Miguel Sánchez
FOTOS FERIA PADUA 2019: SERGIO CALLEJA
Tras la experiencia del pasado 2018 volvemos a la Feria de Padua decididos a fichar rarezas. Y creednos, hay muchas. Al fin y al cabo estamos hablando de un encuentro con más de 90.000 metros cuadrados y unos 100.000 visitantes. Ni más ni menos que la feria italiana más interesante para los aficionados. Así que… ¡Imagina!
Deambular por sus múltiples espacios es como ir recorriendo una especie de cámara del tesoro. Y sí, estamos hablando de una de esas en las que hay riquezas bajo enormes telas de araña. No en vano en esta edición de la Feria de Padua 2019 han destacado los oxidados. Prueba de ello es el revuelo mediático levantado por el Maserati 3500GT Touring de Juan Manuel Fangio.
Una pieza con pedigrí rescatada del olvido pero que, según parece, se ha quedado sin nuevo propietario. No obstante, lo cierto es que más allá de las cifras de las grandes subastas, en Padua tienes un espacio de compra-venta entre particulares realmente magnífico. Puedes pasear durante horas a lo largo de kilómetros de aparcamiento sin dejar de fichar coches interesantes.
Y eso por no hablar de lo que encuentras en los espacios ocupados por la deliciosa multitud de clubes. En fin, se nota que estamos en una de las zonas clave para la historia del automovilismo. Así que vamos a darnos un capricho buscando a través del objetivo de Sergio Calleja algunas de las rarezas más llamativas de esta Feria de Padua 2019. ¡Empezamos!
FIAT, FIAT Y MÁS FIAT. SORPRENDENTES DERIVADOS
Si el año pasado en Padua nos fijamos especialmente en los Lancia, este 2019 quienes más nos ha llamado la atención son los FIAT. Pero ojo, no los FIAT de serie. Sino una panoplia de derivados realizados por diferentes carroceros o preparadores a partir de modelos como el 1500 o el 850. Sin ir más lejos, vamos a empezar reseñando uno que es toda una belleza: el Ghia 1500 GT. Bajo este diseño del carrocero turinés se esconde un FIAT 1500 Coupé.
La carrocería de la versión propia de FIAT es un diseño de Pininfarina, con un cierto regusto a Lancia Flaminia en miniatura. Quizá por eso mismo los de Ghia pensaron que estas líneas eras algo anticuadas para 1961, por lo que tan sólo un año más tarde presentaron en el Salón de Turín su particular reinterpretación del modelo. De los talleres de Ghia salieron menos de mil unidades, las cuales hoy en día son rarezas muy disputadas entre los seguidores del carrocero.
No obstante, si lo que realmente quieres es una modificación para entendidos… Lo suyo es que eches un ojo al Francis Lombardi Grand Prix. Un coche con el que ocurre como con el Opel GT: una carrocería con ambición de GT que constriñe sus líneas debido a un chasis muy pequeño. Pero vaya, es que al fin y al cabo se trata de un derivado del FIAT 850.
Sí amigos, ¿cómo os quedáis? Ahí debajo hay un sencillo 850. Aunque… Tiene truco. Al fin y al cabo, el piloto y carrocero Francis Lombardi venía haciendo preparaciones sobre modelos FIAT desde 1947. De todas ellas esta Grand Prix fue la más famosa, usando la mecánica cuatro cilindros del popular utilitario FIAT para llegar hasta los 34CV. Eso sí, sólo hay 630 kilos que empujar.
Una pena que Francis Lombardi muriera en 1974, ya que tan sólo tres años antes empezó el desarrollo del FL1. Un concepto de lo más interesante que nos recuerda al AC 3000 ME Mk2. ¿Casualidad? Teorías aparte lo cierto es que la unidad que estamos viendo es una de las últimas del Grand Prix, ya que fue ensamblada en 1970.
Justo una característica que también comparte nuestro siguiente protagonista, aunque con el apunte de haber sido construido en las instalaciones de la propia FIAT. ¿A qué se debió esta mezcla de trabajo a mano y producción en serie dentro de una gran empresa? Pues bien, la razón es muy sencilla: todo se debe a la aerodinamica. Y es que el FIAT 1100S “Gobbone” MM de 1948 es un ensayo para esculpir el viento que, dicho sea de paso, nos recuerda a uno de los dos BMW 328 carrozados por Wendler.
En fin, en eso de “esculpir el viento” tampoco hay que ser muy estrictos, ya que estamos hablando de los años 40. Sin embargo, soluciones como el carenado de las ruedas traseras resultan muy interesantes. Un desarrollo realizado por Giuseppe Cogno bajo la tutela de Carrozzeria Speciale, departamento de la marca para innovar en cómo vestir sus vehículos.
