FOTOS FORD CAPRI TICKFORD TURBO: EBAY
Íntimamente unido a la historia de las periferias crecidas a golpe de éxodo rural, el SEAT 124 es uno de los “coches de barrio” más icónicos de nuestro país. De una manera u otra se encuentra en el imaginario popular de millones de españoles; las esforzadas familias adquirían el modelo al asentar su nueva vida, lo mostraban con orgullo en los viajes de vuelta a su pueblo siendo, más que un simple automóvil, el reflejo de que el futuro les había sonreído al recalar en una gran ciudad tan inquietante como oportuna.
Poco a poco los hijos de estas familias crecieron, descubrieron el lado más duro de la periferia y aprendieron que para sobrevivir en la jungla urbana has de hacerte respetar. Una manera evidente de conseguirlo era mediante tu coche; con él transmitías una imagen. Mientras muchos reutilizaban el antiguo 124 del padre otros se permitieron lucir monturas más aparentes con escasa entrada en España: así irrumpía en escena el Ford Capri MK3.
Y es que este americano pensado para el público europeo nació justamente con la vocación de ofrecer un deportivo asequible y descarado -posiblemente, con un puntito macarra, para qué negarlo- llevando el concepto del Mustang hacia un terreno más acorde a las normativas, tamaños y gustos del Viejo Continente. Y bueno, vaya si lo consiguió… La primera generación vendió más de 400.000 unidades, la segunda pasó del 1.200.000 a pesar de la Crisis del Petróleo y la tercera se convirtió en el deportivo más popular en el Reino Unido, contando también con el “logro” de ser el coche más robado. Para bien o para mal no podemos negar que el Capri MK3 fue un popular objeto de deseo.
Ahora, si hablamos de un Capri realmente deseado y codiciado… Ése es el evolucionado por Tickford. Un modelo preparado por la compañía propiedad de Aston Martin basado en hacer lo que estaba más de moda en los 80: meter turbo. No se llegaron a construir ni 100 unidades, y ahora es toda una pieza de coleccionista donde el coche que llevaban “los héroes de barrio” se encuentra con la exclusividad de una empresa legendaria como Aston Martin.
FORD CAPRI MK3: UN MUSTANG A LA EUROPEA
Para los más puristas del Mustang escuchar que el Capri es una adaptación de éste al contexto europeo puede arrancarles una cierta sonrisa condescendiente, pero para los ejecutivos de la Ford ésta fue la concepción del modelo. Desarrollado por Ford Europa utilizando la base mecánica proporcionada por el Cortina, el Capri se ideó como un deportivo para casar el carácter americano de los “pony car” -musculosos y sedientos por encarrilar largas rectas- con la concepción europea de un deportivo de masas, compacto y juguetón en curvas.
Así se lanzaba en 1969 la primera generación de un modelo que estuvo en venta hasta 1986 con cilindradas que -en su tercera evolución- iban desde los 1.3 hasta los 3.0 litros, combinando el motor Taunus V4 en las versiones menos potentes con el Cologne V6 en las más vitaminadas, capaces de llegar hasta los 188CV en las unidades provistas de turbo.
Poco a poco el Capri empezó a popularizarse sobretodo en el Reino Unido; no sabemos el porqué, pero lo cierto es que, junto con el Escort se le empezaba a ver cada vez más tanto en las calles como en los rallys. Especulando pensamos en lo fácilmente personalizable del coche como un motivo a su favor entre los entusiastas más jóvenes del motor, siempre con gusto a intervenir en la ética y la estética de sus coches. No obstante, no sólo aquellos jóvenes se fijaron en el potencial que el Capri daba a la personalización… También una empresa que en 1820 se fundó para construir carruajes.
TICKFORD, EL INESPERADO LOGOTIPO ALADO EN LA CHAPA DE UN CAPRI
Tickford es un perfecto ejemplo empresarial de cómo adaptarse a los cambios en tu sector. Y es que, aunque ahora los restos de la empresa sobrevivan como consultoría de calidad y prueba de productos dentro del emporio Intertek -la última noticia sobre su trabajo automovilístico son vagas referencias al desarrollo del Jaguar F-Type Project 7– durante unos 180 años construyó calesas, diseñó carrocerías para vehículos a motor y mejoró la mecánica de modelos deportivos bajo la tutela de una Aston Martin que adquirió la compañía en 1955.
De hecho, en 1981 la empresa del logo alado decide hacer de Tickford una subsidiaria especializada en el desarrollo de modelos de otras marcas. Hay que reconocer que esta idea no tuvo mucho recorrido ya que sólo se materializó participando junto a Cosworth en la construcción del Sierra RS500, colaborando con MG en la creación del Maestro Turbo, diseñando el techo del Jaguar XJS y modificando el modelo deportivo más popular del momento: el Capri MK3.
A nivel visual llaman la atención los diferentes apliques aerodinámicos en carrocería y llantas que, además de aportar unas líneas más geométricas mejoran el coeficiente aerodinámico en un grado. Los cambios estéticos siguieron con un interior donde el logotipo de Tickford hacía honores a su parecido con el de Aston Martin, llenando el habitáculo de cuero y madera para rematar un frontal que ganaba en prestancia respecto al original.
TURBO Y FIASCO CONTABLE
Pero el mayor cambio se encuentra en su interior, ya que partiendo de la versión V6 de 2.8 litros Tickford incorporó un sistema de turboalimentación IHI capaz de ganar 45CV respecto a la mecánica de serie ensamblada en Colonia, llevando la potencia hasta los 205CV. La suspensión fue reglada de nuevo, se incorporaron frenos de disco traseros y la punta se situaba en 220 km/h con un 0 a 100 fijado en 6’7 segundos.
Todo esto se hacía de forma artesanal en los talleres que Tickford usaba a instancias de Aston Martin en Inglaterra. Y ahí vino el problema: aunque el modelo era bastante atractivo y contaba con el apoyo de Ford para su promoción -de hecho las primeras unidades montan su símbolo en el frontal en vez de el de Tickford ya que se esperaba incluso la comercialización directa por parte del gigante americano- éste requería de una gran cantidad de horas de trabajo manual, lo que incrementaba el coste hasta un punto en el que, la posible clientela, se veía ya tentada a adquirir un deportivo de gama alta en vez de un Capri mejorado.
Así las cosas, una producción que preveía llegar a las 250 unidades se quedó en 85 durante su historia de tan sólo dos años tras la presentación del prototipo en 1982 y el cese de venta en 1984. Por ello hoy en día el Ford Capri 2.8 Turbo Tickford es un disputado mito entre los miles de seguidores del “Mustang europeo”; el “unicornio” de esta leyenda de los barrios que duplica su cotización a la de un Capri MK3 similar. No obstante, hay que reconocer que este modelo es el mejor homenaje que Inglaterra pudo dar a un Capri que, alzado al mito de “icono de barrio”, fue el preferido por los ladrones británicos.