especialmente por todo lo concerniente al mundo del taxi.
Como últimas referencias está bien documentada su exportación hasta los Estados Unidos a mediados de los años setenta, donde permaneció custodiado por un único propietario hasta su venta en 2018 y su subasta en 2023 a cargo de RM Sotheby’s; por cierto, casa a la cual pertenecen los créditos del reportaje fotográfico utilizado para ilustrar el presente artículo.
UNA UNIDAD ALTAMENTE PERSONALIZADA
Cuando en 1933 Barbara Hutton y Alexis Mdivani encargaron este Rolls-Royce Phantom II lo hicieron bajo unas especificaciones muy concretas, solicitando así un aspecto más estilizado en su carrocería al alargar el capó en 10 centímetros o incluso incorporar en el tablero de instrumentos elementos propios de la cabina de un avión.
Asimismo, en lo referido a las modificaciones mecánicas llama la atención la aparición de amortiguadores hidráulicos ajustables Andre Telecontrol; todo ello con la vista puesta en lograr estabilidad a altas velocidades en los recurrentes viajes europeos realizados por la pareja manejando este vehículo con motor de 7.7 litros equipado de serie con una culata de alta compresión. En suma: tanto por equipamiento como por historia y estilo uno de los Rolls-Royce más atractivos de su época.