FOTOS FIAT CINQUECENTO SPORTING: FIAT/FCA MEDIA
A comienzos de los 60 John Cooper pensó seriamente en las posibilidades deportivas del Mini. Obviamente, las dudas e incluso las risas estuvieron garantizadas. ¿Cómo sacar garra de un minúsculo compacto urbano con motorizaciones poco potentes? Pues bien, en 1964 un Mini Cooper S se hizo con el Rallye de Montecarlo. Hazaña que repitió en 1965 y 1967. Con este palmarés, muchos tuvieron que tragarse sus palabras ante la intuición demostrada por el preparador británico.
Aún en las antípodas de los grandes GT, lo cierto es que el Mini tenía a su favor todas las características de su reducido tamaño. Poco peso, batalla corta y centro de gravedad casi pegado al suelo. Cualidades que lo convertían en un coche endiabladamente rápido y manejable en zonas reviradas. En suma, un aparato de lo más divertido. Exactamente igual que el Fiat Cinquecento Sporting, el cual comenzó su producción en 1994 como una propuesta juguetona para disfrutar a diario.
Perteneciente a la saga de los 500, 126 y 133, el Fiat Cinquecento sigue siendo uno de los modelos más exitosos de la marca. Buena parte de la renovación del parque móvil italiano se debe a él, lo que confirma su diseño a cargo de Giorgetto Giugaro como un acierto bajo el que se esconden interesantes soluciones mecánicas. Similar al Mini en lo que se refiere a habitabilidad y disposición del motor, también encontró en la versión Fiat Cinquecento Sporting una inesperada actitud deportiva.
FIAT CINQUECENTO SPORTING: DEL MERCADO A LAS CARRERAS
El ámbito natural del Fiat Cinquecento es la ciudad. Con sus poco más de tres metros, este pequeñín resulta fácil de aparcar en cualquier sitio. Además, su consumo combinado de 6,2 litros aporta economía y eficacia a un coche del que, a priori, tan sólo se busca la practicidad para los quehaceres diarios de la clase media urbana. Sin embargo, su precio accesible y buenas cualidades dinámicas hicieron del Fiat Cinquecento un candidato perfecto para un segmento repleto de jóvenes con veleidades de piloto.
Así las cosas, Fiat ideó potenciar al Cinquecento como ya hiciera con el Uno Turbo en 1985, creando un deportivo por debajo de la gama de los populares GTI del momento. Entonces nacía el Fiat Cinquecento Sporting, alejado de las dos motorizaciones ya disponibles en la gama. La menos potente, con tan sólo dos cilindros, arrojaba tan sólo 28CV. Una versión poco vendida, ya que la de cuatro cilindros, 908cc y 40CV se convirtió en la mayoritaria dentro de la gama Cinquecento.
Con una cilindrada elevada hasta los 1.100cc, el Fiat Cinquecento Sporting rendía 54CV a 5.000 rpm con puntas de 150 kms/h. Cifras poco desdeñables si contamos con una relación peso/potencia de 15’5 CV/kilo. Y aún menos si pensamos en que, lejos de estar en las autovías, el paraje natural del Sporting son las retorcidas carreteras donde suelen disputarse rallyes abiertos a pequeñas escuderías de aficionados militantes.
FIAT CINQUECENTO SPORTING GRUPO A. YENDO UN PASO MÁS ALLÁ
Hablando en plata, lo cierto es que demasiadas versiones deportivas de compactos populares no han ido mucho más allá del modelo básico. Y es que, por muchos alerones y spoilers que se pongan, lo cierto es que eso no aumenta significativamente las prestaciones. Algunos pensaréis que al Fiat Cinquecento le pasó lo mismo, pero en realidad no es así. Bien es cierto que muchos Cinquecento Sporting lucieron acoples del kit Abarth, tan visuales como poco eficaces. Sin embargo, bajó el capó se escondía un evolucionado ingenio.
Y es que el 1’1 litros del Fiat Cinquecento Sporting no tenía nada que ver con el resto de la gama. Perteneciente a la familia de motores FIRE, este propulsor gasolina con árbol de levas en cabeza contaba con una gran precisión gracias a su meticuloso ensamblaje robotizado. Un corazón que diferenció a esta versión del resto de la gama Fiat Cinquecento. No obstante, lo curioso es que las unidades dedicadas a la competición más emblemática en la historia del Fiat Cinquecento no partieron de la versión Sporting, ¡sino de la normal de 908cc!
Y es que Fiat creó la monomodelo Copa Cinquecento. Celebrada en varios países de Europa, ésta derivaba en una competición a escala continental con los mejor clasificados en sus respectivos países. Toda ella con pequeños equipos privados que, a partir de la versión media del Fiat Cinquecento, adquirían un kit que convertía al modelo en un coche de rallyes homologado dentro del Grupo A.
Una fierecilla que subía la potencia hasta los 70CV, con, entre otros, suspensiones ajustables. ¿Qué opinas ahora de este pequeñín?
P.D.: aunque la Copa Cinquecento es la competición por la que más se recuerda al modelo, lo cierto es que varias unidades -incluso de equipo oficial de marca- participaron en el Campeonato Mundial de Rallyes desde 1994 hasta 2005. Con código de homologación A5529, tenemos registro de dos evoluciones partiendo esta vez sí de la versión Sporting con su motor FIRE de 1.1 litros. Una alcanzó 90CV, mientras que la otra subía hasta los 114CV a 7750 rpm.