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Estrenos y revelaciones, el Skoda Popular Montecarlo de 1936

Cuando en el Montecarlo de 1936 un sencillo Popular Sport quedó segundo en su clase, Skoda se animó a crear una versión conmemorativa. En ella no se alteró la mecánica del modelo base, pero sí se incorporó un interesante chasis de viga central junto a una caja de cambios transaxle. Una excelente muestra del nivel alcanzado por Skoda antes de la Segunda Guerra Mundial

Aunque nació como una marca de bicicletas fundada por un antiguo empleado de librería, Skoda pasó a sus pocos años a fabricar motocicletas, camiones y, claro está, automóviles. De esta forma, en los años previos a la Segunda Guerra Mundial la marca checa ya contaba con una consolidada gama en la que había modelos de gama media y media-alta. E, incluso, alguna que otra opción desenfada y deportiva. Así las cosas, en 1934 se presentó el 418 Popular. Un pequeño descapotable con motor de 903cc. Obviamente nada prestacional, pero sí sumamente encantador de cara a disfrutar de una conducción sencilla, relajada y ociosa.

No obstante, de cara a 1935 Skoda presentó el Popular Sport. Un modelo más potente, en el cual la liviana carrocería descubierta del Popular se conjugaba con el motor del Rapid II. Un familiar de cuatro puertas lanzado ese mismo año. Propulsado por un bloque de cuatro cilindros con 1.386cc y 31CV para alcanzar los 100 kilómetros por hora. Así las cosas, al fin había dentro de la gama del fabricante checo un vehículo al que poder llamar deportivo tanto por el aspecto como por el comportamiento. Hecho aprovechado por los conductores locales con más veleidades competitivas. Quienes poco a poco fueron inscribiendo a este automóvil en las primeras carreras para turismos celebradas en la zona.

De todos modos, entre las primeras gestas deportivas de los Skoda seguramente lo ocurrido en el Montecarlo de 1936 sea la más icónica. Veamos. Pensado para atraer turismo a Mónaco incluso en los meses invernales, el Rallye de Montecarlo comenzó en 1911 para llegar a ser una de las citas clave en el calendario deportivo. Así las cosas, tras una fugaz aparición en 1912 el primer modelo reseñable de Skoda en esta prueba se inscribe en 1936. Se trata de un Popular Sport con Zdenek Pohl como piloto y Jaroslav Hausman como copiloto. Sin duda dos intrépidos amantes del motor aún recordados hoy en día por el museo de la marca.

MONTECARLO 1936, EL INICIO DE UNA PRESENCIA CONTINUADA

Tras un extenuante viaje desde Chequia hasta Mónaco, aquellos dos hombres y su Skoda Popular Sport al fin llegaron a la línea de salida de Rallye Montecarlo 1936. Conscientes de lo complejo del trazado, se equiparon con ropa térmica que sirvió como prueba para su posterior producción y venta. Algo muy común en la época. Donde las carreras se usaban como improvisado laboratorio para el avance exponencial de la tecnología automovilística y todos sus derivados. Además, incorporaron un depósito adicional logrando así una autonomía de hasta 1.500 kilómetros.

No obstante, por lo demás aquel Skoda Popular Sport era una versión estrictamente de serie. Así las cosas, lograr como logró la segunda posición en su clase -menos de 1,5 litros- fue una hazaña muy importante para la marca. Y es que, al fin y al cabo, ésta se abría un pequeño hueco en el Olimpo de la deportividad al codearse con los mejores fabricantes del momento. Muchos de ellos poco o nada conscientes del desarrollo automovilístico dado en Chequia. Donde incluso se llegaron a fabricar bajo licencia modelos de la Hispano-Suiza por parte de la propia Skoda.

