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Fiat X1/9 Prototipo, de suceder al Stratos a cesar por el 131

A pesar de las excelentes impresiones recogidas por los pilotos probadores -quienes lo situaban por encima del mismísimo Stratos-, la dirección de FIAT bloqueó la aparición del X1/9 en favor del 131 Abarth alegando motivos relacionados con la publicidad.

La secuencia dorada de Fiat en los rallies es bien conocida. De esta manera, aquella época clásica se abriría con el Abarth 124 Rallye y la disruptiva aparición del Stratos -Lancia ya era parte del conglomerado turinés desde 1969- para, finalmente, cerrarse gracias al lanzamiento del 131 Abarth y, ya en los ochenta, el epílogo crepuscular marcado por el 037. Una excelente armada en cuya historia se entremezcla el potencial de Fiat junto a referencias como Bertone, Pininfarina, Sandro Munari o incluso Ferrari.

No obstante, dentro de esta línea cronológica establecida entre 1971 -aparición del 124 Rallye- y 1980 -año en el cual el 131 Abarth logró su último campeonato de constructores en el WRC- se coló en segundo plano un proyecto tan fugaz como llamativo: el del Fiat X1/9 Prototipo. Aquel que, por cronología y méritos, bien podría haber sido el sucesor natural del Stratos.

Pero vayamos por partes. Así las cosas, lo mejor será situarnos en 1971. Año en el que Fiat adquirió Abarth tras años de una intensa colaboración con la misma, viendo cómo el pequeño taller de preparaciones iba adquiriendo la función no oficial de representar a la casa de los Agnelli en las competición turismo, rallye y montaña.

Es más, las sucesivas evoluciones lanzadas sobre la base del popular 600 acabaron gestando máquinas de carreras tan efectivas como el 1000 TCR; todo un dominador de las pequeñas cilindradas llegando a rendir en torno a 100 CV por litro junto a un peso severamente reducido. Toda una auténtica lección de ingeniería que, ya con Abarth dentro de Fiat, habría de quedarse a un lado a fin de ambicionar resultados de interés en el Mundial de Rallies.

124 ABARTH, EL INTENTO DE HACERSE CON EL WRC

Anunciado a finales de 1971, el Fiat 124 Abarth Rallye se basó en la carrocería Spider del popular modelo italiano subiendo la apuesta hasta la creación de una máquina de competición. Y sí, desde los pasos de rueda ensanchados hasta la misma adquisición de un motor con 128 CV -en su versión de serie- todo en este vehículo proclamaba a las claras la sana intención de ajustar cuentas con los Alpine A110 en el Europeo de Rallies.

Dicho esto, lo cierto es que las victorias del Fiat empezaron a llegar una detrás de otra; sin ir más lejos, dentro del caso peninsular éste fue el ganador del Costa Brava en 1972. No obstante, cuando al año siguiente echó a andar el WRC el italiano no pudo hacer nada frente al A110; un hecho que, sin embargo, no fue óbice para seguir compitiendo contra lo mejor del Grupo IV logrando éxitos como el Europeo de Rallies en 1975.

En fin, el impulso dado por la absorción de Abarth había dado nuevas alas al departamento de competición en Fiat pero, aun así, éstas habían de afinarse mucho más en caso de querer lograr la primera posición en el competitivo mundo de los rallies. Un ámbito cada vez más especializado y al cual, en 1973, llegaría el Lancia Stratos con la capacidad de dar una espectacular vuelta de tuerca a todo lo aprendido sobre las pistas de tierra.

LANCIA STRATOS, EL GRAN GOLPE DEL GRUPO FIAT EN LOS RALLIES

Con ciertas salvedades hacia el diseño del Alpine A110, lo cierto es que hasta los años setenta los rallies se disputaban con vehículos turismo someramente adaptados. De esta manera, la aparición del Stratos en 1973 supuso golpe disruptivo en la forma de elaborar coches de rallies ya que, al fin, aparecía sobre las pistas uno diseñado por y para este cometido.