Basado en el sencillo FIAT 1100S, los derivados “Gobbone” destacaron bastante en la competición, llegando a cosechar el segundo, tercero y cuarto puesto en la Mille Miglia de 1947 con sus tan sólo 51CV de potencia a 5200 rpm. Ahora, yéndonos del polo de la deportividad al de la comodidad… Tenemos que dar un salto hasta el FIAT 1100 Allemano.
Producido en series muy escasas a comienzos de los 50, este recarrozado del fabricante turinés llevó a la dimensión de lo “cool” las líneas sencillas de los Millecento sucesores del mítico Balilla. Esta unidad en concreto es de 1953, siendo uno de los últimos ejemplos de este carrocero que, aunque no diseñó mucho, sí fabricó bastante para otros. Una pena el cierre de la empresa en 1965.
¿ESTO ES UN TOPOLINO? FIAT 500A PINI GIANNINI
A la manera de Hitler con el KdF-Wagen, Mussolini también pensaba en un pequeño coche para las masas cuando no estaba sobreactuando de múltiples maneras o planeando expandir Italia hasta Etiopía. Así las cosas, encargó en 1930 a un joven Giovanni Agnelli la misión de diseñar un coche que, 6 años más tarde, acabaría convirtiéndose en el archifamoso FIAT 500 Topolino, el cual recogía el testigo del Balilla.
De las cualidades prácticas de este utilitario nadie puede dudar, siendo un emblema italiano como para nosotros lo es el 600. Sin embargo, lo que en principio no se buscaba era la curiosa carrera deportiva del modelo. Y es que bueno, ya sabemos… Tiene poca potencia pero es ligero y fácil de manipular. El paraíso para pilotos de las categorías más accesibles, los cuales hicieron mil y una adaptaciones del Topolino para la competición.
No obstante hay que reconocer que ésta se lleva la palma. Se trata de una modificación realizada en 1949 sobre la base de un FIAT 500 de 1938. Una pieza única salida del entusiasmo de los hermanos Pini. Dos aficionados al motor que con la técnica del ensayo y error consiguieron potenciar el motor hasta los 45CV. Y eso por no hablar de la tremenda reconversión visual, hecha ésta sí con la ayuda de la empresa Autodromo de Módena.
Sinceramente, que ahí debajo haya piezas suficientes como para que el Centro Storico FIAT califique a este monoplaza como un auténtico derivado de FIAT 500 nos parece fascinante. Tras esto no vamos a poder mirar igual a cualquier 600 que se nos cruce por la calle.
ALFA ROMEO, ABARTH Y… SE COLÓ SIMCA
¿Qué decir de Alfa Romeo en Padua? Pues que los tienes a patadas. De hecho, si te interesa hacerte un Alfetta GT/GTV desde cero tienes la oportunidad gracias a un monocasco que allí se ofertaba. Y bueno, si tienes una idea parecida y mucho tiempo… Hay un cascarón de 1900C Super Sprint con el que te puedes entretener no pocas horas en el taller de casa.
De todos modos a nosotros nos llamaron la atención dos que ya estaban del todo rematados y restaurados. Eso sí, creemos que algo más inalcanzables para el bolsillo medio que los elementos anteriores. Como ferraristas -la culpa la tiene una niñez sobreexpuesta a las carreras de F1 por televisión- emocionó bastante un 6C 1750 que, además de ser una joya de la casa del biscione, perteneció a la Scuderia Ferrari.
Como seguidores de las musculosas y controvertidas líneas firmadas por Zagato nos entusiasmó el 6C 2300 Pescana Spider Zagato de 1934. Perfecto para ir rematando el centenario del carrocero este 2019. Pero… Como redactores de este artículo lo cierto es que hay un Alfa Romeo que destacaremos por encima de los demás. Se trata del 6C 2300 Spider Corsa de 1949. Un modelo que bebe mucho de la senda marcada por el Aerodinamica Spider.
Si aquel bizarro experimento pensado en Croacia bajo la supervisión del mito de la aerodinámica Paul Jaray lo tomamos como un prototipo… El Spider Corsa de 1949 sería su aplicación a calle. Es tan hermoso como icónico en lo que se refiere su relación con el viento. Venga, y ahora sigamos con dos FIAT más. Hablamos de los Abarth OT 1300 y 2000 Sport.
