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Fiat 126, un digno sucesor para el 500 al que incluso superó en producción

Fabricado entre 1972 y el año 2000, el Fiat 126 tenía la difícil tarea de sustituir al popular e icónico Fiat 500, pero en su prolongada producción consiguió venderse en cifras millonarias superiores a las de su antecesor, con un especial éxito en Polonia.

Sustituir un icono nunca es una tarea fácil. El Fiat 500, presentado en 1957, se convirtió en el coche clásico italiano por excelencia, reconocido como un icono de la “dolce vita” y un símbolo del resurgir de Italia tras la posguerra.

En total se vendieron cerca de 3,9 millones de este pequeño coche urbano. Cuando el Cinquecento había cumplido los 15 años de edad, Fiat presenta un nuevo modelo de diminutas dimensiones que venía a sustituir al coche que había ocupado el trono del compacto más popular del país.

Fue en el Salón de Turín de 1972 donde se presentó el nuevo Fiat 126, un coche que recordaba al diseño del prototipo Fiat 850 City Taxi de 1968 de formas cuadradas. Un año antes, en 1971, se presenta el Fiat 500 R, la última versión de este modelo, que seguiría vendiéndose en unas cifras respetables gracias a su económico precio, pero que contaba con un diseño ya desfasado, razón por las que las ventas del coche se resintieron con la llegada del 126. El 500 continuó en producción hasta 1975.

FIAT 126: EL SEGUNDO EN UNA DINASTÍA DE DOS CILINDROS

La sencilla mecánica y configuración de motor trasero bicilíndrico de Fiat resultó todo un éxito, motivo por el coche venía a sustituir al 500 heredaría los mismos principios mecánicos. Realmente el 126 era más un coche actualizado que un vehículo completamente nuevo, pues compartía muchos componentes con su antecesor, incluido el suelo con ligeras modificaciones.

La cilindrada del motor refrigerado por aire del 126 se incrementó hasta los 594 centímetros cúbicos, desarrollando 23 CV de potencia. El coche contaba con las mismas rejillas de ventilación el capó trasero que tenía el 500, pero se le añadieron dos aperturas en los laterales posteriores para mejorar la refrigeración.

En cuanto a diferencias con respecto al 500 hay pocas más. El maletero, situado en la parte delantera, era de mayor capacidad, ya que el depósito de gasolina se había llevado en el 126 por delante de la rueda trasera izquierda, mejorando así también la seguridad de los ocupantes.

En materia de seguridad pasiva se añadió una columna de dirección deformable. En cuanto a la conducción el 126 contaba ahora con una caja de cambios manual con las marchas sincronizadas, con la excepción de la primera velocidad y la marcha atrás.

A partir de 1977 se empieza a ofrecer el 126 con una cilindrada de 652 centímetros cúbicos, aunque la potencia se incrementó en un caballo, llegando a los 24 CV. A su vez el motor original de 594 centímetros cúbicos siguió ofreciéndose hasta 1983 en algunos mercados, pero en Italia dejó de venderse en 1978.

En 1976 se renueva la estética del modelo con unos paragolpes y otros adornos de plástico que dictaban la moda automovilística del momento. Finalmente, en 1979, cesa la producción italiana del 126 para ser sustituido por el Panda, con 1.352.912 unidades fabricadas, cifras muy respetables teniendo en cuenta que se llevó a cabo en tan solo siete años. Pero la historia del 126 se alargaría más en otros mercados.

POLSKI: EL ÉXITO POLACO DEL 126

El Fiat 126 llegó a producirse en Yugoslavia bajo la marca Zastava, y Steyr-Puch lo llegó a fabricar 2.069 unidades brevemente en Austria, país en el que este fabricante ya había ofrecido su propia versión del 500. Pero sería desde 1973 cuando el 126 comienza a fabricarse en Polonia, logrando convertirse en uno de los coches que gozaron de mayor éxito comercial al otro lado del telón de acero.

Estos coches fueron bautizados como Polski Fiat 126 P, la “P” para distinguir la procedencia del vehículo y “Polski” significando literalmente “polaco”. Este modelo se convirtió en el primer utilitario asequible que las familias del país se pudieron permitir y se convirtió en un signo de progreso dentro de lo grises que fueron los últimos años bajo el control soviético.

El Polski fue conocido con un mote cariñoso en Polonia que fue “Maluch”, una palabra que significa pequeñín o niño pequeño, en referencia al diminuto tamaño del 126. En este país se realizarían mejoras como la incorporación de luz de marcha atrás y antiniebla trasera, además de encendido electrónico y se sustituyó la dinamo por un alternador.

La que fue la versión polaca más llamativa del Fiat 126 fue el Bis presentada en 1987, equipada con un motor de dos cilindros y 704 centímetros cúbicos y 26 CV, pero con la peculiaridad que éste era refrigerado por agua. Esta mecánica la heredarían posteriormente los Fiat Cinquecento de los años noventa.

Al igual que había ocurrido con los Fiat 500 Giardiniera, la mecánica en el 126 Bis montaba su motor de lado, lo que permitía desarrollar espacio para un maletero en la parte trasera y motivo por el que esta versión del coche es de tres puertas. A principios de los noventa se fabricaron en Alemania versiones descapotables sobre el Bis llamadas POP.

Fiat 126 Bis con portón trasero.
Fiat 126 Bis con portón trasero.

El éxito del coche no se limitó únicamente a Polonia, ya que se vendió en otros países controlados por la URSS o de ideología afín, como fue el caso de Hungría, China o Cuba, siendo este último país uno de los lugares en los que sigue siendo muy común encontrarse un 126 P.

UN COCHE CON UN FINAL FELIZ

Las últimas versiones del modelo fueron los 126 EL, presentadas en 1994, y que compartían algunos elementos con los Cinquecento intentando modernizar así su aspecto, eliminando elementos como los derivabrisas triangulares de las ventanillas.

En 1997 aparece el 126 ELX, que era idéntico al EL, pero equipaba un catalizador para cumplir con la normativa de polución del momento. Al filo del siglo XXI, en el año 2000, se presenta la versión final del 126, llamada “Happy End”, o final feliz en español, de la cual se fabricaron 500 unidades en amarillo y otras 500 en rojo.

Con esta alegre versión se ponía punto y final a 28 años de historia, y a uno de los coches más importantes de Polonia, que tuvo origen italiano, del que Polski fabricó 3.318.674 unidades, que sumadas a los coches italianos y austriacos elevan el total a 4.673.655, superando con creces el nivel de popularidad del legendario 500.

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Escrito por Javillac

Esto de los coches le viene a uno desde niño. Cuando otros críos preferían la bicicleta o el balón yo me quedaba con los cochecitos de juguete.
Recuerdo aún como si fuese ayer un día en el que nos adelantó un 1500 negro por la A2, o la primera vez que vi un Citroën DS aparcado en la calle, los paragolpes cromados siempre me han gustado.

En general me gustan las cosas anteriores a la época en la que yo nací (hay quien dice que estoy reencarnado), y en el top de esa lista están los coches, que junto a la música, hacen la combinación ideal para un rato perfecto: conducción y una banda sonora acorde al coche correspondiente.

En cuanto automóviles me gustan los clásicos de cualquier nacionalidad y época, pero como mi debilidad están los coches americanos de los 50, con sus exageradas formas y dimensiones, razón por la que mucha gente me conoce como "Javillac".

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