Gracias a ello, desde el chasis hasta la carrocería de Bertone o la posición central-trasera del motor V6 con origen Ferrari todas y cada una de las partes involucradas en la fabricación del Lancia habían empujado en una senda radical con el objetivo puesto en el WRC; meta lograda tanto en 1974 como en 1975 y 1976, sumándose a la misma tres ediciones del Europeo de Rallies desde 1976 hasta 1978. En suma, todo un éxito sobre las mesas de diseño y bajo la bandera a cuadros.

Ahora, aunque esto beneficiaba claramente a Fiat debido a ser la propietaria de Lancia tras haberla comprado en 1969, lo cierto es que -al menos en términos publicitarios- el público no acaba de ver la conexión entre el Stratos y los turismos de Fiat. De hecho, ésta era nula. Debido a ello, en 1973 Abarth había empezado a trabajar en lo que podría haber sido el sustituto del Stratos: el FIAT X1/9 Prototipo.

FIAT X1/9, LLAMADO A LOS RALLIES

Si nos centramos en sus versiones de serie el Fiat X1/9 y el Lancia Stratos son modelos sin comparación posible. Es más, aunque sus carrocerías futuristas a firma de Bertone escondían motores en posición central-trasera, el del Fiat era un 1.3 con poco más de 70 CV mientras que el del Lancia provenía de Maranello con un esquema V6 capaz de rendir 190 CV gracias a sus 2.5 litros.

No obstante, Abarth observó el potencial evidente del X1/9 dentro del mundo de la competición. Debido a ello, desde finales de 1973 el ingeniero Mario Colucci -un auténtico maestro en cuestión de chasis tubulares como así demostró su trabajo primero en Alfa Romeo y después en Abarth- lideró un equipo dispuesto a transformar a este Fiat pensado para el ocio en una verdadera máquina de carreras.

Para ello lo primero fue modificar el vano motor a fin de incorporar en el mismo el bloque 2 litros con el cual se equipaban las unidades más prestacionales del recién estrenado Lancia Beta. A partir de aquí, desde un nuevo apartado aerodinámico hasta unas suspensiones totalmente renovadas hicieron del X1/9 transformado por Abarth algo completamente distinto a sus serenas versiones de serie.

1974, EL ESTRENO DE ESTE FIAT EN LOS RALLIES

Tras una serie de intensas pruebas coordinadas por el histórico Giorgio Pianta, el X1/9 Prototipo hizo su estreno en los rallies durante la primera de 1974. Eso sí, por el camino había desaparecido la mecánica de Lancia para incorporarse -esta vez, pues la mecánica nunca estuvo del todo definida- el mismo bloque con 1.756 cc usado en los 124 Rallye Abarth del Grupo IV afinado aquí hasta los casi 200 CV gracias a la acción de dos carburadores Weber 44IDF.

Es más, el impulso dado por el motor era del tal calibre que la transmisión llegó a romperse durante las primeras carreras. Hecho éste responsable en seguir trabajando sobre el X1/9 Prototipo, recibiendo así una curiosa toma de aire en forma de periscopio debido a la necesaria refrigeración del motor, el cual ya nada tenía que ver con el “monoalbero” original usado por las unidades de estricta serie.

Centro Storico FIAT Competición

Llegados a este punto, el departamento de competición de Fiat -básicamente el personal de la antigua Abarth absorbida en 1971- creyó tanto en las posibilidades del X1/9 en el WRC que preparó cinco chasis más con los cuales seguir experimentando. Y es que, a fin de cuentas, los resultados eran tan buenos que este modelo no sólo se postulaba como el sucesor del 124 Abarth Rallye sino incluso del propio Stratos.