¿Cuántos enemigos nos hemos granjeado con la frase anterior? Bueno era sólo una broma, una “licencia” de redactor. Y es que estos coches son mucho más que simples derivados FIAT. De hecho… El Abarth 2000 Sport es una verdadera maravilla. Si os fijáis en una de las dos fotos que aportamos uno no sabe si la cara de fascinación del padre es mayor que la del hijo. ¿Tienen motivo para ello? Pues claro.
Porque su motor de procedencia FIAT -es un Tipo 236 de cuatro cilindros- se ajusta sobre un chasis que pesa tan sólo 47 kilos. Sumando todo lo demás las en torno a 50 unidades fabricadas del Abarth 2000 Sport apenas superan los 580 kilos. Y eso con potencias de hasta 250CV en las unidades más afinadas. ¡Menuda bomba! Una de las joyas de Carlo Abarth que cosechó buen palmarés tanto en Nürburgring como en carreras de ascensión.
El Abarth OT 1300 de 1965 es más civilizado, pero no por ello deja de ser hipnótico. Aunque eso sí, esta unidad en concreto carece del típico “periscopio” que la hizo famosa. Una toma de aire para el motor en posición trasera que, en una cadena de montaje en serie, hubiera sido impensable. Pero en fin, en la casa del escorpión las cosas se hacían a las bravas. Por cierto, si te estás quejando por la gran cantidad de veces que repetimos las siglas FIAT… Te diremos que este coche se pensó sobre la base de un Simca 1000.
RAROS ENTRE LOS RAROS: ERMINI
Venga, vamos a seguir hablando de FIAT. Pero en serio, es que lo de modificar coches de la casa de Agnelli fue toda una moda durante décadas en Italia. Tanto que llegó a tener un nombre propio: los Etceterini. Una enorme ristra de modelos salidos de fabricantes artesanales que es el paraíso para todo amante de las arqueologías y genealogías automovilísticas más complejas.
De entre todo este mundillo, en la Feria de Padua 2019 se encontraban dos unidades de lo más interesante. Ambas pertenecientes a la empresa Ermini. Con una producción fijada en 37 vehículos -aunque dado el carácter artesanal de estos coches no sería raro que de repente apareciera un 38 debajo de unas mantas-, Pascuale “Pasquino” Ermini estuvo 12 años ensamblando derivados de FIAT y Alfa Romeo.
Y de entre todos ellos, en Padua se pudieron ver dos: un 1100 Sport monoposto y un 1100 Sport Internazionale vestido por Motto. Este último tiene sabor italiano cincuentero por los cuatro costados. Pero es que el primero además ha sido recientemente restaurado y exhibido en una muestra dedicada a Ermini en el Palazzo Medici Riccardi de Florencia. En fin, aunque se basen en unos humildes 1100 tienen estatus de obras de arte. ¡Así se vive el automovilismo en la Feria de Padua!
SIREX: UN ITALOAMERICANO ENTRE TRANSALPINOS PUROS
Se nos han quedado muchas rarezas en el tintero, pero lo cierto es que ya tenemos que ir acabando este artículo sobre la Feria de Padua 2019. Así las cosas, hemos decidido desquitarnos un poco de tanta italianidad con un coche diseñado por Franco Scaglione, sí, pero equipado con un motor Ford construido en Alemania. Estamos hablando del LMX Sirex.
Un curioso modelo presentado junto al Salón de Turín 1968 que tan sólo llegó a estar producción tres años. Los mismos que la propia empresa. Y es que LMX fue la impetuosa creación de dos empresarios italianos con tanta pasión como poco cálculo. De hecho, lo de “junto al Salón de Turín” es porque no tenían dinero para costear un espacio propio dentro de la feria. ¡Tuvieron que presentar el Sirex en la misma calle!
Su diseño es, nos atreveríamos a decir, el único ejemplo de “muscle car” a la italiana. Una osadía propulsada por el mismo V6 2’3 litros usado por el Ford Taunus. ¡Quién diría que el corazón de este agresivo deportivo es el mismo que equipa a la tranquila berlina con la que Ford quiso asentarse en el mercado europeo! Muy curioso, y bastante raro. Ya sabéis que este artículo va de rarezas.
Y de hecho vamos a acabar con una que, sí, adivina adivinanza es un FIAT. Se trata del FIAT Visitors Bus de 1975. Una curiosa creación de Bertone sobre la base de de un 850T concebida para transportar visitantes en las fábricas de la empresa. Un delicioso ejercicio de diseño futurista e industrial donde la habitabilidad se aprovecha al máximo. No estaría mal haber recorrido esta Feria de Padua 2019 en él. Quién sabe, quizás el próximo año haya más suerte.
