Por quinta vez se ha celebrado a las orillas del italiano lago Como el llamado FuoriConcorso; uno de los eventos relacionados con el automovilismo histórico que, de un tiempo a esta parte, más pujanza está adquiriendo entre coleccionistas, marcas y público relacionado con la competición y las piezas únicas.
En suma, algo a tener muy en cuenta cuando seleccionamos las fechas más relevantes del calendario europeo, pudiendo admirar -y escuchar, pues muchos de los motores se encienden a fin de comprobar su estado- algunas de las mejores máquinas de competición producidas durante el siglo XX.
Un escenario perfecto para que, al mismo tiempo, firmas como Pagani, Porsche o Zagato presenten algunas de sus nuevas creaciones; algunas de ellas, al menos en el caso del carrocero milanés, con claros guiños a algunas de las mejores páginas escritas en Le Mans. En fin, una cita reseñable donde también hay espacio para muestras temáticas como la dedicada este año a los automóviles británicos de competición incluyendo Mundial de Marcas y F1.
Eso sí, ya que a este lado del teclado somos libres a la hora de poner el ojo donde queramos, hemos decidido repasar al FuoriConcorso a través de dos ópticas; en primer lugar la de los Jaguar preparados por Ecurie Ecosse, Lister e incluso algún particular y, en segundo, la de los Alpine que justo durante este mismo año están recibiendo un interesante homenaje a cargo de Zagato.
ZAGATO EN EL FUORICONCORSO, EL HOMENAJE A ALPINE
Hace unos meses realizamos un artículo sobre la historia de Alpine en las 24 Horas de Le Mans. Complementado con imágenes cedidas por Renault, a través de sus líneas veíamos cómo la casa francesa había evolucionado desde vehículos muy ligeros con baja cilindrada -ganando así en varias ocasiones el llamado Índice de Rendimiento- hasta la creación de imponentes Sport Prototipos con motores V8 de hasta 3 litros.
Una evolución cada vez más prestacional en la que, claramente, el factor aerodinámico fue ganando importancia según se elevaba la velocidad punta; algo especialmente visible en la recta de La Sarthe, para la cual el Alpine A220 de 1968 incorporó en la trasera sus características aletas conducentes a mejorar la estabilidad.
Dicho esto, Zagato ha decidido rescatar aquel icono de la competición francesa carrozando al AGTZ Twin Tail con un estilo claramente tributario a las líneas de aquellos A220. Es más, éste se basa en uno de los actuales A110, necesariamente reconvertido por el carrocero a fin de crear un modelo único que, precisamente, ha tenido su presentación en estático ante la prensa en el FuoriConcorso 2024.
Sinceramente, a nosotros no ha seducido bastante aunque, en verdad, sabemos cómo la incorporación de semejante aplique aerodinámico tampoco es que vaya a cambiar sustancialmente el comportamiento del ya de por sí magnífico y equilibrado A110. De todos modos, y consideraciones objetivas aparte, bravo por Zagato y su gran acierto a la hora de recordar al A220.
JAGUAR, BASE PARA EVOLUCIONES CON FIRMA BRITÁNICA
Dentro de la panoplia de clásicos vista en el FuoriConcorso llamó la atención gran cantidad de modelos británicos. Algo en lo cual destacó uno de los escasos Lister-Jaguar con cuerpo aerodinámico a cargo de Frank Costin. Curtido en la aerodinámico, este ingeniero británico fue el responsable de fijar los volúmenes del Lotus MKVIII a mediados de los años cincuenta.
A partir de aquí sus colaboraciones puntuales dentro del automovilismo deportivo se enfocaron especialmente a Lister, la cual estaba logrando éxitos notables tras su periodo con Archie Scott-Brown y la creación del Knobbly. Un modelo de chasis muy bien estudiado sobre el cual se conjugaba la acción de un motor Jaguar tomado del D-Type.
Asimismo, el uso de los trabajos de Frank Costin hicieron de sus últimas unidades un alarde de refinamiento y calidad; tanto así que, atrapadas por todo el dinero invertido en desarrollo así como unas ventas a la baja según Cooper arrasaba con sus T49 Monaco, éstas fueron el capítulo final de Lister en el mundo de las carreras. Sensacional.
Por otra parte, destacó la aparición de un Jaguar XK120 bajo un aspecto irreconocible y, dicho sea de paso, muy tributario especialmente en su zaga a los Auto Avio de Enzo Ferrari. Se trata de una unidad única preparada para la Carrera Panamericana. Desgraciadamente, la falta de datos fiables sobre la misma nos impide seguir desarrollando su historia. Estamos investigando, veremos dónde llegamos.
MÁS BRITÁNICOS DE COMPETICIÓN
Siguiendo en las Islas Británicas podríamos estar tiempo reseñando las bondades del Aston Martin Ulster -un deportivo fundamental para la evolución de la marca tanto en lo técnico como en lo contable- al tiempo que también gastásemos el rato en comentar las bondades del monoplaza BRM P160. Por cierto, en el caso del visto en el FuoriConcorso no sólo en excelente estado de conservación sino también pilotado por Niki Lauda en 1973.
Es más, en relación a mitomanías del asiento se pudieron ver máquinas utilizadas por el austriaco pero también por Ayrton Senna e incluso John Surtees, único piloto hasta la fecha capaz de ser campeón de F1 y Motociclismo.
No obstante, nuestra atención se fue al Jaguar D-Type de la escudería escocesa Ecurie Ecosse y al rarísmo -pero encantador en su mezcla- monoplaza Cooper T81. En relación al primero lo cierto es que poco más se puede añadir a la historia del mítico deportivo de la casa inglesa así que, a fin de cuentas, argumentaremos nuestra elección en una clara afición por la historia de la escuadra escocesa Ecurie Ecosse.
Fundada en 1952, esta no sólo participó en los primeros años de la F1 sino que además ganó en dos ocasiones las 24 Horas de Le Mans. Además, hoy en día sigue en activo siendo una presencia habitual en las parrillas de salida de ciertos campeonatos turismo de las Islas Británicas y la Europa continental. Todo un ejemplo de resistencia el de esta escuadra privada con más de siete décadas en su haber.
COOPER Y MASERATI, LA APARICIÓN DE UN COOPER T81
Uno de los mejores atractivos dados en citas como el FuoriConcorso 2024 es la posibilidad de contemplar en vivo máquinas realmente interesantes ya sea por su diseño, su mecánica o su originalidad. Cualidad esta última bien visible en el Cooper T81, definido por ser un híbrido entre motorización italiana y chasis británico con el objetivo puesto en ganar carreras de F1. Una delicia.
Estrenado en 1966 -dos años antes del abandono de la categoría reina por parte de Cooper-, el T81 insertaba sobre un chasis monocasco -puesto por primera vez en la parrilla de la F1 en 1962 gracias a Lotus- un motor V12 Tipo 9 firmado por Maserati. Aquella misma que, tras haber ganado con Fangio el campeonato de 1957, se había retirado del Mundial quedando en una discreta posición como proveedor ocasional de motores a equipos ingleses a través del importador Chipstead Group.
Empresa clave en la génesis de este monoplaza, el cual tuvo como principales hazañas hacerse con el GP de México en 1966 -John Surtees como piloto- y el GP de Sudáfrica de 1967 -con Pedro Rodríguez de la Vega a los mandos-. En fin, una de esas piezas de competición altamente reseñables, increíblemente históricas y, por suerte, disponibles a la vista en citas como ésta que hemos cubierto con fotografías de Unai Ona.
Imágenes: Unai Ona