El Ford Mustang no tuvo un lanzamiento habitual, puesto que las novedades en el sector del automóvil en Estados Unidos solían presentarse a finales de cada año. Sin embargo, la marca decidió desvelarlo al público un 17 de abril de 1964, fecha que coincidía con la Feria Mundial de Nueva York, el espacio perfecto para desvelar este coche.
Ford mantuvo el proyecto con gran secretismo, pues los primeros Mustang habían comenzado a fabricarse un mes antes, pero de esta forma lograron llegar a los concesionarios el mismo día de su introducción. Por estas razones se denomina popularmente a las primeras unidades como 1964½.
Pero este coche llevaba años gestándose, en concreto desde 1961, año en el que el por entonces vicepresidente de Ford, Lee Iacocca, planteó la idea de fabricar “el Thunderbird de los pobres» que tendría que tomar como base el producto estrella de la marca por aquella época; el Ford Falcon. Hubo que esperar cuatro años más hasta que la idea de este ejecutivo se convirtió en algo mucho mejor que un bonito sueño.
PROTOTIPOS DEL MUSTANG: GÉNESIS DE UNA LEYENDA
Ya en 1962 la marca introdujo un prototipo al que bautizaron como Mustang. Si bien este coche era muy distinto de lo que terminó siendo el resultado final, pues éste era un roadster de dos plazas, las proporciones de lo que en un futuro se convertirían los Pony car, de capó alargado y zaga reducida, ya estaban presentes.
Sorprende saber que para ese mismo año el equipo de diseñadores de la firma ya tenía casi establecido por completo el aspecto final que tendría el coche, mientras se decidía cómo debía llamarse siendo las opciones más sonadas en la empresa las de Cougar y Mustang. Inicialmente se trabajó en las carrocerías coupé y convertible, mientras que en 1963 aparece un primer intento de fastback con una luna trasera que recuerda a los Corvette C2 “Split window” de 1963. Ese mismo año también se diseñó una variante de cuatro puertas del coche, que terminó por ser descartada.
Mientras todo esto ocurría en secreto la compañía enseñaba al público lo que ellos querían mostrar. También en 1963 aparecen dos prototipos; uno de ellos fue el Ford Allegro, que, aunque cuenta con un diseño muy alejado de lo visto hasta ahora, también nació dentro de este mismo proyecto. De mayor importancia fue el Mustang II, que servía como un preludio de lo que fue el producto final, con unas líneas más definidas y algunos elementos como el diseño de las luces traseras o casi lo más importante, el logotipo del caballo galopando que dotaría de identidad al futuro modelo que hizo aquí su primera aparición, aunque también cambió hasta el lanzamiento final.
UNA PRESENTACIÓN A LO GRANDE
Aprovechando el lugar privilegiado que tenía el Mustang en la feria de Nueva York el público se hizo eco de la novedad de Ford, algo que se sumaba a la extensa campaña de publicidad en torno al modelo que se había preparado. Además, la marca contaba en aquella época con una atracción en Disney World llamada “Magic Skyway”, que permitía a los visitantes probar el coche por un túnel elevado de cristal, aunque eran conducidos por raíles.
Lee Iacocca tenía previsto vender unas 100.000 unidades para el primer año en el mercado, pero el resultado fue mucho mejor que cualquier predicción optimista. Con un precio base de 2.368 dólares, el equivalente a 23.858 dólares en 2024, el Mustang era un coche atractivo con un precio aún más atractivo, por lo que en los primeros 365 días en el mercado se lograron fabricar cerca de 419.000 unidades. Solo en el 17 de abril de 1964 ya había más de 22.000 pedidos marcando un hito histórico.
Al éxito se sumaba una diversificación en la gama que incluía una versión de alto rendimiento del motor V8 de 289 pulgadas cúbicas (4,7 litros) que desarrollaba 271 CV que se ofreció a partir de junio de 1964, así como el lanzamiento del Mustang Fastback, llamado 2+2, en agosto de ese mismo año. Coincidiendo con el primer aniversario del lanzamiento del modelo se lanzó la opción del Mustang GT, disponible en todos los coches con mecánica V8, un paquete estético que costaba 165 dólares. Igual de importantes fueron los Shelby GT350 que empezaron a fabricarse desde 1965.
El Mustang logró ser protagonista desde el primer momento, ya que fue el Pace Car de las 500 Millas de Indianápolis de 1964, además de una importante escena en la película Goldfinger de la famosa saga James Bond. Para marzo de 1966 ya se habían vendido más de un millón de Ford Mustang, convirtiéndolo en uno de los coches más populares de la década de los sesenta, y cuya exitosa fórmula fue copiada por la competencia, que no tardaron en lanzar modelos como el Chevrolet Camaro o AMC Javelin.
En un mundo en constante evolución como es la industria del automóvil el Ford Mustang ha logrado mantenerse en producción desde hace ya seis décadas, y que en siete generaciones ha vendido más de 10 millones coches, en lo que es una de las dinastías más emblemática y populares de todos los tiempos.
Imágenes: Ford