El exprimidor diseñado por Phillipe Stark. La máquina de escribir Valentine de Olivetti. La primera Vespa en 1946… El diseño industrial inunda nuestras vidas. Y aunque éste ha de adaptarse siempre a la función del objeto, no deja de regalarnos constantes obras de arte. Y sí, decimos obras de arte porque, aunque sean objetos de uso práctico, sus líneas no renuncian, en la medida de lo posible, a la belleza y a las emociones.
En el mundo de los coches eso está claro. Porque si bien nos acaban conquistando por su potencia, distribución de pesos o tracción, lo cierto es que primero nos entran por los ojos. Y bueno, si hay una marca que ha sabido hacer eso… ésa ha sido Ferrari. Por ello -y coincidiendo con el 70 aniversario de la casa de Maranello- el Museo del Diseño de Londres dedica una retrospectiva a la marca que ha sabido hacer arte con la mecánica.
6 BLOQUES PARA COMPRENDER UN MITO
Con la tradición industrial británica, no podía faltar en Londres un espectacular museo dedicado al diseño. Un edificio que, gracias a sus 10.000 metros de superficie rematados con un impresionante techo parabólico, ya es un icono del diseño industrial en sí mismo. El marco perfecto para esta exposición en la que se explica Ferrari a través de seis bloques: Enzo Ferrari, Coches, Clientes, Competición, Diseño e Ingeniería y Futuro.
Pero son los coches el hilo conductor de esta historia, una historia que empieza por el principio. Así que lo primero que vemos es el 125S. El primer Ferrari. Aunque éste no es el original de 1947: ése se custodia como un tesoro en el museo de Maranello. De todos modos, lo que se ha llevado a Londres no es cualquier cosa: se trata de la única réplica existente, construida en 1987 siguiendo los planos originales. El espíritu de carreras de la época está también representado por un 166MM Barchetta -mítico vencedor en 24 Horas de Le Mans y Mille Miglia- y un 500F2 pilotado por Ascari en los primeros años de la Fórmula 1.
14 FERRARIS PARA 70 AÑOS DE HISTORIA
No menos importante que la carrocería, es aquello sobre lo cual se asienta. Por ello podemos ver algo muy interesante: el chasis de un 250 GT. Comprendiendo su estructura, podemos apreciar mejor la belleza de sus líneas. Líneas diseñadas por Pininfarina y mostradas en una unidad cabriolet de 1957. Uno de los primeros Ferrari en montar discos de freno, a partir de que el piloto inglés Peter Collins -antiguo propietario de este ejemplar- persuadiera de ello a Enzo Ferrari.
La era dorada de los GT tiene una inigualable representación gracias a tres de los modelos más apasionantes en la historia de Ferrari: un 250 GT Berlinetta Passo Corto, el mítico 250 GTO y un 275 GTB4. Tres V12 de la década de los ’60 que, seguramente, registren el canon clásico de la marca italiana. Una auténtica maravilla que se complementa con un 365 GTB4 “Daytona”, un espectacular F40, el F1-2000 con el que Schumacher consiguió el campeonato de pilotos o el elegante -y único- Testarossa Spider salido de la factoría Ferrari.
Para finalizar esta historia, la exposición se abre a lo que del futuro nos adelanta el Ferrari La Ferrari Aperta. Y para rematar una visita que te dejará sin aliento… quién sabe, lo mismo te cruzas en la puerta con Eric Clapton y su Ferrari SP12 EC. Dicen que se suele ver por las calles de Londres…