Aquellos intrépidos checos de 1936 con su Popular Sport. Nótese las ropas especiales contra el frío, especialmente los guantes de la persona situada a la derecha de la imagen

De todos modos, tras aquel breve despuntar llegó la Segunda Guerra Mundial y posteriormente la Guerra Fría. El Telón de Acero partía en dos al Viejo Continente e, inevitablemente, los constructores que habían caído del lado socialista se vieron condenados al ostracismo. De hecho, sólo en muy pocas ocasiones lograron sobreponerse al mismo para competir en Occidente. En ese sentido, cabe destacar la actuación de los Trabant 601 en el Montecarlo de 1970 haciéndose con la victoria en su clase. Hecho seguido por otras apariciones como la efectuada en el Acrópolis 1977.

Octavia TS. Tres años seguidos ganando en su clase

Además, fabricantes con más solera como Skoda también lograron abrir pequeñas ventanas hacia el Oeste. Normalmente en el Rallye de Montecarlo, donde diversos modelos de la marca se hicieron dominantes en la clase para vehículos con menos de 1,3 litros. Así las cosas, de 1961 a 1962 el Octavia TS ganó tres veces en ella. Y en 1977 el 130RS copó las dos primeras posiciones. Además, en fechas más recientes el Favorit 136 L también ganó en su clase entre 1991 y 1994. Eso sí, ya con el Telón de Acero hecho añicos y el Pacto de Varsovia desaparecido. En suma, ocho victorias en la clase enfocada a los automóviles con menos de 1,3 litros. No está nada mal este dato en la biografía de Skoda.

Favorit 136 L. Cuatro años seguidos ganando en su clase

SKODA POPULAR MONTECARLO, UNA VARIANTE MUY ESPECIAL

Tras aquel segundo puesto en su clase conquistado por el Popular Sport en 1936, los responsables de Skoda quisieron aprovechar la situación para lanzar un modelo capaz de potenciar el lado más deportivo de la marca. Y lo hicieron. Por ello nació el Popular Montecarlo. Una variante realmente cuidada en su diseño de la cual sólo se fabricaron 72 unidades, sumando las coupé y las descapotables. Toda una joya para coleccionistas, ya que se calcula que sólo una docena pueda haber sobrevivido.

Respecto a la mecánica, ésta era igual a la exhibida en el Popular Sport. Con un bloque de cuatro cilindros y 1.386 centímetros cúbicos para entregar hasta 31 CV con la capacidad de llegar hasta los 110 kilómetros por hora. Sin embargo, la principal novedad radicaba en el chasis. Rígido y ligero gracias a su diseño de viga central como años después exhibirían los Lotus Elan o Alpine A108. Además, para mejorar el reparto de pesos el Skoda Popular Montecarlo equipó una caja de cambios transaxle. Algo que, recordemos, marcas como Ferrari no empezaron a montar en gran serie hasta finales de los sesenta con modelos como el 275 GTB. El cual, curiosamente, se probó en el Rally de Montecarlo como parte de su fase experimental.

Así las cosas, lo cierto es que el Skoda Popular Montecarlo fue un modelo bastante afinado a nivel tecnológico. Con aquellos dos elementos interpretando el papel de vanguardia tecnológica en la casa checa. Todo ello con un peso tan sólo 60 kilos superior al roadster del cual derivaba, aún estando aquí ante un modelo completamente cerrado que, por cierto, cuenta con una deliciosa trasera de talante aerodinámico. Sin duda un excelente ejemplo de la calidad alcanzada por Skoda en los tiempos previos a la Segunda Guerra Mundial.

Fotografías: Skoda

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Escrito por Miguel Sánchez

A través de las noticias de La Escudería, viajaremos por las sinuosas carreteras de Maranello escuchando el rugido de los V12 italianos; recorreremos la Ruta66 en busca de la potencia de los grandes motores americanos; nos perderemos por las estrechas sendas inglesas rastreando la elegancia de sus deportivos; apuraremos la frenada en las curvas del Rally de Montecarlo e, incluso, nos llenaremos de polvo en algún garaje rescatando joyas perdidas.

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