Lo hemos dicho en no pocas ocasiones: adquirir un clásico es algo liberado de la rigidez lógica impuesta en la compra de un vehículo nuevo. Así las cosas, la elección de un vehículo histórico o de colección viene enmarcada en la esfera del ocio, minimizando hasta lo testimonial problemas de habitabilidad, mecánica y costes insalvables en caso de hablar sobre un modelo familiar para el día a día.
En este sentido, la adquisición de un biplaza descapotable con toque deportivo -la conducción a cielo abierto no requiere de altas prestaciones a fin de otorgar sensaciones intensas- entra de lleno en nuestro ámbito, pudiendo así dar rienda suelta a nuestras filias automovilísticas más personales sin tener demasiado en cuenta todo lo que no sean nuestras estrictas posibilidades financieras.
Llegados a este punto la elección lógica -y sin duda la más acertada- pasa por la búsqueda de un Mazda MX-5 en buen estado; da igual la generación a la cual pertenezca, éste siempre nos va a entregar el brío esperado en un vehículo donde la deportividad no exige ser necesariamente prestacional. En fin, cosas de haberse inspirado -para bien- en el magnífico diseño del Lotus Elan de 1960.
Eso sí, puestos a mirar otras opciones el abanico se amplia hasta el Lotus Elan M100 -denostado por propios y ajenos a la marca inglesa aunque desde este lado del teclado ya defendido en su artículo correspondiente- o el MG-F -sin duda con muchos defectos, aunque también con la virtud de un motor central-trasero aún moviéndose en un segmento de precios contenidos-.
FIAT BARCHETTA, LA OPCIÓN MARCADA POR EL ESTILO
Revisando posibles vehículos de colección a punto de ingresar en la categoría de históricos -más ahora que el nuevo reglamento ha simplificado no pocos trámites-, el Fiat Barchetta destaca como una opción deseable donde -eso sí- todo se juega a la baza del estilo y el diseño.
No en vano, la plataforma sobre la cual se asienta este vehículo es la anteriormente utilizada en el Punto. Es decir, una base tendente a ahorrar costes de desarrollo -no se quejen, hoy en día ningún fabricante se plantearía lanzar al mercado un automóvil como éste, más bien andan ocupados en ampliar más y más la ya manida oferta de vehículos SUV- aunque muy bien trabajada por los responsables del Centro Stile Fiat.
Aquellos mismos que bebiendo de la tradición italiana más apegada a los deportivos descubiertos de los años cincuenta -ahí está la línea lateral en semejanza a la del Ferrari 166 MM para atestiguarlo- supieron hacer de la Fiat Barchetta uno de los biplazas más hermosos del automovilismo contemporáneo a pesar de cimentarse en las exigencias de una plataforma sobre la cual no se había previsto desarrollar una belleza así.
AQUÍ EL MANEJO NO ES LO IMPORTANTE
Creanos al decir que para nosotros lo más importante en un automóvil con toque deportivo -y decimos lo de “toque” porque en puridad el término “deportivo” se ha manoseado tanto que incluso un carrito de bebé ya podría serlo en cualquier publicidad desaprensiva- es el motor conjugado con las suspensiones, la dirección y claro está la rigidez del chasis.
No obstante, hablando del Fiat Barchetta nos van a consentir -al fin y al cabo esta revista es gratuita para ustedes, así que si desean otra cosa paguen y entonces complaceremos- ponernos algo banales dejándonos seducir por una estética diferenciada -hablamos de uno de los primeros modelos en recurrir a lo “retro” para su su creación en nuevo cuño- compaginada con una llamativa paleta cromática.
Es más, aun recordamos aquel Retro Málaga en el cual un simpático aficionado nos confesó tener una colección con varios Fiat Barchetta cada uno en un color más alegre y llamativo que el anterior.
Una de esas cosas que en otro modelo sería un alarde innecesario, pero que en el caso de esta apuesta de seducción para la vista cobra todo el sentido. Eso sí, no por todo ello hemos de pensar en una montura de marcha ineficaz; para nada. De hecho, su chasis reforzado respecto al del Punto maneja a la perfección los 130 CV de su motor que, al sacar su par a regímenes no precisamente bajos, nos apremia a utilizar con soltura la palanca de cambios. En fin, imposible aburrirse al volante.
UN VALOR AL ALZA
Como ya hemos indicado en este y otros artículos si usted está buscando un automóvil capaz de entregarle una excelente relación sensaciones/precio la respuesta es un Mazda MX-5 de cualquier generación. Ahora, lo cierto es que éste no deja de ser un vehículo previsible gracias a su enorme éxito de ventas -sólo en los años en los cuales el Fiat Barchetta se quedó en unas 60.000 unidades el japonés endosó más de 400.000-.
De esta manera, nuestra protagonista destaca cuando hablamos de originalidad. Algo a lo cual sumar su diseño y por qué no decirlo: un manejo no deportivo pero sí alegre y dinámico aun siendo un tracción delantera gracias a su peso contenido y calidad de la mecánica.
Asimismo, en precios se encuentra un poco por debajo de la media vista en el Mazda aunque, para ser sinceros, cuesta encontrar en España una unidad a la venta en perfecto estado de coleccionista. Es relativamente sencillo dar con unidades por debajo de los 10.000 euros en muy buenas condiciones. Las unidades con menos kilometraje rondan los 15.000 euros e incluso los 20.000. Sin duda, cantidades más que razonables para quien decidido a hacer una buena inversión, apueste por la compra de un Fiat Barchetta antes de que su cotización pueda dispararse. Piénselo.