1975, EL AÑO DEL OLVIDO INTERESADO

Tras la intensa temporada de 1974 -en la cual se mezclaron carreras como el Tour de Francia con interminables jornadas de ajuste en las instalaciones de la marca- el probador Giorgio Pianta declaró “el coche es fantástico, rápido, estable y fácil de conducir”. Es más, llegaba a señalar a Lancia diciendo que “los X1/9 son más competitivos, rápidos y fáciles de conducir que los Stratos, necesitando de algunos de ajustes pero aun así listos para competir y dar no pocas satisfacciones”.

¡Y esto en un momento durante el cual el Lancia se encontraba en su mejor año sobre las pistas! En fin, sin duda los datos obtenidos por la criatura de Abarth habían de ser realmente excelentes; es más a comienzos de 1975 se empezó a pensar en la homologación del vehículo en el Grupo IV -los “muletto” habían sido inscritos en categorías reservadas a prototipos- acompañándose por tanto de la necesaria versión Stradale a producirse en serie.

Versión que, para el verano de aquel mismo año, ya estaba rodando en pruebas por las carreteras del norte de Italia luciendo un aspecto radiante en amarillo y gris a la par que conservaba el singular periscopio visto en las unidades de competición. Todo en orden, todo en marcha, hasta que la fría realidad de los despachos se topó en el camino del X1/9 en favor del popular 131; cuestiones de empresa y mercadotecnia.

CAÍDO ANTE EL 131 ABARTH

Aunque muchas veces la publicidad usa trucos bastante burdos, estos son curiosamente efectivos. De esta manera, resulta obvio comprobar cómo los ZX del Dakar o los 205 T16 del WRC no tenían nada que ver con sus respectivas versiones de serie. Nada. Ni en motor, ni en chasis, ni en suspensiones… Nada. No obstante, su interesado parecido en la carrocería -gracias a los faros y poco más- en relación a lo que cualquiera podría adquirir en el concesionario aumentaba el prestigio de la marca.

Era como si, de una manera u otra, pudieras adquirir algo de aquella excelencia en carreras. De hecho, esto se sigue haciendo hoy en día a través de múltiples vías. ¿O no son acaso los actuales Bugatti rotundos escaparates tecnológicos para el Grupo Volkswagen? Dicho esto, de cara a la temporada de 1976 los responsables de FIAT no estaban tan interesados en el X1/9 como en el generalista 131.

Periscopio

Un vehículo berlina pero que, en el caso de Italia, obtuvo una carrocería con dos puertas rápidamente adaptada por Bertone al mundo de los rallyes; todo ello rematado con una mecánica de dos litros y 16 válvulas afinada por Abarth hasta los 140 CV ya en su versión de serie. Precisamente, la responsable de enterrar al proyecto del X1/9 Prototipo e incluso sustituir en breve a un Stratos que justo durante aquel mismo 1976 ganaba su último WRC.

Una decisión controvertida y que, al tiempo, sólo los rotundos éxitos del 131 Abarth han podido borrar del recuerdo establecido entre una afición deseosa de ver sobre las pistas -y los concesionarios- a unas máquinas tan excitantes como podrían haber sido los X1/9 Grupo IV y Stradale.

Notas:

Respecto a las imágenes históricas hemos de agradecer las atenciones prestadas por el Centro Storico FIAT, siempre rápido y solícito en sus respuestas a los medios especializados.

En relación a la versión Stradale hemos de indicar cómo ésta se encuentra ahora mismo a la venta en Australia por Classic Throttle Shop.

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Escrito por Miguel Sánchez

A través de las noticias de La Escudería, viajaremos por las sinuosas carreteras de Maranello escuchando el rugido de los V12 italianos; recorreremos la Ruta66 en busca de la potencia de los grandes motores americanos; nos perderemos por las estrechas sendas inglesas rastreando la elegancia de sus deportivos; apuraremos la frenada en las curvas del Rally de Montecarlo e, incluso, nos llenaremos de polvo en algún garaje rescatando joyas perdidas.

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