Desde luego, el Ferrari Testarossa es uno de los iconos de la factoría de Maranello. Se produjeron más de 10.000 pero hay uno, uno en concreto, que es único.
Y no sólo por ser un spider; los ingenieros de Ferrari se emplearon a fondo para hacer los necesarios refuerzos en la carrocería y para acoplar elementos específicos como la transmisión semiautomática Valeo. Si a todo eso le sumamos el elegante color plateado… estamos ante un ejemplar francamente interesante.
¿Cuál fue la razón para invertir tanto esfuerzo? La respuesta es sencilla: había que agradar al jefe. Y no, no nos referimos a Enzo Ferrari, sino al jefe de jefes en la industria italiana: Gianni Agnelli, el presidente de Fiat que convirtió a la compañía en lo que es hoy, el grupo empresarial más importante de Italia. Gianni, nieto del Agnelli fundador de FIAT en 1899, cumplía en 1986 20 años al frente del conglomerado automovilístico en el que participaba Ferrari. Y por lo que vemos, quería celebrarlo por todo lo alto.
UN COCHE ÚNICO PARA UN HOMBRE ÚNICO
La personalización tenía que estar a la altura del acontecimiento, y por ello los ingenieros de Maranello no se limitaron a un simple rediseño. No obstante, lo primero que nos impresiona es la estética, ya que se trata del único Testarossa Spider salido de la factoría Ferrari. Y ahí no queda la cosa, porque en el apartado visual también hay un acertijo: ¿Cuál es la denominación de la plata en la tabla periódica? Exacto, Ag. Las dos primeras letras de Agnelli. Por ello este ejemplar único luce ese elegante color plata, el cual le valió para ganar el último concurso de elegancia celebrado en Maranello por los 70 años de la marca.
Aunque estemos hablando de esta unidad por ser el único Testarossa Spider fabricado por Ferrari, también resulta francamente interesante por incorporar transmisión semiautomática. Gianni Agnelli padecía una lesión en la pierna izquierda, lo que le dificultaba el manejo del embrague; por ello los ingenieros montaron la transmisión Valeo, embrión temprano de este tipo de esquema; con ella, sólo basta apretar un botón para que el cambio pase de manual a automático. Todo un alarde técnico para la época.
Todo eso se suma al ya de por sí espectacular motor de casi 5000 centímetros cúbicos, 12 cilindros planos y 390 CV. En esta versión spider tiene que ser increíble el escuchar la sinfonía producida a las espaldas del conductor. Todo un lujo único pensado para el gran jefe de FIAT. Un hombre que, además, encargó el único Lancia Delta Spider Integrale; todo para pasear con él por los veranos de St. Moritz. Hablando de pasear por lugares magníficos en coches de ensueño, vamos a ver el Ferrari de Agnelli circulando por la noche de París…
HAY OTROS, PERO NO SON EL 62897
De todas maneras, hay otros Testarossa Spider. Pero ojo, no son unidades producidas por Ferrari. Se trata de preparaciones postventa ideadas por talleres de modificación como Straman –responsable de una en plateado y con matrícula española-, Baldini -el cual ha hecho una unidad en blanco y otra en azul– o Pavesi –en amarillo-. La única versión Spider salida de la línea de montaje en Maranello es ésta que te presentamos, la cual fue subastada por algo más de un millón de euros hace menos de dos años.
Agnelli fue un hombre único, y por ello encargó un coche también único: el Testarossa con número de bastidor 62897, un ejemplar para echar atrás la capota y dejar fluir la magia de los V12 Ferrari…
Fotografías: Artcurial